Enfrentando el caos y encontrando la esperanza en medio del apocalipsis zombie

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Un día, el campamento de supervivientes es invadido por una horda de zombies. El terror se apodera del lugar mientras los no muertos se abalanzan sobre ellos, sedientos de carne humana. En medio del pánico y la confusión, Ana vislumbra a su querida gatita Kali, maullando desesperadamente en un rincón. Ana se encuentra frente a una decisión difícil, salvar a su amada gatita Kali o abandonarla y asegurar su propia supervivencia. Sin embargo, para Ana, la idea de abandonar a Kali es inaceptable. Kali ha sido su compañera constante en este mundo apocalíptico y representa una conexión significativa con su antigua vida. La tensión aumenta cuando Mariano, se opone a su determinación de salvar a Kali. Mariano ve cómo el tiempo se agota rápidamente y teme por la seguridad de Ana. Su amor por ella es evidente en sus palabras y acciones, y no puede soportar la idea de perderla en ese momento crucial.

Mariano:
"Ana, no puedes hacer esto"-le suplica Mariano desesperadamente-"Te amo, y no quiero perderte. No puedes arriesgar tu vida por un gato. ¡Deja que alguien más se encargue de ello! Necesito que estés a salvo".

Ana:
-con lágrimas en los ojos pero con una determinación firme, sostiene la mirada de Mariano-"Kali es una parte de mí"-le dice con voz temblorosa- "Ella es uno de mis propósitos de estar aún viva en este mundo. No puedo abandonarla, no puedo dejarla a merced de los zombis. Si esto significa morir, entonces así será".

Mariano:
"No puedo soportar la idea de perderte"-murmura Mariano con voz entrecortada-"Pero entiende, Ana, que tu vida vale más que cualquier animal. Podemos encontrar una salida juntos, un futuro donde estemos a salvo y podamos encontrar la felicidad nuevamente".

Sin embargo, Ana se mantiene firme en su decisión, consciente de que su conexión con Kali trasciende más allá de la supervivencia física. Para ella, salvar a Kali es una expresión de su humanidad, de su deseo de aferrarse a algo que aún le brinda consuelo en medio de la oscuridad. En un acto de valentía y determinación, Ana se despide de Mariano, quien la observa con angustia mientras se adentra en la horda de zombies para rescatar a su amada gatita Kali. Mariano grita desesperadamente por ella, tratando de detenerla y convencerla de que regrese, pero su voz se pierde entre los aullidos de los no muertos sedientos de sangre. El corazón de Mariano se llena de una mezcla de alivio y tristeza al ver que Kali está a salvo, pero el precio pagado por Ana es desgarrador. Ella ha sacrificado su propia seguridad y bienestar por el amor hacia su compañera felina, y ahora se encuentra en una situación extremadamente vulnerable. Mariano se queda allí, incapaz de hacer nada más que presenciar la valentía y el sacrificio de Ana. Su amor por ella se hace aún más fuerte en ese momento, admirando su espíritu indomable y su voluntad de darlo todo por aquellos a quienes ama. Este momento de despedida y sacrificio captura la profundidad de los sentimientos entre Ana y Mariano. Muestra la determinación y la lealtad de Ana hacia Kali, pero también refleja el profundo amor y la impotencia de Mariano al ver a Ana enfrentar peligros inimaginables.
En medio del caos y la batalla por salvar a Kali, Ana experimenta un momento de surrealismo cuando ve que su querida gatita está a salvo en el árbol, sin ninguna herida aparente. Una mezcla de alivio y alegría inunda su corazón, y una risa nerviosa escapa de sus labios ante la aparente ironía de la situación. En ese instante, Ana siente como si el mundo se detuviera por un momento. El caos y la muerte que la rodeaban se desvanecen y, de repente, se encuentra en una habitación familiar y reconfortante. La atmósfera es nostálgica y llena de amor, pues reconoce inmediatamente el entorno como la habitación en la que solía estar con su amado, Luis. La emoción y la incredulidad se apoderan de Ana mientras grita el nombre de Luis. Y allí, ante sus ojos sorprendidos, Luis aparece, sosteniendo un cepillo de dientes y bromeando suavemente con ella. La sensación de familiaridad y la presencia de su amado hacen que Ana corra hacia él y lo abrace con fuerza, sintiendo una inmensa alegría y una profunda sensación de paz. En ese momento, Ana se da cuenta de que está en un sueño, pero es el mejor sueño que ha tenido en los últimos cinco años. Es un oasis de amor y consuelo en medio de la oscuridad y el sufrimiento que ha experimentado en el mundo zombie. Por un breve instante, todo el dolor y la pérdida parecen desvanecerse, dejando solo el amor y la felicidad que ella anhelaba desde que perdió a Luis.

Luis: -Abrazando a Ana- ¿Qué te parece si nos quedamos así un rato más? Pero me temo que si lo hacemos, no podré ir al trabajo a tiempo.

Ana: -Sonriendo- ¿En serio? ¿Estás dispuesto a faltar hoy por quedarte abrazándome? Eres increíble.

Luis: -Riéndose-¡La famosa Ana, adicta al trabajo, queriendo faltar un 10 de noviembre! -Sigue riendo-

Ana: -Abriendo los ojos y quedando atónita-Espera un momento. -Suelta a Luis y agarra su celular-¡No puede ser! ¡Es 10 de noviembre de 2021!

Luis: -Confundido- ¿Qué?,¿Qué pasa?

Ana: -Nerviosa- Luis, yo... yo estaba en un 10 de noviembre de 2027. ¡Creo que he vuelto al pasado!

Ana se tira al suelo, desconcertada por la posibilidad de que no sea un sueño y realmente haya retrocedido en el tiempo. Lágrimas caían de su mejillas, pero no de tristeza de felicidad, miro a Luis, quién estaba confundido aún y lo beso, dejandolo aún más confundido.

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