Un Pie en la Tumba - #2 - KTH + JJK

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Mi hogar era una pequeña casa de dos pisos al final de un callejón sin salida.

El interior era casi espartano en su desnudez. Un sofá debajo de las escaleras, estanterías, algunas lámparas y un minibar cargado con gin-tonic. Si mi hígado no fuera mitad vampiro, ya hubiera muerto por cirrosis. Ciertamente, Yoongi, Shin, y Dave nunca se quejaban de mi alcoholismo. Un suministro constante de alcohol y una baraja de cartas era suficiente para que regresaran. Muy mal, ninguno de ellos era un gran jugador de póker, ni siquiera estando sobrios. Hacer que se emborracharan era divertido, ver sus habilidades en las cartas pasar por segundo.

Así que, ¿cómo se puede firmar por esta vida de lujo? Mi jefe, Dong, me encontró a los veintidós años cuando me metí en un pequeño problema con la ley. Ya sabes, las cosas de juventud de costumbre. Matar al gobernador de Ohio y varios de sus colaboradores, pero ellos eran modernos vendedores de esclavos quienes vendían a los jovenes a los no-muertos para alimentación y diversión. Sí, se merecían la muerte, sobre todo desde que yo fui uno de esos jovenes que habían tratado de vender. Yo y mi novio vampiro, Taehyung, habíamos dejado nuestra propia marca de justicia en ellos, lo que dejó un montón de cuerpos.

Después de ser arrestado, los informes de mi particular patología me acusaron de no ser totalmente humano. Dong se apareció con su secreto de "Seguridad Nacional" para darme la excelente oferta que no podía rechazar. O la amenaza de muerte, para ser más exactos. Tome el trabajo. ¿Qué otra cosa podía hacer?

Pero a pesar de sus muchos defectos, a Dong verdaderamente le importaba defender a esos que la ley normal nunca podría proteger. Me preocupaba también. Es por eso que ponía en riesgo mi vida, porque sentía que era la razón por la que había nacido medio muerto, pero luciendo como todos los seres humanos. Podría ser ambos, tanto cebo como el enganche para lo que merodeaban en la noche. No había un vivieron felices por siempre, es cierto, pero al menos hacía una diferencia positiva para algunas personas.

Mi teléfono sonó mientras me ponía mi pijama. Desde que era casi la medianoche, tenía que ser uno de los chicos o Jimin, porque mi madre nunca llamaba tan tarde.

"Hey, Jungkook. ¿Cómo vas?"

Park Jimin sabía lo que hacía y sabía lo que era. Una noche, mientras me ocupaba de mis propios negocios, había encontrado a un vampiro tratando de convertir su cuello en un gran trago. Para cuando lo maté, ya había visto lo suficiente para saber que él no era humano. Para su crédito no gritó, desmayó o hizo ninguna de las cosas que una persona normal haría. Él simplemente parpadeó y dijo:

"Wow. Te debo una cerveza, por lo menos."

"Sí", le contesté. "Sólo que la quiero ahora."

"Uh, ¿mal día?", Eschuche que pregunto.

Pero él no sabía que había pasado la mayor parte del día curándome de una puñalada auto infligida con la ayuda de Brams y el dudoso beneficio de haberme destripado a mí mismo con un cuchillo recubierto con la sangre de un vampiro. Eso en sí mismo había hecho más por curarme que las píldoras mágicas de Dong.

Nada pero nada, cura como la sangre de un vampiro. "Um, lo de siempre. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo estuvo tu cita?"

Él se rió. "Estoy en el teléfono contigo, ¿qué te dice eso? De hecho, estaba a punto de descongelar pastel de queso. ¿Quieres venir?"

"Claro, pero estoy en pijama."

"No te olvides de las zapatillas suaves y peludas". Casi podía ver la sonrisa de Jimin. "No te verías bien sin ellas".

"Nos vemos pronto". Colgamos y sonreí. La soledad quedó en suspenso. Al menos hasta que el pastel de queso llegara.

A estas horas de la noche, las carreteras de Virginia estaban en su mayoría desiertas, pero mis ojos estaban abiertos porque esta era la principal hora de forrajeo para los no-muertos. Por lo general, había un vampiro tomando un bocado.