Capitulo 22

68 7 1
                                    

Ese día paso con normalidad y ya era la mañana del día siguiente, Deidara se había despertado más temprano que Sasori para checar que estuviera vivo, y para su suerte aún el pelirrojo respiraba, Deidara se sentó en el borde de la cama y miro fijamente el suelo, aún pensaba en lo que Kakuzu le había dicho, de cierta forma le daba miedo que por esta situación Óbito lo hiciera de lado y lo dejara a su suerte.

Pensando en eso estaba mientras en la prisión entraba él que con tanto temor esperaba Deidara, Kisame Hoshigake había llegado a la prisión para cumplir con la misión que Pain le había encomendado, Pain no le tenía mucha confianza a Deidara pues este anteriormente después que capturaran a Sasori esté había intentado escapar, sabía bien Pain que este muchacho era muy listo y que debajo de esa carita angelical e inocente se escondía un demonio sediento de venganza.

Ya que algunas veces Deidara había tomado una navaja amenazando al que tuviera frente de él para matarlo, así que para Pain no era sorpresa que después de su libertad quisiera hecharlos de cabeza para que les pillaran en sus negocios, Kisame se encargaría de la misión que Pain le encomendó, ya que pasará un par de horas iba a ir con Kakuzu para que esté le diera toda la información de Deidara para que pudiera cumplir su cometido.

Kakuzu era secuaz de Óbito y por supuesto que también de Pain, la verdad que en estas situaciones solo obedecía al que le pagara más sin que él otro lado se enterará de sus negocios, en este caso solo esperaría que la otra parte Óbito respondiera pero en este caso sería Deidara por qué suponía que esté no le había contado nada de la información que ya le había dado.

Al pasar unas dos horas Kisame llegó a la celda de Kakuzu quien no se esperaba la pronta llegada del hombre.

Kakuzu: *levantándose de su cama* tan pronto te mando Pain? Pensé que tardaría un poco de mas tiempo en llegar

Kisame: *sonrío ante el cuestionamiento del Avaro* si yo también pensé que iba tardar más tiempo para que me mandarán acá, pero se adelantó el jefe, fueron a comprar al muchacho y Pain me mandó para darle su merecido despedida de la organización

Kakuzu: asi? Por qué no se me informo? *Se acercó un poco al contrario*

Kisame: no todo lo que concierne en los negocios del jefe lo tienes que saber tu, sabes *se estiro un poco* dame la información del chico, necesito saber cómo debería empezar actuar

Kakuzu solo se quedó pensando en lo que había oído de Kisame, esté al ver lo pensativo que estaba el avaro le aventó una bolsa de dinero que rápidamente empezó a contar, eran más de 12,000 yenes, obvio esto le puso a pensar pues ahora que le diría al chico, se agarró el cabello y luego se sentó en su cama y empezó a pasar información sobre él chico, era un misterio como los guardias no se daban cuenta de lo que pasaban los presos, quizás no se daban cuenta por qué también estaban involucrados en la mafia y ya sabían de quién se trataba cada quien.

Por otro lado en otra parte de la prisión Deidara estaba ayudando a bañarse a Sasori, que esté bien podía seguir haciéndolo por qué aún tenía fuerza pero el prefería que Deidara lo hiciera por él, le gustaba sentir el suave tacto de sus manos en su piel.

Sasori: tus manos siguen siendo suaves.... Se sienten agradables *sonrío de forma tranquila*

Deidara: *continuaba frotando su piel con el jabón* Danna al parecer es en lo único que usted piensa jajaja, si mis manos siguen siendo muy suaves

Sasori: no eh dicho nada muchacho, el que lleva su mente para otro lado eres tú *soltó una ligera risita*

Deidara: *tomo shampoo y empezó a tallar el cabello del pelirrojo* Sasori... Hoy amaneciste mejor, noto que tú voz ya no es entrecortada y que tú respiración es más fácil y tranquila..

CELDA 115Donde viven las historias. Descúbrelo ahora