La tecla Enviar es como el gatillo de un revólver.
Nunca se llegó a saber quién la presionó. Fueron todos. No fue ninguno.
Se habían reunido en casa de Felix aprovechando que sus padres tenían la boda de una prima y llegarían de la fiesta al día siguiente.
Jackson, Jin, Felix y Jimin habían logrado, al fin, juntarse en una noche de pijamas. Llevaban tiempo planificándolo pero siempre había un impedimento: un resfrío inesperado, un examen, una fiesta o un castigo.
Llegado el día, tomaron como pretexto la celebración de los 16 años que todos habían cumplido entre septiembre y enero. El programa no era demasiado creativo: pijamas, bolsas de dormir, cepillos de dientes, celulares y una botella de vodka que Jackson sacó, sigilosamente, de su casa.
La idea original había sido pasar la noche en una carpa, en el jardín, pero el clima no siempre está del lado de los buenos planes, y esa noche cayó un aguacero tan fuerte que la carpa naufragó como el Titanic. A las diez de la noche, tumbadas en la alfombra de la habitación, los cuatro amigos hablaban de sus asuntos y se reían de casi cualquier cosa.
Felix sacó de su mochila una libreta y propuso llenar sus páginas con ciertas confesiones que volverían a leer un año más tarde. Tendría gracia revisar doce meses después cuánto de aquello permanecía en sus vidas.
-Por ejemplo -dijo Felix para convencerlos-. cada uno va a nombrar a tres chicos guapos del colegio. A ver si dentro de un año siguen siendo guapos y no les han salido granos o no les ha crecido la nariz
-¿Tres chicos guapos? -preguntó irónico Jin-
Lo estás poniendo difícil, en nuestro colegio con suerte llegamos a un guapo y medio. -¡Sí! -añadió Jackson-, quizá deberías modificar la categoría: "Enumera a tres chicos que no asusten" o "Enumera a tres chicos del colegio que no pertenezcan a la familia de los insectos".
Las páginas comenzaron a llenarse entre risas casi infantiles: ¿Quién es el más guapo (o el menos feo)? ¿A quién le darías un beso que lo deje sin aire? ¿A quién le dejarías sin aire... pero sin el beso? ¿Quién se merece una liposucción en el cerebro? ¿Con quién te escaparías a una isla desierta? ¿A quién abandonarías en esa isla desierta? Si fueras un fantasma, ¿a qué profesor te le aparecerías en el asiento trasero de su auto? ¿A qué chica o chico del colegio le donarías la parte de tu cuerpo que más odias?
Entre todos, Jimin era el más silencioso. Tenía el rostro de un niño con pecas en la nariz. Llevaba el cabello rubio y rizado. Todo en el era sutil. Parecía que se relacionaba con el mundo de puntillas, sin aspavientos. Sus amigos lo animaban a que venciera esa timidez, y entre bromas le advertían de todas las calamidades que le caerían encima si no se soltaba un poco: "Está científicamente comprobado que los tímidos viven quince años menos que el resto". "Según estudios realizados en Harvard, si a los 16 años no has vencido la timidez tienes un altísimo riesgo de volverte peludo". "Dos de cada tres tímidos se casan con políticos".
Ante esto Jimin solo sonreía y prometía a sus amigos: un día de estos les doy la sorpresa.
Entre todos, el más atrevido era Jin, que siempre parecía estar a punto de comerse el mundo de un solo bocado. En medio de la reunión Jin desafió a Jimin para que le respondiera una pregunta personal. La miró con cierta malicia y le dijo:
Mimi, todos sabemos que a ti te gusta Ahn Bo Hyun, ¿estarías dispuesto a enviarle una foto provocativa?
Jimin movió la cabeza, sorprendido con la pregunta.
-A mí no me gusta Ahn Bo-hyun.
-¡Yaaaaa! -gritaron todos-. ¡Te encanta! De nada sirvió que Jimin intentara disuadirlos; con su negativa solo consiguió que Ahn Bo Hyun se convirtiera en el principal tema de conversación, y para que dejaran de machacar e insistir terminó admitiendo, con sonrisa tímida, que sí, que un poquito si le gustaba.
ESTÁS LEYENDO
La lluvia sabe por qué [Kookmin] [Adap]
FanfictionDurante una inocente reunión. Jimin se convirtió en el blanco de una broma pesada: sus amigos lo fotografiaron con el celular mientras el se cambiaba de ropa y alguien alguien presiona entre risas la tecla ENVIAR. La imagen carre como pólvora y el e...