Six

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Quizá fué el destino, quizá fué que mi vida estaba llegando a su fin, quizá fué el cachorrito en mi vientre, pero tú estuviste aquí todo este tiempo.

Me gusta sentir tu aroma cerca, hace que mi lobo salte de felicidad, recuerdo cuando estuve embarazado por primera vez, eras demasiado protector, no me dejabas solo en ningún momento y hasta me ayudabas en el baño, ahora simplemente me esperabas detrás de la puerta, acompañandome a donde fuera de manera silenciosa, me estaba acostumbrando a tenerte así, cerca y cuidandome.

Me duele que hagas todo esto sólo por el bebé, quizá también puedes sentir mi estado, quizá puedes verlo... Estoy realmente feo y mi cuerpo ya no puede más, sosteniendo un peso extra en éstas piernas que apenas me aguantan solo, no confío en ti... No confío en lo que dices cada vez que me ves débil, no confiaré.

Me tienes contra tu pecho, pero aún así se siente lejano, el como me acaricias la cabeza, el como me sostienes y acaricias mi abdomen, tenía que dejarte sentirlo de algún modo.

-Jungkook...

Te miré apenas escuché que me llamaste, notando tu expresión y esos ojos apagados que me miraban con tristeza, esperando algo que no entendí muy bien.

-Taehyung.

Dije luego de eternos segundos, viendo como poco a poco las lágrimas llenaron tus preciosos orbes, cayendo por esos mofletes de canela y perdiéndose en la almohada con rapidez, no lo entendía, ¿por qué estabas llorando así?, ¿hice algo mal?, no podía moverme, me congelé. Pude oír como mi lobito pedía ayudarte, entonces llevé mis manos a tu rostro y limpié esas lágrimas con mis pulgares, queriendo algo más, pidiendo un poco más, quizá siendo egoísta conmigo.

-Te amo tanto, no sé en qué estaba pensando, yo... Lo siento tanto...

Tu voz quebrada me sacó de mis pensamientos, entonces me di cuenta que no era el único mal allí, deseé tener más vida para poder curar este corazón.

-Te veo tan lejos y sé que es mi culpa, no sé que estoy haciendo. Eres mi Omega, mi esposo, mi lindo destinado...

Besaste mis manos con dulzura, dejé de respirar por un momento.

-Sé que lo que hice no tiene perdón, pero por favor déjame arreglarlo... Por favor no seas tan arisco conmigo, sé que soy egoísta y te pido mucho, pero por favor...

Dejé mi odio de lado y bajé la mirada, queriendo llorar también. ¿Por qué me pedías eso?, nunca debiste dejarme solo en primer lugar. Nunca debiste mentirme, nunca debiste abusar de mi, nunca debiste haberme hecho todo eso, ¿me amas?

-Yo...

Levanté la vista, lleno de recuerdos dolorosos, entonces vi ese rostro empapado y supe que no estabas bien, pero yo tampoco podía lanzarme hacia ti después de todo.

-No confío en ti, Taehyung... No puedo hacerlo, no después de todo lo que hiciste y la forma en la que me mentiste. Los vi... Sabes que los vi, se ven tan felices juntos y no quería arruinar tu felicidad nuevamente, por eso quise mantener esto en secreto.

Pude ver cómo eso destrozó tu corazón, sintiéndome horriblemente mal, te veías tan cansado y deprimido, ¿así me veía?

-Dijiste que si no fuera tu destinado estarías feliz, quise al menos hacerte el favor de... Ocultar esto para que te fueras con ella y-

Tu teléfono sonó desesperado, mensaje tras mensaje, lo sentí en mi pecho, no podía ser alguien más y yo no podía sentirme más perdido, había caído en la realidad de que aún estabas con ella, tristemente yo era el otro.

-Adelante, contesta, corre hacia ella y no vuelvas, ve por tu felicidad.

Me levanté y salí de la habitación, sintiendo el dolor de un lazo roto, el lazo que me cortaba cada vez más la vida, eras tú o yo, creo que la luna supo elegir.

Me quedé en el jardín, sentado en la silla mecedora, en donde acaricié mi pancita con amor, ese bebé... ¿Como sería?, ¿tendría mi sonrisa o la tuya?, me aterraba no poder conocerlo...

Oí la puerta azotarse y supe que te habías ido, contigo mi esperanza, la ilusión de una felicidad que no era mía, yo no tenía parte en tu vida, aparte de la que odiabas, como me gustaría no haber nacido. Mi madre tenía razón cuando decía que no me llevaría a nada bueno el tener un destinado.

Por una vez en la vida me gustaría que tú también te sintieras así, siempre fuí yo el que lloró y esperó por ti, quisiera que fueras tú, que sintieras lo que es estar en mi lugar, porque lindo no será. Ya podía sentir cerca el día en donde finalmente acabara todo, ¿quién vendría por mi?, quisiera que me esparcieran en el viento, sería feliz recorriendo lugares preciosos, sería yo en el aire, sería yo feliz.

...

-Qué mierda acabas de decir.

Sostenía mi cabeza tratando de no colapsar, tenía ganas de matarme, no mentía cuando lo decía, no quería, no podía, no con ella. Mi mente estaba perdida en el momento cuando lo conocí, tan bonito y radiante, prometiéndole tantas cosas que al final no cumplí por mi idiotez como alfa, se sentía horrible saberlo.

-Estoy embarazada, Taehyungie. ¿No es eso maravilloso?, hace tiempo queríamos un bebé y finalmente llegó.

La ví al borde del llanto por la felicidad que ella sentía y me rompí, comenzando a llorar, en donde fuí atrapado por sus brazos cálidos y la dulzura con la que no podía luchar, estaba tan perdido que no pude reaccionar de la mejor forma, Omega...

"Moriré antes de aceptar a esa cría, ella no es mi Omega, la odio"

Mi lobo hizo acto de presencia y lloré aún más, Omega...

¿En dónde estabas ahora?, te sentía tan lejos y solito, tan deprimido y desesperado, tu lobito... Nuestro cachorro, estaba siendo tan idiota al negarte todo este tiempo, ahora... Con un bebé y un lazo con ella, ahora... Estabas a días de tener a nuestro bebé, con un lazo roto y la muerte respirando en tu nuca, no quería aceptarlo, no podía aceptar la tristeza que me estaba matando al tener que elegir entre alguno de los dos.

Pasé gran parte del día con ella, sin tocarla, solo escuchando sus planes, solo mirándola sin poder terminar esto que tanto daño te hacía, no podía llamarme alfa si te hacía todo esto, me odiaba. Quizá era el instinto, quizá era algo que me llamaba, pero me fuí corriendo a casa, llorando y esperando verte ahí, tus ojos de bambi, tus sonrisas de conejito, tus caricias suaves y tu olor a chocolate.

"Te amo, Omega... Oh, Omega, cuanto te amo."

Quizá el mundo fué construído para nosotros, pero no superé la prueba real de su amor, en donde fallé y te dejé descuidado en esa gran casa que compré para ambos.

Lo siento tanto.

Te vi, estabas tomando un poco de leche mientras acariciabas tu pancita hinchada, te veías precioso así, tu olor era dulce y no pude sentirme más necesitado por amarte mil vidas más.

-Jungkook...

Te llamé desesperado, tratando de entender tu mirada de horror y entendí que mi olor estaba lleno del suyo, podías oler ese cachorro extraño en mi.

-Dime que es mentira...

Te vi aguantar las lágrimas y el dolor se instaló en mi pecho, en silencio y no pude hacer más que bajar la mirada, no iba a mentirte, no iba a ocultar cosas, odiaba cada segundo, odiaba verte llorar, odiaba ser así contigo, mereces algo mejor... No mereces un poco alfa como yo.

El grito que diste me despertó y alcancé a sostener tu cuerpo cuando trataste de caer, te dejé recostado en el suelo y sostuve tu cuerpo tembloroso, me dolió verte, tu mirada rota, el cuerpo débil y las lágrimas cayendo de tus ojitos brillantes, mirándome asustado.

-Me duele...

Reaccioné inmediatamente y te llevé hasta el auto, seguido por un rastro de sangre, no podía ser verdad, no otra vez...

Her - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora