𝗜 𝗪𝗔𝗡𝗡𝗔 𝗕𝗘 𝗬𝗢𝗨𝗥𝗦 ¦ ･ﾟ💀
▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ⇝❛❛ wednesday fanfiction!! ❜❜
❛ If you like your coffee hot. Let me be your coffee pot. You call the shots, babe. I just wanna be yours. ❜
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𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘...
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MISERY SINTIÓ UNAS SUAVES PATITAS EN SU ROSTRO Y UNA LENGUA RASPOSA lamiendo su nariz, abrió lentamente sus ojos hasta que la luz de la lámpara pego directo en ellos, por lo cual tuvo que cerrarlos nuevamente y fruncir el ceño molesta, movió su cuerpo ligeramente y gruño al sentir algo pesado posado en su pecho. Parpadeo varias veces hasta acostumbrarse a la luz de la lámpara y bajo la mirada hacia dónde se encontraba ese peso muerto. Y no era nada más ni nada menos que Salem sentado como si nada en sus tetas y mirándola despectivamente.
— Al fin despiertas. Ya estabas preocupándome.
Salem se bajó de dónde estaba y Misery se pudo porfin sentar, miro a su alrededor y se dió cuenta que seguía en el baño.
— Enid me contó todo.
La rubia se levantó del suelo tambaleandose y se recargo en el lavamanos. Se miro al espejo durante unos segundos, analizando las facciones de su rostro el cual se encontraba palido como usualmente siempre se veía, sus ojos azules brillantes, sus labios rojizos carnosos y su nariz fina y delgada. Bajo su mirada lentamente hacia su estómago y alzó su blusa toda manchada de sangre, de su sangre, para ver su herida pero está ya no estaba.
— Desapareció la herida. Fue lo primero que hice cuando llegue, checarte, pero para mí sorpresa estabas bien, sin ningún daño.
— ¿Cómo es posible eso?
Pregunto Misery hacia su fiel amigo.
— Creeme, quisiera tener una respuesta ante eso pero no la tengo.
— ¿Y si me estoy volviendo mortal?
— Eso es imposible.
— También es imposible que nosotros sangremos y mira... Sangré.
Salem suspiro y se subió al lavamanos para mirar de frente a Misery.
— Cuando llegue tu padre resolveremos esto, lo prometo.
La rubia suspiro y bajo su cabeza cansada.
— Ey Misery, todo estará bien. No dejaré que salgas lastimada otra vez.
La hija del diablo sonrió y cargo a Salem entre sus brazos y empezó a acariciarlo provocando que este soltará ronroneos satisfactorios.
— ¿Qué hora es?
Pregunto Misery saliendo del baño y caminando hacia la sala.
— Las tres de la madrugada. Date un baño y duerme... en la cama está vez porfavor.
Misery sonrió burlona y le jalo de la cola a Salem, lo que hizo que este gruñera enojado y saltará de sus brazos hacia el sillón.
