I Wanna Be Yours (Alex Turner)

Viaje

Desperté con la mano de Turner en mi cintura, la aparté para levantarme e ir al baño, esta vez me aseguré de ponerle seguro a la puerta, cuando me miré al espejo, tenía ojeras, no muchas, pero se notaban un poco, éstos días no he podido dormir bien.

Salí del baño y Turner estaba sin camisa y con los ojos cerrados. Se veía tan atractivo.

—Estás bien Turner?

—Seeeh, solo con un poco de sueño.

—Y tu camisa?

—Está ahí, tenía calor.

—Más te vale que te vistas.

—Y si no quiero?

No tenía nada más que decir, agarré una almohada que estaba en la esquina y comencé a golpearlo, ambos reíamos.

—Mi cabello Mandy! Para!!!

—Y si no quiero?— le apliqué la misma de ahora, ahora me tenía agarrada de las dos muñecas y me había puesto debajo de él, nos seguíamos riendo fuerte, no me dí cuenta que sus pantalones estaban desabrochados y cuando trataba de safarme, se le estaban callendo, era gracioso. Turner me había logrado quitar la almohada haciéndome cosquillas y porque tenia sus manos agarrando las mías.

—Ja! Lo logré!— en ese momento, la puerta de la habitación se abrió, era Miles, bueno, mal interpretó el momento, quién no? Turner encima mío agarrandome de las muñecas y con los pantalones casi abajo.

—Lo siento, no quería interrumpir.

—No interrumpes nada Miles. Es un mal entendido!

***

—Y bien Turner, adónde vamos?

—Tengo muchos lugares, hoy si puedes tomar fotografías.

—Genial eh!

Debo admitir que pasar tiempo con este hombre es genial. Primero fuimos al hotel de Turner en el carro, nos despedimos de Miles y prometimos volver, en el camino íbamos escuchando música You Only Live Once de The Strokes. Turner y yo disfrutábamos la canción, hay tanta confianza entre los dos que cantabamos, él una parte y yo la otra. Tan perfecto. Al llegar al hotel, le dije a Turner que estaría acá abajo un rato, que luego subiría. Estaba en la piscina con mis pies dentro, el agua estaba fría como de costumbre.

—Disculpa, sabes si hay que pedir permiso para entrar a la piscina?— era una chica alta, morena y de cabello café oscuro, pude saber que era alemana también por su manera de hablar.

—Supongo que no, desde hace rato estaba aquí, no me han dicho nada.

La morena dejó sus cosas envueltas en la toalla y la dejó en la silla, caminó hacia piscina y se metió de clavado— Eres alemana, verdad?

—Sii, como lo sabes?

—Tu forma de hablar — ambas sonreímos.

—Sii, estoy de vacaciones, visitando mis padres. Tú también lo eres, no? Tu físico es muy parecido a la mayoría de las chicas!

—Sii, por cierto, soy Amanda.

—Un gusto! Yo Hannah!

En ese momento recordé el nombre que le había dicho al tipo de la fiesta de Miles, no le iba a decir mi nombre real, se veía que quería algo, no gracias. Mis ojos solo ven a Turner. Hannah y yo seguimos hablando, ella era de Berlín también, que casualidad, la chica realmente brasileña, bueno, allá nació y creció hasta las 8 años, los otros 11 años, en Berlín, la chica y yo ya eramos más amigas, bueno, éramos sociables, ella es algo parlanchina, se ve que es una persona agradable. Hannah y yo hablabamos alemán en ese momento, si las dos podíamos entender nuestro idioma, para que hablar otro? Así seguimos hasta mucho rato, recordé que tenía que ir dónde el Sr. Turner, las dos intercambiamos números antes de irme.

—Tschüss!— dijo desde el otro lado de la piscina.

—Tschüss!

Subí por el ascensor hasta el quinto piso, caminé por el pasillo hasta llegar a la habitación, entré y apenas se estaba poniendo una camisa de color negra— Aún no estas!? Diooss, en todo este tiempo?

—Tenía que organizar, no? No fue tanto tiempo, no exageres Mandy.

—Fueron casi 50 minutos Turner. Que lento eres — me burlaba de él. En eso, recibí una llamada de Carl, con él he estado hablando estos días.

—Aló?

—Manda! Como vas?

—Estoy bien, y tú Carl?

—Yo igual, te llamaba para avisarte que mañana a las 6:00 de la tarde nos iremos para Alemania, nos adelantaron los vuelos!

—De verdad?

—Sipi. Bueno adiós! Nos vemos mañana.

De verdad ahora no me quería ir, la estaba pasando genial, ahora tendría que decirle a Turner, tampoco es que se lo valla a tomar tan mal, después de todo, sería un recuerdo más de él.

—Vamos?— dijo.

—Vamos.

Bajamos al parqueadero y entramos al auto, no me decía a donde ibamos ir exactamente, estuvo manejando durante unos 45 minutos. Primero fuimos al London Eye, la visita era tan hermosa, podíamos ver el gran Big Ben, las casas que habían al rededor y la linda ciudad, Turner estaba sentado al frente, mientras yo miraba la ciudad, por el rabillo del ojo me daba cuenta como me miraba, una manera linda, él creía que no me daba cuenta, cuando volteaba a ver a otra dirección, él trataba de disimular.
Bajamos de la noria para ir a comer helado, mientras tanto, yo tomaba fotos a Alex y a la ciudad. Eran tan lindos.

—Ven, también quiero que conozcas otro lugar — Turner y yo subimos de nuevo al auto, habíamos pasado casi todo el día en la ciudad, Íbamos con las ventanas abajo y cantando, el atardecer se empezaba a presenciar— Ya llegamos, sígueme.

Era un pequeño parque con lago, no había nadie a esa hora, éramos los únicos, había una casita en el árbol y nos subimos, estaba en buen estado, era linda y grande, nos recostamos en la pared de madera, había una paz tan inefable. Mirábamos el lago que tenía unos patos.

—Me encanta venir aquí cuándo quiero sentir paz.

—Me gusta el lugar, como lo encontraste Turner?

—Cuando terminé con Alexa, estaba llorando, de verdad la amaba, verla con otro tipo en la cama me partió el corazón en miles de pedazos. Quería conseguir estar tranquilo y en un lugar lleno de paz, entonces encontré el camino y la casita en el árbol, no muchas personas conocen este parque, mantiene casi siempre sin nadie, solo los animales que viven por ahí. Desde ese día, vengo aquí solo. Nadie sabe de este lugar, solo tú.

Dicho eso, no tenia palabras para decirle algo, me sentía mal por lo que pasó con Alexa.