Harry no debería beber alcohol...

Lo que Harry piensa de sus amigos

Era pasada la medianoche, y en la torre de Gryffindor, cierta chica castaña de cabello indomable movía frenéticamente sus pies mientras, sin éxito, intentaba pasar de la página del libro que sostenía en sus manos. Algo le impedía estar tranquila

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—. ¡¡Harry James Potter!!— susurró gravemente Hermione una vez que lo vio entrar por el agujero del retrato de la sala común, mostrando preocupación y enojo por partes iguales. Rápidamente fue la preocupación quien dominó la balanza al verlo ingresar tambaleante y sin piernas visibles— ¿¡Harry!? ¿¡Estás bien!? ¿¡Que ocurre!?— cuestionó alterada

—. ¿Quien... eres?— preguntó la voz extrañamente nasal del chico, quien apenas y se cubría la parte inferior del cuerpo con su capa invisibilidad. Era un milagro que Filch y los prefectos no hubieran notado un torso flotante en los pasillos...

¡Estaba ebrio!

Hermione frotó su frente tratando de despejar su exasperación. ¡De todas las tonterías posibles y decidió beber alcohol! Bueno... No era momento de reprenderlo, lo haría cuando estuviera en sus cabales, así que trató de apoyarlo para dejarlo en uno de los sofás y con ello, esperar que descansara lo suficiente para un buen sermón mañanero

—. ¡Gracias! ¡El castillo se mueve bastante!— el pelinegro agradeció la nueva estabilidad mientras la castaña suspiraba— ¿Quien eres tu?— preguntó de manera alegre mientras era conducido por la sala

—. Soy Hermione, tonto— replicó exasperada mientras lo sentaba y le quitaba su capa y una botella de Whisky de Fuego a medio acabar, negando con su cabeza por ello

—. No es cierto, tú no eres ella— negó tristemente mientras la observaba de pies a cabeza

—. ¡Lo soy! Pero estás demasiado ebrio para reconocerme ahora— replicó— Ahora acuéstate y será mejor que duermas ya— agregó severamente

—. ¡No! ¡No lo eres!— negó con fuerza mientras era forzado a permanecer en el sofá

—. ¡Claro que lo...

—. Hermione es más bonita que tú...— dijo Harry antes de que la castaña continuará su réplica

Los ojos de Hermione se abrieron como platos ante lo dicho por su mejor amigo y su vista se dirigió hacía él, sin saber que pensar o que decir, para su fortuna, él decidió continuar

—. Además, ella no tiene una gemela— añadió con seguridad mientras negaba con su dedo. ¡Ahora estaba viendo doble! La castaña solo suspiró con decepción, eran solo divagaciones y tonterías de un borracho— Ella tiene unos bonitos dientes frontales, algo grandes, pero que se ven muy bien en ella y tú no los tienes— declaró y continuó— ¡Y también tiene una gran melena tupida! ¡Cómo un león! Jiji ¡Me encantaría sumergir mis manos y ver qué tan suave es! Siempre me he preguntado si se sentirá como algodón ¡o como una nube!— exclamó risueño mientras sus manos se elevaban en el aire, haciendo énfasis en lo que decía

Hermione dejó escapar una suave risa, jamás creyó que vería una faceta así de Harry, pero era interesante a pesar de las tonterías, después de todo ¿a quien le gustaría ella con sus dientes de castor y su cabello rebelde? ¡El ni siquiera recordaba que una maldición de Malfoy le dió la oportunidad de tener dientes normales apenas hace unos días! Y al parecer, la liga que ataba su cabello le sirvió de camuflaje. Aún así, ella decidió jugar un poco... ¿No habría daño en ello, verdad?

—. ¡Bien, bien! ¡Me atrapaste! No soy Hermione— exclamó con las manos en alto solo para recibir un "¡Por supuesto que no!" cómo respuesta. Decidió continuar a partir de ahí— Sin embargo, no creo que ella sea tan bonita como dices...— mencionó vacilante, mientras de reojo buscaba ver la expresión del chico