Capítulo 6: Su historia y la mía

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Tan pronto salgo que me encuentro una imagen que no me esperaba para nada, y es que veo a Nico llorando, gritando y pegandole puñetazos a la pared.

- Eh Nico- le grito pero no me escucha, así que me acerco a él corriedo- para- digo abrazándole, y separándolo de la pared.

- Ya está- es intenta salir de mis brazos- no te voy a dejar que sigas haciendo eso, estás sangrando por las manos.

Al final deja de insistir y me abraza tan fuerte como si se le fuera la vida en ello.

- Vamos al coche, para ir a casa.

- No puedo llegar así a casa, si mi padre me ve me mata, y a mi madre le da un algo si ve mis manos.

- Pues no sé a donde podemos ir, no conozco a nadie aquí.

- Te importaría ir a un mirador, necesito aire fresco.

- Vale, pero primero vamos a la farmacia a por un botiquín- digo mientras andamos hacia el coche.

- Está bien, de camino hay una.

- No puedes conducir así, estás muy borracho- en la condición en que está podemos tener un accidente.

- Estoy perfectamente.

- Claro que no, si te hacen una prueba nos multan y ahí tu padre nos mata a los dos.

- Pues tendrás que cojer un taxi, yo me voy en mi coche.

- Y si conduzco yo y problema resuelto- no es porque quiera usar su coche es por seguridad, aprecio mucho mi vida como para que se acabe tan rápido.

- Estás tu que si- dice riéndose- eres muy graciosa.

- Mira Nicolás, estoy intentando ayudarte y no cooperas, así que si prefieres me voy a casa, cuando tus padres me vean sola y pregunten por ti les hablaré en la condición en la que estás y lo que me has dicho- le digo enfadada- nos vemos mañana- me giro para irme pero noto un brazo agarrandome.

- Perdón, tienes razón, conduces tu pero con mucho cuidado, el coche es del club y no les gustaría verlo roto- me explica dándome las llaves.

- Te prometo que voy a ir con mucho cuidado- nos metemos en el coche y con las indicaciones de Nico llegamos a la farmacia.

Bajo yo sola y le pido un botiquín a la chica que me ha atendido, me pregunta si he tenido un accidente pero yo niego, y tras pagar vuelvo al coche.

- Quieres que te cure ahora o luego?- le pregunto a mi acompañante.

- Cuando lleguemos al mirardor, no me duele.

Dejo todo en los asientos de atrás y emprendemos camino hasta el mirador, nos lleva media hora, pero ha merecido la pena ya que es un sitio muy bonito. Además es una noche estrellada, y la única luz que hay aquí es la de la luna, que hoy está llena.

- Te voy a curar y luego bajamos- asiente, y cojo todo lo que necesito para hacerlo, enciendo las luces del coche y empiezo.

- Ah- se queja Nico.

- Perdón- me disculpo, y entre muecas de dolor por su parte y concentración por la mia termino.

- Gracias- entre los dos recojemos todo, y salimos del coche.

No acercamos a un banco, y nos sentamos allí, miramos al horizonte cada uno perdido en sus pensamientos. Empiezo a notar el frío en los brazos sobre todo.

- Toma- me da su sudadera.

- Pero vas a tener frío tú.

- No te preocupes, a mi me llega con la camisa.

Me la pongo y nos miramos, Nico es muy guapo y quieen diga lo contrario mentiría, es un poco rubio, y tiene un cuerpo perfecto.

- Ella, me dejó por otro, y yo la quería con mi vida, aún no la superé- lo interrumpo.

- No tienes porque contármelo- le digo.

- Tengo que contárselo a alguien, lo haría con mis hermanas pero están muy lejos- dice mirándome- se que no nos llevamos muy bien, y entiendo si no quieres oírme.

- Yo te escucho sin problema, yo pasé por algo parecido.

- Ya lo sé, me acuerdo de la noche que me emborraché y lo hablamos- pensé que aún no se acordaba.

- Nos conocimos en el instituto, yo le gustaba, pero a mí eso me daba igual, estaba en una época en la que estaba muy bien soltero. Teníamos amigos en común y al final terminamos siendo amigos, aunque eso fue por poco tiempo. Poco a poco los dos empezamos a tener sentimientos, y empezamos una relación, en la playa le pedí que fuera mi novia, y acepto. Todo iba genial, íbamos a ir a vivir juntos a un piso pero un día todo se desmoronó. Me llamó diciendo que ya no me quería, que Axel era mejor y tenía sentimientos por el. Me pidió perdón pero fue muy doloroso.

Está llorando y entiendo su sentimiento, yo estoy igual, le ha pasado algo parecido y me siento identificada con él. No me doi cuenta pero Nico pone su mano en mi cara para quitarme una lágrima que ni siquiera sabía que estaba ahí.

- No llores, para eso ya estoy yo- dice.

- Es que a mi me pasó algo parecido.

- Puedes contármelo si quieres.

- Nos conocimos en una discoteca, el era camarero y yo estaba de fiesta, me dió su insta y empezamos a seguirnos. Terminé pillándome de el, así que siempre iba a esa discoteca, así por muchos meses. Un día me mandó un mensaje para quedar y acepté, después de ese día hubieron muchos más. Conocí a su familia y él a la mía, era todo perfecto. El día de mi cumpleaños me pidió ser su novia y yo acepté. Estuvimos juntos un año, era el mejor, me mandaba rosas, estaba siempre conmigo, fuimos juntos de viaje, a fiestas. Después de un tiempo fue cuando me cogieron en una universidad de Barcelona, así que tenía que venir aquí a vivir, cuando se lo conté, me dijo que teníamos que terminar porque una relación a distancia no iba a salir bien, porque seguro que le iba a poner los cuernos. Sin dejarme opinar se fue, y no volvió a hablarme. Fueron días complicados hasta que vine para aquí y decidí cambiar y olvidarme de él, pero el otro día mis amigos se lo encontraron y les dijo que estaba con una chica desde hacía 1 mes lo que significa que me puso los cuernos.

El me abraza y yo a él como aquel día que estaba borracho, tenemos los dos el corazón roto, de la misma forma y por la misma razón.

Perdón por la tardanza, pero el verano me tiene loca y sin tiempo. Espero que os guste el capítulo. Un saludo.

Avenida las Ramblas|| Nico González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora