(7) ― necesidad

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El corto camino al hotel se siente eterno, especialmente porque no conversamos y el único sonido dentro del auto es la música de la radio. Cuando me detengo en un semáforo, volteo a verla y ella mira por la ventana tranquila.

Noto como su vestido se levantan muy levemente en su pierna, pero no lo suficiente como para que sea peligroso. Aun así, quiero poner mi mano en su pierna y tocar su piel, pero sé que si lo hago no voy a querer detenerme.

La castaña no recordaba el nombre del hotel así que solo me mostro el camino en el mapa de su teléfono y tuve que contenerme de demostrar la sorpresa que sentí al ver que es exactamente el hotel donde me estoy quedando... entonces ¿Si sabe quién soy? ¿Me ha engañado y quiere que la lleve a mi habitación? Quiero preguntárselo, pero... esta tan tranquila y no ha mencionado ni una vez mi nombre, así que me hace dudar.

¿Podría ser una coincidencia que estemos en el mismo hotel? Quizás... pero las coincidencias no son algo común en mi vida, por lo que... es difícil de creerlo. Así que, dejo que ella me diga la verdad o eso espero mientras conduzco, pero no dice nada y eso me pone nervioso.

¿Voy a tener que llevarla hasta el elevador para saber qué es lo que espera de esto? Porque si me ha engañado, no voy a llevarla a mi habitación. No me importa lo sexy que sea ni tener que solucionar la presión de mis pantalones solo. Porque soy tan estúpido como para dejar que la primera castaña que se cruza por delante me engañe.

— ¿Aquí te hospedas? — le pregunto mientras me acerco a la entrada del hotel para que estacionen mi auto. Para mi suerte, no hay fans afuera y eso me relaja un poco pero aún así, siento la tensión en mi cuerpo porque ella solo voltea y me sonríe ¿Hasta cuándo va a seguir así?

La sigo a través del lobby del hotel, pero la dejo caminar adelante de mi como si fuera ella la que guía el camino, pero me sirve porque de esa forma puedo mantener una distancia prudencial en caso de que me vean con ella. Excepto que una vez que subimos al elevador le pregunto a qué piso iremos porque ¿Cuándo va a terminar con esto? Es molesto en este punto

— Piso diez — responde ella

— ¿Por qué no me dijiste— comienzo a quejarme, pero me detengo abruptamente... ¿Dijo piso diez? Yo no estoy en ese piso... estoy varios más arriba de hecho y ella me mira confundida — ¿Te quedas en el piso diez? — pregunto con cautela y ella asiente

— ¿Vas a tocar el botón? — me pregunta porque no he presionado el número de piso para que el elevador se mueva y las puertas tampoco se han cerrado, así que aclaro mi garganta y lo hago...

¿Me equivoque? Aunque es muy extraño que se esté quedando en el mismo hotel... ¿Quizás trabaja en el circuito? No.... no puede ser. En ese caso ¿Por qué se estaría quedando en un hotel? O ¿Quizás esta con un equipo? Podría ser posible... pero no ha dicho mi nombre ni una vez en todo el camino, eso es extraño... ¿Realmente vale la pena acostarme con ella si voy a tener que verla el resto de la temporada?

Volteo a verla poco convencido pero una vez que las puertas se cierran, ella se acerca a mí y me besa... lo que hace que mis pensamientos se nublen en mi cabeza ¿Tan débil soy frente a ella? Ni siquiera yo mismo puedo entenderlo, pero necesito tocarla.

Mis manos acarician la tela de su vestido y comienzo a besar su cuello porque necesito más de ella, aunque desconfío y no estoy seguro de si realmente vale la pena, oigo como suelta un leve jadeo cuando mis manos están en su trasero y sigo besando su cuello.

Si, lo vale. 

No me interesa nada más, necesito oírla gemir mientras estoy dentro de ella.

Vuelvo a besar su boca mientras siento la presión en mis pantalones. Ni siquiera una maldita noche pude pasar sin acostarme con alguien en Bahréin, vaya idiota soy. Pero cuando las puertas se abren, ella se aleja levemente y toma mi mano para que la siga... y eso hago encantando, porque donde sea que ella quiera ir, voy a seguirla.

Corazón sin frenos » Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora