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"Jimin, ya casi es hora."

Estábamos secuestrados en nuestra propia habitación privada del club de campo para evitar encontrarnos con el novio. La ceremonia y recepción se celebraría en el hotel. Jimin me miró mientras yo ajustaba su corbata.

"No sé que le dijiste a mis padres. Debes haberlos drogado, ¡pero no me importa!"

Con toda inocencia la abracé. No hay necesidad de decirle que los drogué, con la esencia alucinógena vampírica en su té helado, luego ejercí el control mental con mis ojos. Funcionó, para mi asombro. Si bien todavía estaban consternados por las diferencias religiosas, estaban aquí.

Yeo se paseó por la habitación. No me agradaba ella, pero era la prima de Jimin y una de las damas de honor, así que la amabilidad era requerida. Mientras yo había estado ayudando a Jimin a alistarse, ella había estado explorando los invitados en busca de hombres solteros. La mujer estaba perpetuamente acalorada.

"Él último padrino finalmente apareció," comentó. Suspiré de alivio. Ahora no tendríamos que retrasar la boda.

"Está delicioso," continuó ella. Ella pensaba que cualquiera que tuviera un pito era delicioso, pero me guardé eso para mí mismo. "Solo lo vi desde atrás por un segundo, pero que trasero."

"Um, Yeo, ¿podrías traes las flores?" sugerí, rodando los ojos hacia Jimin.

Jimin sonrió. "Buenas noticias, Yeo. Él es con el que estás emparejada esta noche. No lo conozco, pero Yoobin dice que es soltero."

Jimin había puso de padrinos y damas de honor a un chico- chica-chico-chica. Me pareció un poco extraño pero este era su espectáculo, no el mío.

"Delicioso," ronroneó Yeo de nuevo.

Me compadecí del tipo. Ella probablemente lo tocaría bajo la mesa antes de que el brinde comience.

El hermano de Kang Yoobin asomó su cabeza. "¿Estás lista Jimin?"

Él se volteó hacia mi apenas pudiendo contener la emoción.

"¡Vamos a casarnos!"

Le sonreí a Jonghyun. "Nos encontraremos en el frente."

Jimin evitó la tradicional marcha nupcial por una balada instrumental. En vez de escoltar los ujieres a cada dama por el pasillo, Yoobin y los padrinos esperaban al frente. Las damas y padrinos de honor caminarían una por una en orden jerárquico. Como el padrino principal, yo era el último antes de Jimin.

Mientras caminaba dentro del salón donde los cuarenta y cinco, familia y amigos estaban reunidos, sentí una oleada de puro poder inhumano. Hijo de puta, uno de los invitados era un vampiro. Mejor que planearan solo comer torta o tendría que ponerme jugueton con algo de plata. Eso sería un buen truco. Matar a un invitado en la recepción sin que nadie lo note. Mis ojos recorrieron la multitud de izquierda a derecha, buscando la fuente.

Mi madre sentada junto a Jiwoo, a quien Jimin había invitado antes de que yo pudiera decirle que estaba tratando de romper las cosas entre nosotros. Jiwoo me sonrió mientras yo caminaba por el pasillo estrecho. Le sonreí de regreso e hice inventario de una manera militar. Lado del novio, limpió. Lado del otro novio, limpio. Por alguna razón, no se me ocurrió mirar al frente donde estaba parado el cortejo. Incluso cuando lo hice, me tomó un segundo de reconocimiento registrarlo en mente de pronto paralizada.

Su cabello estaba diferente. Castaño miel, en vez del rubio platino de mis recuerdos. También estaba más largo que antes, rizado sobre las orejas en lugar de acaparar su cabeza como un casco liso. La piel morena brillaba contra el tejido de su traje de ébano. Ojos castaños tan profundos, estaban casi negros perforando los míos con ninguna de las conmociones que yo sentía.

Un Pie en la Tumba - #2 - KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora