Voy a contar lo que pasó ayer porque no estaba en condiciones.
Todos los años mi familia troncal (sin maridos ni nada) queda en la casa familiar (la de mi tatarabuelo Sacro) para pasar un tiempo en familia.
Un mes entero en el que toda la familia alemana se junta en un mismo techo.
Eso siempre se hace en agosto mayoritariamente, una época en la que ninguno tiene mucho que hacer y los solteros (mi hermano, mi tío y yo) nos aburrimos como ostras.
Todavía quedan 5 meses, pero hay que quedar previamente para decidir cuando empieza y cuándo termina esto.
Y el día elegido fue ayer.
Quedamos en una pequeña cantina a las afueras de Dresde todos los miembros de la familia.
Al llegar yo ya estaban allí mi abuelo y mi tío sentados juntos en la mesa más alejada de las demás.
Me acerqué a ambos saludándolos sonriente.
En la mesa íbamos a caber justo los 8 que éramos.
La cabeza de la mesa la ocuparía el tatarabuelo Sacro; a su derecha el bisabuelo Prusia, al lado de este el abuelo Second (que ya estaba sentado) y el tío Weimar a su lado (ya sentado también).
Al otro lado, a la izquierda del tatarabuelo se sentaría en fila mi otro tío Alemania Comunista, mi padre y Germania.
Yo me sentaría en frente de mi tatarabuelo como único representante de la familia que seguía en funcionamiento.
Al sentarme en la mesa silencié mi teléfono para que no hubiese interrupciones.
Le contesté rápidamente un mensaje a Austria y guardé mi teléfono.
Un cuarto de hora después ya estábamos todos sentados en su correspondiente sitio.
Comenzamos a debatir cuando tendría lugar aquello y empezaron los problemas.
Resultaba que, casualmente, en agosto mi bisabuelo tenía un viaje con su marido, mi hermano había quedado con algunos amigos y mi tío Weimar había planeado cosas con su esposo.
Que casualidad, todo en el mes que siempre escogemos.
Sé que a veces resulta pesado estar aislado sólo con gente mayor y con otros gustos, en mi caso sólo tengo a una persona con la misma edad, pero, por ejemplo, mi bisa no.
La verdad, lo de aislamiento no es del todo cierto, ya que si podemos llamar o mandar mensajes, siempre que no estemos así todo el día.
Al final acordamos en mayo, sí, dentro de un mes.
Había sólo un par de opciones más, pero todos decidimos que mayo era el mes perfecto.
Hacía buen tiempo, no había cosas importantes que hacer y estábamos libres.
Bueno, ellos estaban libres, yo me tendría que pedir asuntos propios para ese mes.
No había problema, pues yo nunca pido vacaciones, sólo libro los fines de semana (algunos, pues en otros había reuniones urgentes, muchísimo papeleo...en fin, trabajo de más), Navidad, fin de año y algunos días de verano.
En determinado momento toda la mesa se quedó en silencio y mi tío Weimar dijo que tenía una noticia importante.
Adivina, ¡va a ser padre!
Nos pusimos todos tan felices, al abuelo se le saltó una pequeña lágrima, mein Vater se tiró encima suya de la felicidad seguido del tío Commie y ambos lo tiraron al suelo.
El bisa y el tatara se pusieron súper contentos y, después de que Germania ayudara al tío a levantarse y darle un súper abrazo felicitándole, ambos lo abrazaron también muy contentos.
Resulta que, como es marzo, hacía bastante tiempo que no nos veíamos todos, de hecho, yo no veía a mi tío Commie desde agosto del año pasado.
Y entre la felicidad del nuevo miembro de la familia (y otro enlace más con la familia polaca) y lo contentos que estábamos de vernos de nuevo se desató el caos.
En menos de 2 horas ya estábamos casi todos borrachos.
No recuerdo nada a partir de ahí, sólo lo que me contó el abuelo, osea, que nos emborrachamos todos menos él y el tatara y que entre los dos nos llevaron a cada uno a su casa.
Siempre le estaré eternamente agradecido a mi abuelo y a mi tatara por ser los prudentes de la familia y no emborracharse casi nunca.
Esta mañana me levanté con un dolor de cabeza que no tenía desde hacía bastante tiempo.
Miré mi teléfono viendo varias llamadas perdidas de Austria, Hungría, Italia y Japón; cientos de mensajes de todas partes y uno, sólo uno que me llamó la atención.
Era de Polonia, era corto, bastante corto, sólo decía "Hey, cómo estás??", pero era el único en el que me metí a contestar.
Yo no le di mi número, creo que lo cogió del chat de la ONU, pero eso se me hace aún más tierno.
Le pedí perdón por contestarle tarde y le dije que iba bien y le pregunté qué tal él.
Después me volví a dormir y me he levantado hace poco por una llamada de mi tío Commie preguntando mi estado y si sabía si se había acostado con alguien durante la borrachera.
No recordaba nada, pero dado a que despertó en su casa y sólo estuvo con nosotros todo el rato (y el abuelo no iba a dejar que le pasara nada) le dije que no.
Bueno, ya tengo planes para el mes que viene, mejor para mí, así no tengo que aguantar a, literalmente, todo el mundo un mes de más.
Supongo que me tomaré una aspirina o algo para el fuerte dolor de cabeza que tengo y comeré algo; no dormiré más porque me da pena Alena.
09/04/2023
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Diario de un loco
FanficEn donde Alemania escribe de todo: sus sentimientos, pensamientos, amistades... Portada no mía; la foto la saqué de Pinterest, yo solo le puse las letras. No plagiar/copiar bajo ningún concepto. Disfruten!