Capitulo 3

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No le di vueltas a ese asunto así que mejor me senté a comer, después averiguaría que le había pasado a aquel chico, cuando termine de comer me dispuse irme a mi celda, pero en el camino me encontré con Itachi que también se iba a la suya así que apresure el paso para alcanzarlo y hablar con él sobre él asunto de aquel Uchiha que era dueño de la prisión.

Itachi iba distraído leyendo un libro, como siempre fanático de la lectura, me acerque a él y lo hable eso vaya que lo tomo por sorpresa.

Itachi: que quieres Óbito? *Cerro aquel libro y me volteo a ver*

Óbito: me dejaste intrigado con lo que me dijiste hace rato Itachi

Itachi; hum... Lo del dueño de la prisión? Cuando le manden el informe de un nuevo Uchiha te mandarán hablar *se desvío de camino*

Me detuve a ver a dónde iba, se dirigía rumbo a unas celdas que digamos estás eran más privadas y no aguante la curiosidad así que le seguí, cosa de que se dio cuenta Itachi pero no me dijo nada al contrario me dejó pasar.

Itachi: me cambiaron de celda para no estar con los otros revueltos, tal vez a ti te den una igual

Óbito: pero esto es mejor que en la que están los demás

Itachi: la única diferencia aquí, es que hay una televisión los sanitarios están digamos en mejor condición que los demás, aparte de eso tengo más privacidad

Obito: *note que también había una litera así que volteé a verle* compartes celda también?

Itachi: No Óbito, no comparto habitación, pero tal vez si la comparta contigo después, claro si esa orden da el dueño de la prisión, pero créeme tienes más libertad cuando te cambian aquí, te dejan hacer más cosas y tienes permitido otras cosas que ya te van a explicar cuando te manden hablar

Obito:  Itachi, tu crees que me dejen elegir?

Itachi: celda? Tal vez, depende igual si le caes en gracia al dueño, pero eso ya depende de ellos no sabría decirte

Me quedé un largo rato platicando con él para pasar el tiempo y hacer que las horas no fueran aburridas, después de un rato me despedí de él y me fui a mi celda, cuando llegue me encontré con cierto rubio que estaba vendado de la cabeza por el golpe que quizás le había dado aquel sujeto, no me le quedé viendo tanto para no molestarlo y simplemente trate de evitar el contacto con él.

Solo pase a subirme a la litera para llegar a mi cama, aunque antes de subir fui llamado por el rubio.

Deidara; qué hacías haya?

Obito: *pare en seco y me baje para quedar después frente a él* eres un chico raro, además note que la noche no la pasaste aquí, y me dio curiosidad saber en dónde estabas así que seguí a tu amigo hasta aquel lugar

Deidara: *se extraño un poco cuando escucho eso* amigo?

Obito: el pelo platinado, vino a verte y le dije que no estabas, me dijo que sabía dónde estabas y supuse que cuando se fue para haya iría, así que lo seguí encontrándome con aquella escena que nada más de acordarme hace la piel se erice

Deidara aparto la mirada de mi tal vez mal interpretó mis palabras no lo sabía, lo que si me daba cuenta es que estaba molesto y triste pero no sabía si estaba molesto conmigo.

Obito: deberías tratar de defenderte muchacho

Deidara; así? Y tú crees que eso va a servir? Cuando eres nuevo vienen a verte, y si opones resistencia entre 5 te hacen lo peor, no sirve de nada defenderse, siempre se salen con la suya *aquello me lo dijo con tristeza y su voz se apagó un poco* vendrán por ti también

Óbito: *lo tome del mentón e hice que me viera* que vengan entonces.... Veremos ahora quién será el conejo asustadizo

Deidara solo abrió sus ojos como de plato cuando hice eso, la verdad no me daba miedo además dudaba que vinieran por mi, un silencio quedó en la habitación que daba a entender a qué no íbamos a seguir hablando así que subí a la litera para descansar un poco.

No sabría decir cuánto tiempo quedé dormido pero me desperté por un alboroto y que además alguien me agarró de los pies y además escuché la voz de mi compañero implorando misericordia por mi, eso era extraño así que me levanto y vi aún sujeto que me tomaba del pie al cuál le di una patada mandándolo al suelo, baje de un brinco de la litera y observe, eran 5 hombres como Deidara lo había dicho y uno de ellos había tomado a Deidara y lo había puesto contra la pared mientras una navaja estaba en su cuello.

Obito: suelten al chico y arreglemos esto como hombres *me quite la camisa del overol*

Akira: *hizo una seña para que soltaran a Deidara y dio un paso adelante* tranquilo no seas imbecil y ven con nosotros

Obito: no iré con ustedes, no soy un perro asqueroso como ustedes

Esto hizo enojar a ese corpulento hombre que se lanzo sobre mi dándome un golpe que yo pude esquivar dandole un golpe con la rodilla en su estómago, al ver qué no iba a poder solo pidió a sus secuaces que me golpearan, cosa que tampoco pudieron hacer pues era bueno en combate cuerpo a cuerpo y al ver qué no podían hacer nada tomaron a Deidara.

Akira: detente o matamos al chico!

Obito: solo por querer cogerme vas a matar a un inocente?! Que enfermo estás

Akira: un momento? Quién te dijo que queríamos cogerte? *Eso me confundió y obviamente también estaba confundido* oh vaya estupidez, suelten al chico muchachos y tú, vamos hablar por qué no es para eso que vinimos aquí

Obito: *volté a ver a Deidara pues eso me había dicho él que me harían y ahora había metido la pata* que quieres hablar conmigo?

Akira: *se incorporo y saco un pañuelo para limpiarse la nariz y luego se levantó del suelo y me saco de la celda* me llamo Akira y perdón por el mal entendido, pero nos llegó rumores de que trabajas para Madara Uchiha, y queríamos que cuando él viniera a verte pidieras que dejara que habláramos con él, queremos ver si podíamos hacer un trato con él

Obito: no lo sé, lo haré pero no sé cuándo vendrá

Akira: muy bien, cuando eso pase me avisas, y perdona por el mal entendido pero creo que el rubio también mal interpretó todo cuando llegamos

El se rió y también lo hice ya después de hablar él y sus secuaces se fueron y entre a la celda para hablar seriamente con Deidara pues que demonios estaba pasando con él.
Había hecho que yo golpeara a hombres que no venían hacerme daño ni a mí ni a él.

CELDA 115Donde viven las historias. Descúbrelo ahora