Un Pie en la Tumba - #2 - KTH + JJK

035

Una hora después, uno nunca adivinaria que no había hecho nada más extenuante hoy que comer una caja completa de pizza o comprar en el centro comercial. Estaba relajándome en una sala de vapor, con una asistente exfoliando mis pies, de todas las cosas. Había tratado de rechazar educadamente todos los mimos, pero me dijeron que era parte de mi tratamiento preestablecido. Y la verdad, se sentía maravillosamente, que mi protesta patética en el mejor de los casos.

Después de eso, hubo sauna, exfoliación y un baño de hierbas con aceites exóticos y mentas. Si hubiera algún rastro del olor Taehyung en mí después de esto, sería un maldito milagro. Incluso mis dientes fueron tratados con una solución blanqueadora que casi me quema las encías.

Cuando terminé me sentía como una versión de gama alta de un lavado de autos, el asistente vino y me entregó una caja.

"Aquí tiene, caballero. Esto es para usted".

Dentro había un tipo de traje, un teléfono móvil, un juego de llaves con la descripción del vehículo, y un par de botas. Tan pronto como los saqué, sonreí. Los chicos no serían los únicos con calzado peligroso. Los talones de estos eran de plata maciza, cubierta con sólo una capa de pintura negra.

Me vestí rápidamente, chequeando el reloj de la pared. Después miré a mi reflejo y me detuve. El traje tenía Taehyung escrito por todas partes, ya que era muy ajustado para mi gusto. Un saco sin camisa que solo me cubria hasta la mitad de mi pecho y dejaba mi cintura a la vista, un pantalón que se ajustaba demasiado bien a mis muslos.

Una cosa era segura: con este traje no me faltaría fluidez.

Una vez que estuve maquillado, el nuevo teléfono móvil de la caja sonó en el momento justo. Una voz desconocida estaba en el otro extremo.

"Reaper, reúnete con nosotros en el puente de la 45 y Wilkes. Más te vale estar solo. Para este momento ya debes saber que tenemos a cuatro de los tuyos, y no los necesitamos todos".

Qué encantador. Ni siquiera un hola. "Voy a jugar a colaborar, pero si matas a alguno de ellos, tú eres el próximo".

Yo ya estaba en camino hacia el aparcamiento, las nuevas llaves en mi mano. Se dirigieron al Explorer azul aparcado cerca de la entrada. Me abroché el cinturón de seguridad mientras me alejaba, ya que ser lanzada a través del parabrisas no estaba en mis planes esta noche. Por lo menos no que yo supiera.

Dos coches me esperaban en el área designada con cuatro vampiros en cada uno de ellos.

"Hagamos este espectáculo en el camino chicos." Los saludé.

Dieciséis pares de ojos me recorrían desde la cabeza a mis pies con botas. Amablemente gire en un círculo y extendí los brazos.

"Puedes revisar si tengo armas, peor lo que ves es lo que hay. Ahora, si ya terminaron de andar boquiabiertos, tengo una cita quien se que su jefe es."

"Hola, cariño", dijo una voz detrás de mí, con un acento inglés pronunciado.

Me di la vuelta para ver a un vampiro alto con el pelo negro, largo y rizado descansando junto a la baranda.

Él no había estado allí hace un momento. Su aura anunciaba que era el más poderoso del grupo, un vampiro maestro y no era la primera vez que lo veía.

"De donde yo vengo, es de buena educación presentarse a sí mismo primero antes de llamar a alguien por un apodo, ¿O tal vez no fuiste educado con modales?"

Él sonrió y se enderezó de su cómoda postura para hacer una reverencia, era lo más cortes que había visto nunca.

"Por supuesto. Que grosero por mi parte. Mi nombre es Spade."