Capitulo 8

85 8 4
                                    

Simba solo pudo mirar a su hijo impactado por lo dicho, a kion ni siquiera le intereso y se fue rápidamente del lugar, un gruñido salió del hocico de Simba quien solo pudo mirar a su hijo alejarse.

La discusión había llevado a que su hijo lo odiase..pero aquello no importaba.

Ícaro.

Luego de mucho caminar, había llegado a los prados Urembo, la noche había caído sobre las praderas, no debía de sorprenderme ya que había caminado por mucho tiempo luego de aquella incrucijada con la manada de lewa.

¡No te escondas! ¡Sabía que me ibas a traicionar!

Aún recordaba esas palabras, yo no quería hacer esto pero... maldición kion, podría seguir quejándome ante el por lo sucedido, pero había algo más, no me podía permitir que aquellos forasteros destruyeran las praderas. Yo no era un traidor, no soy capaz de aprovecharme de la confianza de los demás ya que va en contra de mi manera de pensar enserio que todo esto me superaba en todos los sentidos.
Había llegado al lago matope y queae calmar mi sed luego de caminar por largo tiempo, mire al cielo y pude contemplar la luna en todo su esplendor.

"A veces me preguntó que harías en esta situación" dije.

Flashback

Se podía ver dos figuras caminando en un verde prado, se trataba de un pequeño cachorro de lobo siguiendo a una loba de mayor tamaño, el pelaje de está última era blanco como la nieve misma pero había un pequeño detalle, esta llevaba ciertas franjas rojas que decoraban su blanco pelaje, franjas que solo el pequeño cachorro de lobo podía ver.

"¿Por qué vinimos hasta acá?" Pregunto el cachorro, confundido. Aquella loba solo soltó una risa simpática mientras seguía caminando.

"Ten paciencia yōiji, estamos por llegar" contesto mientras continuaba caminando.

Luego de caminar por unos minutos, llegaron a lo que era un bosque.

"Es aquí, por fin llegamos" dijo la loba.

"Es solo un simple bosque" dijo el cachorro un poco disgustado "hemos visto esto durante casi todo el viaje" bufó.

Aquella loba se acercó hacia el y le respondió pacientemente.

"No se trata de un simple bosque, tienes que saber mirar. Te traje aquí justamente para enseñarte" explicó.

El cachorro se mostraba confundido por aquella palabras.

"Sígueme" ofreció la loba soltando una ligera risa

Ambos caminaron un poco más hasta ver unos árboles de cerezo, sus pétalos caían lentamente haciendo del lugar un muy bonito escenario, tomaron asiento y la loba intervino.

"La naturaleza es la mayor obra divina que haya podido existir." Explicó "todos los seres vivos son como sus hijos, son amados por igual" el cachorro oía atentamente las palabras de la loba, prestando suma atención. "Como las criaturas del mar, la tierra y los cielos, todos funcionan como uno, juntos hacen que el mundo funcione y florezca"

La loba, puso una de sus patas delanteras en el suelo y de repente todo el lugar se empezó a llenar de flores, de distintos colores, tamaños y fragancias.

Si el escenario era bello; ahora, era digno de una obra divina.

Una fruta de melocotón creció de uno de los árboles de cerezo y cayó al suelo cerca del cachorro de lobo, este último miro curioso la fruta.

- reproducir música en esta parte -

"Escucha yōiji" dijo la loba "se debe de amar y cuidar esta creación, desde sus árboles, ríos, pasto y demás animales. Todos fueron hechos de manera especial, con amor al igual que tú, eso... te hace especial.

the lion guard: El Gran Viaje Donde viven las historias. Descúbrelo ahora