Samuel:
No podía parar de besarla, esos labios que tanto había deseado en todo este tiempo que la había conocido.
La tocaba, ponía mis manos al rededor de su cintura y ella bajaba las suyas por mi abdomen y luego las llevo hasta mi cuello para poder besarme mejor.
Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo pare el beso.
- Lo siento, es qué... - no pude terminar la palabra, no sabía que decir.
- No te disculpes, yo tampoco se que paso - dijo ella y los dos reímos.
- Bueno, ammh, te seguiré enseñando la casa, esta es mi habitación - dijo ella.
Entramos y lo primero que vi fue la gran cama, una cama de dos plazas y media, grande con cobijas azules infladas y del mismo color unas almohadas grandes y que se veían muy cómodas, Dios, moría por dormir ahí...
Luego vi una gran ventana arriba de la cama, las cortinas eran blancas y lizas.
Un baúl a los pies de la cama y un gran y lindo armario color madera oscura.
- Wow
- ¿Te gusta? - pregunto.
- Es hermosa
* Pero no tanto como tú * pensé.
- Gracias - murmuró
Y yo reí levemente, divertido.
- Bueno, ¿Quieres algo de tomar? - preguntó.
Yo asentí y ella bajo las escaleras no sin antes decirme, " - ponte cómodo, te traeré algo - ".
No supe a que se refería con "ponte cómodo" ¿Ella de verdad quería que yo durmiera con ella?
Si era así me desmayaria en ese mismo momento.
A los pocos segundos escuche que alguien subía la escalera y cuando me iba a asomar por ella, apareció ___. Con una lata de refresco de naranja.
- Ten - me tendió la lata.
Yo la acepte y tome de ella.
- ¿Entonces qué? ¿Te quedas o te vas?
Me sorprendi ante esa pregunta y me quedé en silencio al menos 2 minutos.
- Como tú quieras - respondí luego de tanto tiempo.
- Quiero que te quedes.
Intente disimular la gran sonrisa que se estaba por escapar de mi rostro.
- Si quieres que me quede, me quedare.
Ella sonrió y asintió.
- No tengo ropa cómoda de hombre - dijo ella algo apenada.
- No se si quieras cambiarte o quedarte en bóxer.
Su pregunta me sonrojo un poco, tenía unos pantalones de jean azul y una camisa blanca, amarillenta con rayas de color café oscuro;
Le dije que me iba a quedar como estaba para no incomodarla.
- Me quedare así, no te preocupes - le sonreí.
- No me incomoda, si quieres puedes sacarte la camisa.
Me quedé pensando unos segundos y luego asentí, estaba por quitármela hasta que sentí una mirada penetrante sobre mi abdomen.
Era ella que tenía los ojos clavados ahí, me sonrojo y ella al darse cuenta de que la estaba observando de sonrojo al igual que yo y se tapo la cara de la vergüenza, yo reí y termine de sacarme la camisa completa.
Hay que decir que yo tenía buen físico, digo soy flaco y todo pero se me marca el abdomen, venas en los brazos y algunos músculos también en los brazos, estaba fuerte, creo que podría levantarla a ella con un solo brazo.
Luego de quitarme la camisa mis mejillas estaban algo coloradas y acaloradas.
- Bueno, ¿Querés que duerma contigo o como? - pregunte.
- Sí! Digo... Si no te incomoda - respondió ella.
- Esta bien
Me acosté en su cama y a los pocos segundos ella me hizo compañía.
Me quedé mirando asia el techo como hacía cuando estaba en mi habitacion, me quedé alrededor de 2 minutos pensando en todo lo que había pasado este día hasta que ella hizo un movimiento que ne sorprendió.
Se acostó en mi pecho desnudo y puso un brazo sobre el abrazándome, yo puse una mano sobre su cabello y jugaba con el.
Cabe recalcar que esta era una nueva sensación que estaba experimentando, me sentía tan bien y sentía que la estaba protegiendo y que ella se sentía bien conmigo.
Sentir su tibio rostro sobre mi abdomen era una sensación nueva pero maravillosa, quería que aquella escena durará lo suficiente como para olvidarme del mundo entero.
Narra ___.
En este mismo instante estoy acostada sobre el pecho de Samuel, esto es tan maravilloso, escuchar los suaves latidos de su corazón y sus manos acariciando y mimando mi cabello, ¿Qué más podía pedir?
Luego de un rato de silencio decidí apagar la luz de la mesita de noche y decirle a Samu:
- Te amo
Nisiquiera pensé en lo que acababa de decir pero sentía una gran liberación y de inmediato sentí que todo su cuerpo se tensaba ante esas palabras.
- Yo también...
Repitió para luego destensarse y relajarse aún acariciando mi cabello.
- Yo también - volvió a repetir en un suspiro con voz de adormilado.
Luego de un rato caí en un sueño profundo mientras pensaba en todo lo que había pasado y llegué a la conclusión de que Samuel me nesecitaba tanto como yo a él...
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Holiiiiiissss, ¿Les gusto el Cao de hoy? Ame escribirlo😭😭😭💘
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Corazón de fuego...🌺💫 (Samuel Emerson y tú)
RomanceSamuel Emerson, uno de los tantos personajes de Thomas Sangster (Thomas Brodie-Sangster) (Primera historia) 😸💟