Capitulo 6

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Pasaron apenas tres días cuando Madara volvió a la prisión para hablar con Óbito sobre su estadía en la prisión, Madara ya sabía cuánto tiempo Óbito iba a pasar ahí, así que había ido para arreglar algunas cosas, quería saber que quería Óbito en la celda si tenía alguna petición.

Los policías fueron a buscar a Óbito y lo llevaron a la oficina donde Madara lo esperaba, esté al verlo le dedico una sonrisa, estos tenían buena amistad no era para nada raro que Madara quisiera ayudarlo, no lo hacía por interés ni nada.

Obito: *tomo asiento frente al Uchiha* a que se debe nuevamente tu visita?

Madara: *le ofrecía una cigarrillo y un encendedor mientras el fumaba el suyo* ya sé cuánto tiempo estarás en prisión, será un año y 6 meses Óbito, pero tienes que actuar con naturalidad el día de la audiencia, eh venido aquí para preguntarte si querías algo en tu nueva celda? Ya Itachi te debió a ver explicado no?

Obito: *encendió su cigarrillo y empezaría a fumar soltando una cantidad de humo y mirando de forma tranquila al mayor* lo mismo que tiene Itachi, pero solo quiero cambiar una cosa, que mi compañero de celda vaya conmigo también, si lo dejo ahí los demás presos regresarán y no quiero meterme en problemas otra vez como aquel día

Madara: *miro de forma sería a Óbito, soltando también humo por la boca acompañado de un suspiro* veré qué puedo hacer Óbito, quieres algo más?

Obito: *se inclino un poco hacia enfrente quedando cerca de Madara* quiero que me hagas un favor, que me ayudes a investigar sobre Deidara, quiero saber todo de él y él hecho por qué está aquí, creo que ese chico está involucrado en algo, en algo que tú y yo sabemos bien

Madara: *entendió por qué camino iba Óbito, apagó su cigarrillo* Óbito, lo que pides es complicado, pero solo por qué eres un buen amigo mío te haré caso, sabes que no quiero involucrarme mucho en la trata de menores, pero solo por ti investigaré si Deidara tiene que ver en esto

Obito: *suspiro ya las relajado* gracias

Madara: bueno haré lo que me pides y tendrás lo que quieres, cuando te den la sentencia trata de actuar como si no lo supieras ya

Obito y Madara después de un rato y de resolver negocios terminaron de hablar y se llevaron nuevamente los policías al Uchiha, esté al llegar a su celda noto que Deidara estaba ahí, y buscaba alguna cosa entre sus pertenencias pero no le prestó mucha atención, se subió a su litera a dormir un rato.

En eso escucho que entró otra persona, escuchando la voz se dio cuenta que era un viejo conocido suyo, un moreno alto y de apariencia intimidante, era Kakuzu pero que quería esté ahí, se levantó al escuchar que era solo que lo estaba buscando, pero para que?

Obito: Kakuzu hace tiempo que no te veía *dijo bajando de la litera*

Kakuzu: Uchiha, lo mismo digo de ti, quiero un favor tuyo *respondió de forma tranquila*

Obito: dime qué quieres? Y veré qué puedo hacer

Kakuzu: me enteré por ahí que Madara tiene que ver en algo de la prisión, y quisiera ver si podías hablarle de mi, desde que llegué aquí solo lo vi una vez

Obito: *suspiro pesadamente* lo que me pides es difícil Kakuzu, Madara aun recuerda que lo quisiste traicionar por dinero, pero veré qué puedo hacer aunque no prometo nada

Kakuzu: suspiro y se acercó al oído del Uchiha Dile que tengo la información que quería... Solo por eso quiero hablarle

Después de decir eso se fue sin dejar que el Uchiha le contestara, y este quedó confundido sujetando la barbilla y pensando para tratar de adivinar que información podía ser esa, hasta que una vocecita hizo que volteara a verla.

Deidara: los Uchihas son raros, los envuelve un aura de misterio...

Obito: le dio gracia aquel comentario jajajaja si tú lo dices, solo somos más importante que cualquier otro clan que haya existido

Después de decir eso subió nuevamente a su litera está vez tratando de dormir un rato, así pasaron los días, y días hasta que llegó el día de la audiencia, Óbito se notaba de lo más normal, y el único preocupado por qué ya no tendría quien lo defendiera era Deidara, pues a los presos juzgados por crimenes de asesinato eran llevados a otra área de la prisión, los separaban de los demás presos y así mismo eran con los otros delitos, estaban separados por áreas.

Deidara: *miro al Uchiha y luego suspiro* te veo tranquilo, no te preocupa... No te preocupa la condena que te den?

Obito: *volteo a ver al joven y le sonrío de forma confiada* no, se que ellos harán bien su trabajo

Después de decir esas palabras fueron a buscar al Uchiha, pero para sorpresa no eran solo dos policías, eran más y entre ellos estaba Itachi quien entró y recogió las cosas de Óbito para llevárselas quedando dos policías con Deidara en la celda.

Policía 1: niño, toma tus cosas y síguenos

Deidara; *extrañado empezó a tomar sus cosas pero obvio tenía curiosidad* a dónde me llevarán?

Policía 1: no preguntes y date prisa *dijo en un tono serio*

Deidara termino de recoger todas las cosas de la celda, que no eran muchas, luego los policías lo tomaron del brazo para llevárselo, todo era raro para él, no sabía para donde lo llevaban y empezaba a darle miedo, entraron a un área que él desconocía pues nunca antes había estado ahí, después de completarle el registro al llegar, solo caminaron pocos pasos cuando abrieron una prisión y lo metieron.

Policía 1: tu compañero llegará pronto, esperalo aquí y no salgas

Después de decir estás palabras cerraron la puerta dejando aún Deidara solo y confundido, se quedó pensando en quien podría ser su compañero, no tenía idea, aunque sospecho de Obito, miro toda la habitación hasta que sus ojos se fijaron en la cama que estaba arriba, pudo notar que haya habían unas cosas, las reconoció, eran de Óbito.

Pero si curiosidad aumento más, por qué estaría él ahí? Qué motivo tenía el Uchiha de que lo trajeran a su celda?, aquella celda era diferente a la de los demás, había una televisión y un teléfono de casa, la celda no era de barrotes, era un cuarto normal pero con puertas de acero.

Al ver todo eso, le dio algo de temor, si el Uchiha lo había traído ahí era con un propósito, y averiguar ese propósito le daba miedo, en esta vida él había sufrido sin fines de traiciones, ya nada se le hacía raro, todo se podía esperar de las personas pero aún era un niño, que sabiendo todo lo que podía pasarle tenía miedo, un miedo inexplicable que solo pocos podían entender.

Pasando masomenos unas 5 horas llegó el Uchiha, encontrándose en aquella celda a su compañero, este solo sonrió de una forma serena y pacífica, no quería incomodarlo ni que pensar mal de él.

Deidara; que hago aquí Óbito? Por qué estoy aquí contigo? *Dijo molesto y con voz firme*

Obito: *ese comportamiento lo había tomado por sorpresa* tranquilo muchacho, estás aquí por qué yo así lo pedí, no quería dejarte haya y que te hicieran daño los demás

Deidara: *también se mostró sorprendido por aquello* a cambio de qué me estás protegiendo? Que quieres de mi?

Obito: (oh por un demonio) *bajando la mirada y sujetando el tabique de su nariz respondió* mira muchachito, no quiero nada de ti, cuántas veces te tengo que decir que lo hago por qué no quiero verte sufrir? Aunque quieras parecer adulto aún eres un niñato que no sabe cómo ser un hombre y defenderse de los demás

Obito claramente se había molestado, le molestaba esa forma de ser del joven, siempre pensando que él Uchiha quería algo cuando solo quería su bienestar, pero después trato de controlarse, para su sorpresa Deidara no se molestó solo se sentó en la cama, pero en el fondo aquellas palabras le habían herido su alma, no le estaba pidiendo que lo cuidara, de hecho nunca le gustaba cuando alguien se le acercaba con "buenas intenciones" por qué la mayoría de veces era mentira.

Pero con el tiempo él se daría cuenta que estaba equivocado, no todas las personas son malas.

CELDA 115Donde viven las historias. Descúbrelo ahora