CELDA 115

Capitulo 17

A la mañana siguiente en una gran mansión se encontraban varios hombres estaban rodeando la cama del hombre más importante de esa ciudad, su nombre era muy reconocido pero que lástima que sus errores y sus actos no, aquellos hombres que le rodeaban eran hombres que le aconsejaban ya que según la costumbre de la familia a la que él pertenecía a cada jefe de la familia le daban personas para que le aconsejaran, estos mismos hombres servirían al siguiente sucesor.

Consejero 1: la ceremonia de matrimonio para él sucesor ya está arreglada Señor *era el consejero principal* solo falta que él joven amo sea encontrado

Kaigaku: *estaba ya muy débil que no podía ponerse de pie y hablaba pero muy débilmente* no..... Él no puede ser mi sucesor... Mi sucesor es él hijo de mi esposa Yume.... Es el único hijo de sangre que tuve....

Consejero 1: *todos los que estaban ahí presentes sabían que no era así, y sabían perfectamente que él joven que buscaban era su hijo mayor su primogénito* perdone la osadía de hablarle de esta manera, pero mi deber es aconsejarle y así mismo lo haré, pero él hijo de la señora Lihua es su primogénito, es el vivo retrato suyo que más quiere para tener la certeza que es su hijo, es hijo legitimo de esta familia

Kaigaku: *trato de incorporarse pero se le hacía difícil* no menciones.... Él nombre de esa mujerzuela.... Ni hables más de su bastardo...

Consejero 2: señor, el consejero principal está en lo cierto, que más prueba quieres para saber que es tu hijo? Es el vivo retrato de tu adolescencia, mientras él hijo de la señora Yume no se parece a ti, no estoy dudando que sea suyo pero el derecho de sucesor le pertenece al hijo de la señora Lihua

Y después solo se escuchó como tiraron una bandeja y los consejeros salieron de la habitación de Kaigaku, este aún no podía aceptar que él hijo de la mujer que desprecio antes fuera suyo, quizás su misma culpa lo había cegado y aunque ya supiera la verdad quería seguirse engañando de que esa mujer que una vez amo en el mundo lo había traicionado, su culpa de solo imaginarse que era verdad le carcome el alma.

Este hombre era idéntico al joven, que más ni menos se trataba de Deidara, era el vivo retrato de su padre aunque por sus rasgos tan finos en su rostro pudo sacarlo de su madre, pero de lo demás era idéntico a su padre, su característico cabello rubio sus característicos ojos azules y las demás facciones en su rostro, la forma de mirar con odio a las personas.

Pero había algo que Deidara no había heredado de su padre y era su ambición, hundir a cualquier persona para obtener lo que desea, nunca Deidara había pensado tal cosa, había hecho cosas malas sí, pero todo esto había sido obligado hacerlo, Kaigaku Kamiruzu tenía más podrido él corazón decía amar pero solo era ambición de tener más y más, por supuesto que la mayoría de la fortuna de la familia Kamiruzu era gracias a la familia de la madre de Deidara, pues este cuando la hecho de la casa se quedó con toda la fortuna que él abuelo de Deidara le había dejado a su madre.

La fortuna de ella era más que la de Kaigaku Kamiruzu, todo esto lo sabía Deidara y de cierta forma le guardo odio apesar de que era un chico bondadoso, pero odiaba a su padre pues si madre la vio sufrir y aveces veía que ella no comia para poder dárselo todo a él, había caído tan bajo por culpa de aquella horrible persona que engendro su semilla para después simplemente negarla, su madre nunca se arriesgo a irse sin sus documentos por qué no quería que le pasará algo a su hijo, por ende nunca salió en busca de sus familiares.

Pero él pequeño Deidara tuvo que ver muchas cosas que su madre hizo por él, pero no, no piensen que su madre empezó a prostituirse no, no ella nunca llegó a ese punto, prefería mendigar en la calle y hacer pequeños trabajos que le daban, ella cambio su apariencia para que nadie más la reconociera y no ser humillada por los medios de comunicación,  y proteger y mantener limpio él respetable apellido de su familia.