Four

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Estuve buscando motivos para odiarte, te juro que traté, pero tú estabas siendo tan dulce que no pude evitar sentir esa ilusión, mis sonrisas comenzaron a ser de verdad, estaba cayendo por ti como hace años atrás, parado y preparando la cena para cuando llegaras. Tuve tanto miedo cuando se hizo tarde, pero llegaste... Con esa sonrisa y el rostro iluminado, mirándome con felicidad, después de todo yo estaba para servirte, no era más que un Omega lastimado en espera de ese amor que me estabas jurando cada día.

—Hola kookie.

Mi corazón se aceleró cuando me diste vuelta y me besaste, beso que no pude evitar corresponderte, ilusionado con la idea de tenerte aquí otra vez.

Comimos juntos y bueno... El postre también estuvo realmente bueno, te dormiste luego de hacer el amor conmigo y yo me quedé mirándote por bastante tiempo, hasta que sentí un teléfono vibrar, no era el tuyo y tampoco el mío, así que me levanté y fuí a la planta baja, en donde estaba tu maletín, en donde nunca me había metido, pero la curiosidad era mucho más grande que todo.

Busqué y encontré un teléfono totalmente nuevo, curioso lo desbloquee con el corazón asustado, era tuyo por la clave, miré el por qué de las vibraciones, un montón de mensajes, llamadas, fotografías y audios, era ella.

Leí todo, vi cada foto y video, oí los audios y finalmente guardé el teléfono en tu bolso, decir que estaba llorando era poco, ¿cambiar?, no eras más que un jodido mentiroso.

"Te amo mi Omega preciosa", "Jungkook es un idiota y odio que siempre esté sobre mi, si no fuéramos destinados lo tiraría lejos", "Eres todo lo que siempre quise, me hace tan feliz haberte marcado", "Gracias por salvarme de Jungkook, me tenía tan aburrido, el tonto se creyó que tenía una reunión"

Nuevamente el castillo hecho de arena era roto sin piedad por el mar, mi corazón lleno de lágrimas me obligó a hacerme reacio hacia ti una vez más, vistiendo mi marcado cuerpo con un asco que no me tenía hace tiempo, y pensar que casi te dejo unirme a ti con una marca...

¿Cuantas veces me ibas a mentir?, ¿cuantas más?

Era tarde pero no tanto, y yo no iba a seguir llorando, al menos no en casa.

"Saldré, no me esperes para el desayuno"

Puse una nota sobre tu mesita de noche y salí de ahí, aguantando las ganas de volver a gritarte por todo, iba dispuesto a algo y lo lograría.

No tenía idea que habían bares abiertos a éstas horas, seguro tú si, estaba seguro de que lo sabías totalmente, te había visto varias veces mover dinero en algunos de ellos por las noches, era un Omega preocupado en esos tiempos, ahora no me importas ni una mierda, quería creer, si tan sólo fuera así de fácil odiarte...

No tenía más remedio que odiarte, me diste todo y ahora ni siquiera me puedes ser sincero, me lo esperé de ti, quién me dejó de besar cada noche, quién dejó de invitarme a cenas románticas, quién me dejó a mi suerte por meses, quién me engañó una y otra vez sin pena, no eres el alfa de quién quería estar enamorado.

Mi lobo no puede dejar de amarte, es lo malo de ser destinados, mi corazón puede odiarte a la mitad, porque esa es mi parte humana, pero te amará intensa e incondicionalmente por la parte animal, deseando estar junto a ti cada día, rogando que vuelvas a mi y cayendo cada vez más en una depresión profunda, gracias a las heridas que le provocas.

Her - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora