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Shujaa llegó a la roca del rey agitado sin saber que pasaba, se acercó de forma rápida a dakota quien se encontraba junto a tiifu, ambos se veían preocupados.
"¿Que paso?" Pregunto en voz baja en busca de respuestas, a lo cual él león más joven trato de responder pero al intentar, un grito ensordecedor seguido de un rugido lo hizo callar.
"¡Estoy cansado de que sea siempre lo mismo!" Gritaba kion mientras salía furioso de la cueva que compartía con su familia, de tras de él venía Simba caminando de forma apresurada a por su hijo.
Las miradas de Dakota y shujaa se encontraron, nadie comprendía que estaba pasando o al menos tenía alguna información sobre la discusión de padre eh hijo.
"Sabes que pronto debes hacerlo y te olvidarás de esa estúpida relación." Decía duramente Simba quien seguía a su hijo, kion se volteo a verlo y le gruñó.
"Mi relación no es una 'estupida relación' llevamos mucho tiempo juntos ¡Cómo te atreves a llamar nuestra relación así, Si ni siquiera sabes mantener la tuya con mamá!" Soltó. Aquello pareció ofender Simba quien rugió tratando de intimidar a su hijo. Lo cual no sirvió y desató más su ira.
"¡¿Acaso quieres un castigo?! ¡¿Quieres que los castigue a ambos?!" Amenazó Simba mientras miraba firme y furiosamente a su hijo.
"¡Un castigo es mucho mejor a qué casarme con alguien quien no quiero!" Grito. "¡No quieres aceptar a quien amo!" Simba soltó un gran rugido.
Un rayo cayó cerca de kion, el gruñía ferozmente sin importarle que. Estaba tratando de ser intimidado por su padre lo cual no estaba sirviendo, de lo contrario desataba más la furia del león.
Pronto, la roca del rey se estaba llenando de distintos animales, quienes asustados por la pronta tormenta acudieron al resguardo más seguro de todo el reino, La roca del rey, pero el epicentro estaba allí, en aquella gran y sublime roca era donde se desataba la verdadera tormenta. Los vientos asocaban sin piedad los árboles y plantas del lugar, casi todas las praderas estaban allí... escuchando los gritos de Simba y rugidos fuertes de kion.
En la sima, nala se encontraba mirando con temor aquella pelea, ella sabía que no se podía meter en ella, de lo contrario provocaría más furia entre su marido e hijo lo cual la ponía entre ambos. La situación no parecía mejorar. En poco tiempo llego la guardia, fuli estaba allí.
Los ojos de Simba se posaron en la guepardo, ojos furiosos, kion se coloco frente a su padre, mirándolo fijamente desviando por completo la mirada furiosa del león mayor.
"¿Quieres que los castigue?" Pregunto de forma incrédula, el comentario sorprendió a todos, la voz rasposa y seca de Simba les hacía saber que nada iría bien para ellos. "bien" con esto de encamino hacia la punta de la roca del rey. Los animales quienes susurraban y murmuraba por lo bajo, notaron la presencia del león mayor, su rey por lo tanto hicieron silencio para dejarlos hablar. "¡Hoy! ¡les daré un aviso que se que los sorprenderá!" Hizo una pausa, nala miraba confusa la acción de su marido "¡Pero me temo que será por el bien de nuestro reino, por nuestra integridad! ¡Por nuestro futuro!" Exclamó.
