Un Pie en la Tumba - #2 - KTH + JJK

011

Mi madre necesitó varias advertencias fatales más antes de acceder a no hacer nada para interrumpir la recepción. O notificar en mi trabajo de Taehyung. Yo le había prometió rotundamente convertirme en vampiro al instante que ella lo hiciera.

"Eso es lo que él quiere de ti, Jungkook. Él quiere robar tu alma y convertirte en una bestia," dijo ella por tercera vez mientras me acompañaba a la sala.

"Bueno, entonces, tendrás eso en cuenta y mantendrás tu boca cerrada, ¿no?" Alcanzamos la puerta. Jimin abandonó su lado junto a Yoobin y nos recibió en la entrada

"Oh, Jungkook, yo no sabía que el amigo de Yoobin era..." Él bajó su voz. "¡Un vampiro! Pero no te preocupes. Hablé con Yoobin. Él estaba sorprendido de que supiera que existían también. Tenemos mucho en común. De todos modos, Yoobin jura que es inofensivo. Dice que lo ha conocido por meses."

Mi madre miró a Jimin como si le hubieran crecido tres cabezas. "¿Inofensivo? ¡No estamos hablando de un perro que quizás no muerda! Estamos hablando de un asesino"

"Ejem," interrumpí, acariciando mi cuello para dar énfasis. Ella cerró la boca y se marchó. Lejos oí a Taehyung resoplar riéndose. Él había estado escuchando.

"Está bien Jimin," le aseguré. "Él sabe que mientras mantenga sus colmillos limpios, no tendremos ningún problema."

"¿Como sabe eso?" él preguntó de manera casual. "¿Hablaste con él? Estabas en el baño hace un rato y no lo vi. ¿Lo acorralaste?"

Al contrario. "Um, bueno, algo...eh" tartamudeé, algo que no había hecho en años. "Lo conozco. Quiero decir lo he visto antes por ahí. En Virginia, si eso es. Él, uh, él y yo tenemos un acuerdo. Él no se mete conmigo y yo no me meto con él."

Jimin lo aceptó en sentido literal. "Bueno, entonces vamos a buscar unas fotografías. Me alegra que ustedes dos no vayan a pelear. Dile que no le mencioné nada de ti a Yoobin, ¿okey? Tu jefe perdería todo el cabello de la pelotas si se da cuenta cuanta gente sabe de ti."

"Buen punto." Bueno punto, de hecho.

Taehyung era la misteriosa pareja de Yeo para la boda. Ella estaba encantada, arreglándoselas para pegarse a él indecentemente en cada oportunidad. Para empeorar las cosas, él estaba siendo encantador. Podría haberlos matado a los dos alegremente luego de las fotografías.

Pero yo no podía demostrar cuanto me molestaba por la misma razón que no había corrido a los brazos de Taehyung la primera vez que lo vi. Sin importar cuales fueran mis sentimientos, las circunstancias no habían cambiado. Así que yo no podía permitirme dejarle saber cuánto él aún me importaba.

Todo lo que podía hacer era dejarlo tranquilo y esperar que Taehyung se tragara el acto lo suficiente como para dejarme esta vez.

Caminé directo al bar luego del último click de la cámara. Había una sola cosa que podría ayudar esta noche y era ginebra. Mucha ginebra. Me tomé el primer vaso sin moverme frente al camarero.

"Otra."

Él camarero puso cara de incógnita pero sirvió otro gin-tonic. Vi el nivel que seleccionó y lo miré mal.

"Más alcohol," dije sucintamente.

"¿Ahogando tus penas?" Una voz familiar detrás de mí se burló.

"No es tu problema," respondí, enderezándome.

"¡Ahí estás, cariño!" Jiwoo se acercó y me dio un beso en la mejilla. Taehyung apretó los labios en una línea sombría mientras miraba.

"Um, Jiwoo...Te mostraré tu mesa." Yo quería alejarlo de Taehyung, que estaba mirando a Jiwoo como si prefiriera beber de su cuello que de lo que el bar tenía que ofrecer.

Vi a Jiwoo en su asiento ya que yo estaba sentado aparte en la mesa principal con el resto de la fiesta nupcial. Mi madre me apartó a un lado tan pronto como dejé a Jiwoo. Su rostro estaba rojizo.

"¿Sabes lo que hizo esa bestia cuando te alejaste de él en el bar? ¡Me guiñó el ojo!"

Agarrado de sorpresa, me reí. Dios, eso no tenía precio. Ella debió haber tenido vapor saliéndole de los oídos.

"¿Crees que es gracioso?" preguntó irracionalmente.

"Bueno, mamá, él arriesgó su vida por ti y luego hiciste los más endemoniado tratando que lo mataran. Quizás no le agrades."

Hablé bajo pero con ligereza. Nada preocupado por lo que Taehyung le hiciera a ella. Él nunca la lastimaría, lo sabía, pero definitivamente ella tenía unos aguijonazos por venir. Solo Dios sabía lo que yo temía que viniera.

Había tarjetas en la mesa principal, que era una larga cosa rectangular que daba frente a toda la sala de recepción. Me senté en la marcada para Kim Jungkook.

Yoobin se sentó a mi izquierda, con Jimin a su derecha. A mi derecha leí Van-te. ¿Quien...?

"Tienes que estar bromeando," dije en voz alta. ¿Por qué no mejor me disparo a mi mismo y salgo de esto?

"Soyeon, nos encontramos otra vez." Taehyung apareció y tomó su lugar junto a mí mientras yo saltaba de mi silla. "No quiero ser grosero, pero creo que su mesa está por allá."

Él inclinó su cabeza para donde estaba sentado Jiwoo, ajeno al drama.

"¡Ahí estás!" Yeo chilló. Agarró a Taehyung del brazo y le sonrió.

"Tú y yo somos pareja por esta noche, ¡así que no más escapadas! Espero que bailes tan bien como luces."

"Ramera," murmuré, pero no lo suficientemente bajo.

"¿Que fue eso?" preguntó ella, todavía parpadeando tímidamente hacia Taehyung.

"Eh, Buena suerte." Mi voz se llevó a un nivel normal y me alejé.

Yeo parecía satisfecha. "Yo no necesito suerte."

Me tomé mi ginebra y me dirigí a la barra por una nueva. Mi madre miró a Taehyung mientras me seguía.

"Oh, Señor Kim," dijo Taehyung en voz alta. Su énfasis en mi apellido falso fue deliberado. Entonces otra vez, ¿Qué esperaba yo? Había tomado el apellido verdadero de Taehyung como mi alias; ¿Pensaba que él no lo notaría? ¿O hiciera algún comentario? "¿Sería cariñoso y me traería un trago? Recuerdas mis gustos, estoy seguro."

Una serie de maldiciones pasaron por mi mente, pero tomé un respiro profundo y me recordé a mi mismo mantenerme calmado. Jimin era mi mejor amigo. Él merecía una recepción encantadora, no un baño de sangre.

"Ese sucio, lascivo" empezó mi madre.

"Aguántalo" Llegamos al bar. Le di al pobre asistente una mirada asesina. "Vaso grande. Solo ginebra. Ni siquiera piense en hacer un comentario." Su rostro se puso blanco pero él siguió mis especificaciones. Tomé un largo trago antes de añadir. "Oh si. Y un maldito whisky, seco."