Día 7: Vater

47 11 0
                                    

Hoy ha sido un día de lo más raro.

La reunión fue tan normal como siempre, entre comillas.

Nada más entré por la puerta, Italia y Japón se tiraron encima mía haciendo que casi me caiga.

Se pusieron a parlotear a la vez, claro, no me enteré de nada.

Discretamente me fui dirigiendo a mi sitio y ellos me iban siguiendo sin darse cuenta.

Me choqué con Turquía en el proceso pero sólo me saludó y me sonrió.

Di unos pasos más y me quedé quieto cerca de mi asiento, dejando el maletín a un lado en el suelo.

A partir de ahí si les presté algo más de atención, que se fue al garete cuando vi a Polonia entrar por la puerta junto con Chile.

Simplemente no podía apartar la vista de él.

Últimamente lo miro mucho, y eso me preocupa.

No es mi culpa, sólo me fascina enormemente.

Se despidió de el chileno y vino hacia su asiento; obviamente aparte rápido la vista.

Al llegar a su asiento me saludó con una cálida sonrisa, la cual correspondí, pero sin enseñar mis dientes, y comenzó a hablar con Ucrania.

Permanecí unos segundos más mirándole para volver a ver a mis amigos, que me miraban raro.

¿Por qué? Ni idea, pero bueno.

Empezó la reunión con Polonia a mi derecha y Austria a mi izquierda.

Tenía suerte, pues ambos eran tranquilos, pues ni que decir tiene el lío que tenían montada los latinos.

Acabó la reunión y yo me fui derechito a mi casa, no quería ver a nadie, me dolía la cabeza.

Regresé a mi casa lo más rápido que pude.

Al entrar no me recibió Alena, lo cual me extrañó de sobremanera, pero pensé que estaría dormida.

Entré al salón viendo una figura en penumbra con Alena a sus pies, tumbada.

Un escalofrío me recorrió toda la columna vertebral al ver a mi bebé tirada sin moverse.

Tomé rápidamente la pistola de mi bolsillo y apunté al extraño a la cabeza.

Le grité que se levantara despacio y con las manos en alto.

Al darse la vuelta por completo bajé la pistola con asombro.

Era mi padre.

¿Que qué hacía allí?

Según él, ir a ver a su "querido hijo".

Alena se levantó corriendo y vino contenta hacia mi.

Guardé la pistola y me senté en el sofá con mi padre y acariciando a mi pequeña.

Se tiró toda la tarde en mi casa, interrogándome y contándome cosas de su pasado.

Resultaba que URSS había quedado con su padre, Imperio Ruso, y lo había dejado sólo y aburrido en casa.

Todo con tono trágico y exagerado claro.

Pero bueno, mi padre y sus dramas.

A eso de las 20:30 dijo que haría la comida, comería conmigo y se iría de vuelta.

Comimos y a las 22:00 se fue sin antes darle un achuchón a Alena y otro más fuerte a mi.

Hacía un tiempo que no lo veía.

Ahora que lo pienso, hace tiempo que lo veo a nadie de mi familia.

Tengo que empezar a visitarlos más.

02/04/2023

___________________________________________

No puedo decir otra cosa más que lo siento.

No tenía inspiración, me estoy preparando el B1 de inglés y estaba escribiendo un capítulo especialmente largo de mi otra historia.

Mil disculpas, intentaré actualizar más a menudo.

Cualquier falta me decís.

Nos leemos!

Diario de un locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora