Capitulo 1

431 31 4
                                    

Inicio

???: Uchiha Óbito Celda 115

Fue entonces cuando entre a la cárcel, me acusaban del delito de homicidio, aún estaban averiguando si era culpable o no, aún iban a darme un juicio en lo que tenían las pruebas suficientes para acusarme.

Para serle honesto obvio era culpable, Madara me había mandado a asesinar a uno de sus mayores enemigos, según se había enterado esta persona tenia planeado quitarle la empresa cosa que no iba a permitir, así que me mandó a mí, la misión había salido bien pero al parecer había un soplón entre nosotros ya que otros compañeros me ayudaron con el trabajo y ahora estamos pagando por lo que hicimos.

Cuando el guardia menciono mi celda otro de ellos me acompaño hasta que llegamos.

???: Entra ahora, compartirás la celda con este chico *menciono cuando me empujó para que entrara* y mucho cuidado con lo que hagas, no vayas arrepentirte

Dicho esto el guardia volvió a cerrar y se fue, solamente solté un suspiro y ni atención le puse a mi compañero, me acerque a los barrotes de la celda y me quedé viendo a la nada, esperaba que Madara me ayudara a salir después de todo siempre había trabajado para él, sin ningún fallo y él me tenía una inmensa confianza esperaba que por lo menos se movilizará y me sacará de este lugar.

Estaba hundido en mis pensamientos cuando escuché una voz, volteé a ver hacia atrás en donde estaba mi compañero sentado y me sorprendió al ver su rostro un tanto afeminado, su cabello era largo y dorado.

Deidara: por qué te acusan? *Le miro un tanto curioso*

Óbito: *suspire y me di la vuelta de nuevo* me acusan de homicidio

Deidara: vaya.... A mí me trajeron por robo y digamos también por prostitución *suspiro y se volvió acostar*

Óbito: *cuando escuché eso me volteé rápidamente y le mire* prostitución? Trabajabas acaso para alguien?

Deidara; no te puedo decir esa información, no se si en este momento las paredes tengan oídos

Y era cierto debía tener cuidado cuando fuera hablar de mi delito, los guardias o quizás soplones iban a escucharme y eso arruinaría mi escape si es que Madara iba ayudarme.

Esa fue la pequeña plática que tuve con mi compañero hasta que llegó la noche, me encontraba acostado en mi litera cuando abrieron la celda y sacaron a ese joven rubio y se lo llevaron, no supe más de él hasta más de la media noche cuando me di cuenta que regreso, estaba sentado en la cama de abajo de la litera, mirando hacia el pasillo, pude notar que algunas lágrimas le escurrian por sus mejillas.

Pero en ese momento decidí mejor no preguntarle nada, no era asunto mío y no era nada que debería importarme, me dormí y fue hasta la mañana que me desperté por los golpes que resonaban en los barrotes, eran los guardias que nos estaban despertando para llevarnos a los comedores y desayunar.

Baje de mi litera y observe que mi compañero aún estaba acostado así que lo hablé.

Óbito: oye chico despierta

Deidara: *se levantó pero hacía unas muecas de dolor pues al parecer estaba adolorido del cuerpo* si.... Si.. ya escuché

Dijo un poco quejándose cuando se puso de pie, luego los guardias nos indicaron que saliéramos y que hiciéramos fila ya que nos llevarían al comedor, ya cuando estuvimos en fila nos llevaron, ahí tomamos bandejas y nos acercábamos a los cocineros para que nos sirvieran de comer, vi que mi compañero de celda se fue a sentar un poco alejado de los demás le iba a seguir pero decidí no ir cuando vi que una de las mesas aún no se habían llenado, me senté en aquella mesa a comer de mi desayuno.

Cuando volteé a ver a mi compañero y vi que otros presos se le acercaron, uno de los presos se le acercó, al parecer tenían "amistad" ambos pues vi que el preso que se le acercó empezó hablar con él, aunque ya no le tome importancia y continúe desayunando, cuando termine la mayoría de los presos habían regresado a sus celdas y mi compañero no estaba, pero ya me había aprendido el camino de regreso a la celda, deje mi bandeja y me fui.

Cuando llegue a mi celda note que mi compañero buscaba algo entre sus cosas, note que saco un pequeño sobre que al instante me di cuenta de que se trataba, era un condón, y por su delito podía darme cuenta que aún seguía haciendo eso aquí, cuando él se dio cuenta que yo estaba ahí se puso nervioso, no me dijo nada y solamente se fue cuando termino de tomar las cosas, no le tome ningún tipo de importancia y me subí a mi litera.

Un tiempo después llegó un chico de pelo blanco y ojos color violeta y me preguntó por el chico.

Hidan: oye viejo no sabes dónde se fue la rubia? *Dijo en un tono bastante tranquilo*

Óbito: no, no vi para dónde se fue, debe de estar dando su servicio *dije eso para ver si me daba un tipo de información*

Hidan: oh entonces ya se donde debe de estar *no me dijo nada más y se fue*

Fue cuando la curiosidad me gano y me levanté, espie para dónde se había ido aquel chico y de forma sigilosa lo empecé a seguir observe que se había ido a una parte alejada donde ni siquiera guardias habían, y revisando bien ni cámaras habían, al acercarme más podía escuchar "ruidos'' digamos algo extraños para otros pero no para mí yo ya sabía que tipo de ruidos eran, eran gemidos y por el tipo al parecer le estaban dando duro, me oculte lo mejor que pude cuando note que el chico peli-blanco se dio la vuelta para irse.

Pero yo decidí quedarme para ver qué más pasaba, pasando un par de minutos se escuchaban quejidos y algunos golpes y un chillido que pude notar de lo que se trataba, pero decidí no meterme en eso ya que no era asunto mío, además que en un ambiente así, los mismos presos te matan.

Paso más tiempo cuando note que un preso salió, era uno alto musculoso con un tatuaje en su cuello que llegaba hasta la mitad de su cara y creo que ese mismo tatuaje era el mismo que conectaba con su brazo.

???: Después nos vemos Deidara y espero la próxima vez no chilles tanto niñaro *después de eso se burló un poco y se fue*

Espere hasta que esté se fuera y fue cuando vi que salió mi compañero, en el rostro no tenía ningún golpe bueno solamente uno en su labio que le estaba sangrando pero notaba mucho que se agarraba su estómago, al parecer había resivido golpes en el abdomen, salí cuando ya estaba demasiado cerca de mi escondite y el se sorprendió cuando me vio que estaba ahí parado, y se puso más nervioso por qué incluso notaba que sus labios le temblaban al igual que el cuerpo.






CELDA 115Donde viven las historias. Descúbrelo ahora