7

218 14 4
                                    

Camine hasta las chicas que estaban escogiendo una película y les dije que tenían que irse.

- ¿Por qué? ¿Qué te pasa la noche recién esta comenzando! - grito Becky.

- Tiene razón, esto está siendo muy divertido, no nos puedes hacer esto, ¿Qué te pasa? - pregunto Debbie.

- Son problemas personales - respondí con una expresión seria y neutra.

- ¿Es enserió? ¿Qué clase de problemas podrías tener tú??! - pregunto Becky muy alterada y gritando.

Para ese entonces yo ya estaba muy enfadada con ella y empecé a insultarla y la saque de mi casa, fui cortés con Debbie y Hannah.

Luego de irse Mary me miró un poco afligida y sería, eso hizo que me sienta muy culpable.

- Creo que es hora de que me vaya - murmuró ella.

Asentí y la abrase en modo de despedida.

- Si necesitas algo llamame - susurro ella en mi oído sin cortar el abrazo.

Asentí de nuevo y le sonreí.

Luego de que Mary se fue pasaron aproximadamente 5 minutos y decidí salir pero me detuve cuando vi a Samuel sollozando sentado en el porché.

Me acerque a él sigilosamente hasta él y cuando frene sentí un fuerte dolor en el estómago por la tristeza que me provocaba ver a Samuel así.

- Hey Samu, ¿Qué pasa? - pregunté algo apenada y entristecida.

- Nada, no pasa nada - respondió Samuel secándose rápidamente las lágrimas sin mirarme.

- Oye, por favor dime, no tengas pena - dije algo rígida pero conmovida mientras me sentaba a su lado.

- No ocurre nada, no te preocupes, por favor solo vete, estare bien - respondió con la cabeza gacha.

Pase una mano por su espalda y la acaricié dando palmaditas de vez en cuando intentando consolarlo.

Él se acercó un poco más a mi y yo lo abrase pegando su cabeza a mi pecho y acariciando su corto cabello dorado.

Ahí estábamos, los dos, solos y juntos, abrazados y con un nudo en la garganta sin saber que decir...

Él parecía un niño pequeño, asustado y triste entre mis brazos mientras yo acariciaba su cabello con ternura y tristeza.

Samuel:

No podía creer que alguien por fin se haya dado cuenta de mis problemas y me estuviera conteniendo.

Aquellos brazos de esa chica eran tan reconfortantes que podrían hacer sentir mejor a cualquiera en segundos.

Odiaba mi vida.

¿Por qué a mi?

¿Por qué yo debía sufrir así? apenas era un adolescente de 17 años...

En un momento ella se separo un poco y bajo su mirada intentado buscar mis ojos pero yo rápidamente la agarre y aferre a mi cuerpo tan fuerte como pude, no podía dejarla ir, la necesitaba, ella me reconfortaba.

En esa misma posición nos quedamos por alrededor de 15 minutos, los dos solos, sin poder pronunciar ni una sola palabra.

___.

Era oficial, él era un pequeño niño, era mi niño.

Me quedé abrazándolo un largo rato hasta que él suspiro y me dijo que ya estaba cansado de todo, que no soportaba más la vida ni vivir, que todos sus días eran un infierno pero sin embargo yo lo asía sentir diferente, bien.

Me confesó que desde el primer día sintió una conexión muy grande conmigo y eso que solo nos chocamos en la calle.

Me dijo que su padre lo obligaba a robar ya que él no trabajaba.

Era un borracho y así se la pasaba todo el día desde la muerte de su madre.

Me confesó que desde la muerte de aquella mujer que él consideraba su "ángel" no volvió a ser lo mismo, él era su niño bello, su pequeño bebé.

Ese día en particular llego un hombre llamado: "Roman" al que su padre le debia demasiado dinero y lleva robandole hace mucho tiempo.

Roman dijo que si no le regresaba todo lo que le robo lo hiba a matar, por eso Samuel estaba tan afligido y asustado.

Él odiaba a su padre pero no podría valerse por sí mismo.

Me entristeci tanto al escuchar eso y más cuando escuche un leve llanto y unas gotas mojar mis pantalones, Samuel había vuelto a llorar...

Decidí ponerle fin a todo y arriesgarme.

Suspire y tome su carita entre mis manos y le dije: - Tú eres muy importante, eres un maravilloso chico y una gran persona, no dejes que otros te apaguen y hagan sentir mal - dije para luego besarlo.

Fue un beso dulce, tierno y podía sentir todo su cariño, sus labios eran suaves y delgados, no podía dejar de besarlo, quería que este momento sea eterno.

Samuel:

No podía creer lo que estaba pasando, era mi primer beso y estaba siendo maravilloso.

No podía parar de besarla y creo que ella también tenía el mismo problema.

Todo era perfecto pero... ¿Qué podría salir mal?

" - Aja! Así los quería agarrar tortolitos - "

Sono una voz que de inmediato reconoci haciendo que los dos nos separemos rápidamente.

Volteé asia la puerta de entrada y ahí estaba.

Beckett.

Lo amaba pero odiaba cuando asía ese tipo de apariciones.

*Maldito!* pensé.

Corazón de fuego...🌺💫 (Samuel Emerson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora