Han transcurrido los días pero, no he podido dejar de sentirme impaciente cuando estoy a lado de Darío.
En los recesos nos reunimos todos, en ocasiones nos sentamos en las jardineras que están en el plantel, y en otras solo estamos de pie cerca del salón de Darío.
Pero sin importar que, Darío está ahí.
Y eso es lo que me inquieta, ya van varias veces que él se acerca hacia donde estoy, y mejor me cambio de lugar.
En una ocasión estábamos en las jardineras y en eso se acercaron Darío y dos amigos más, y Darío tomo lugar a mi lado, a lo cual, en cuanto él se distrajo yo decidí moverme de lugar.
Me siento mal porque sé que no lo debería haber hecho pero no me siento bien estando a lado de él, cuando él quería conversar, le respondía también un poco cortante, no quería mantener conversación larga con él.Esta situación me está desesperando, no es tan fácil el hecho de ver a quien te gusta como solo un amigo, el corazón solo es engañoso y tramposo, muchas amistades quedan mal, por la simple razón de que uno de los dos se enamore, me aferre a la idea de que Darío no correspondería a mis sentimientos, y que no quería decirle cómo me sentía porque después no sabría cómo volvería a interactuar con él.
Por eso en otras ocasiones prefería quedarme en el salón y no salir, para así no tener que evitarlo, pero no funcionó, en la salida también se incorporaba con nosotras, no era siempre afortunadamente por los horarios distintos, pero cada que podían era tener que irnos con ellos.
Los días transcurrían y no encontraba una posible solución, más que confesarle mis sentimientos y esperar un rechazo, pues, era la única manera de borrar todo sentimiento nacido por enamoramiento.
En lo personal no quería un noviazgo aún. O eso pensaba.
Sabía que está alternativa me costaría realizarla, dado que, éramos amigos y nunca antes me había gustado un amigo, y al no ser tan cercanas las personas que me gustaban, les dejaba de hablar, ¿motivo?, El siguiente, me siento incomoda rechazando y que me rechazaran.
Le comenté a Mar mi plan y me dijo que lo pensara bien, y si esa era la única manera, que con la pena, pero me arriesgara, pues estaba primero mi bienestar, y que quizás y las cosas no resultarían como yo pensaba, pues Darío entendería la situación.
Al final, decidí dejar pasar un poco más de tiempo, pues estaba siendo muy precipitada, y eso no era del todo bueno, empleaba la filosofía de todo tiene su tiempo, y lastimosamente en mi vida se me olvidaba aplicarla.Muchos dicen que el tiempo es oro, pero yo escuché de alguien decir, que no es oro sino vida, pues está última tiene mayor valor que lo material.
Y es muy cierto, sin darnos cuenta, los segundos, los minutos, las horas pasan y no podemos regresar el tiempo, la vida tampoco puede regresarse, el oro solo aumenta su valor, en cambio el valor de la vida es perdurable.Estaba en el momento donde, mi prioridad era superarme día con día, alcanzar aquellos sueños, metas y anhelos que tengo, sacando la mejor versión de mi ser, es difícil, pero no imposible.
Estaba en el momento de poder crecer como persona, soltar todo aquello que me lastimo, esas inseguridades que me provocaron, ser una nueva persona.
ESTÁS LEYENDO
¿Quien Tuvo La Culpa? ¿Él o Yo?
Teen FictionUn romance ciego, apego emocional, afectación al grado de no poder soltar el pasado, y seguir repitiendo en la mente las escenas vividas a su lado, lucha interna por olvidarlo, un momento de eclipse, siendo polos opuestos.La leyenda de el sol y la l...