Avenida las Ramblas|| Nico González

Capítulo 34: Recta final

Queda una semana para el final de temporada, lo que conlleva la expiración del contrato.
Se que lo que hay entre nosotros ya o tiene nada que ver con con el contrato pero aún así me agobia. No hemos hablado del tema y hasta que no lo hagamos no me quedaré mas tranquila. E problema es que no hablamos ni del contrato ni de otra cosa, entre que yo estoy e exámenes y el está recuperándose de una pequeña lesión que ha tenido nos vemos muy poco.

Además en los últimos días ha sonado la posibilidad de una cesión a otra club para la temporada siguiente. Por lo que el futuro tambien está en bilo, y eso me agobia. Estoy acostumbrada a tener todo controlado y el no saber que sucederá me pone mal.

No me imagino teniendo una relación a distancia, y mucho menos vivir en su casa sin él. Mudarme me apetece entre poco y nada, y compartir vivienda con gente que no conozco aun menos.
Dena me propuso vivir las dos juntas pero no sé, no es que no me gustaría pero elka tiene a su familia cerca y no quiero que se independice por mi culpa.

-Entonces no hablasteis- me pregunta Lucas al otro lado del teléfono.

Es viernes, Nico no está en casa y la verdad es que ya he estudiado mucho por hoy, así que para distraerme le llamé.

-Intente decírselo al mediodía pero tenía prisa, dijo que tenía un par de cosas que hacer antes de ir a entrenar- digo estresada mientras guardo la ropa planchada en el armario- últimamente no está nada en casa, la lesión y la posible cesión lo tienen estresado perdido.

-Son muchas cosas, y las querrá resolver lo antes posible- dice el mientras cena un yatecomo- que vais ha hacer en verano?

-No lo hemos hablado, pero supongo que nada especial, iremos a Galicia, harán el viaje familiar de todos los años y empezará la pretemporada.

-Es que yo hablé con Mateo y vamos a irnos unos días a Jávea, tiene una casa allí y queremos aprovechar.

-Haceis bien, no os habéis planteado vivir más cerca?- su relación va viento en popa, Mateo ya se lo ha dicho a su familia y aunque al principio se lo tomaron mal lo terminaron entendiendo.

El día que se lo contó vino a dormir a casa. Sus padres se enfadaron tanto que lo echaron por lo que su mejor opción fui yo, en casa de Duna estarían sus padres y no creo que saliera bien contando que son los mejores amigos de sus padres.
Al ver que si hijo no volvía terminaron aceptando la realidad, y ahora están bien. La relación es un poco distante pero lo van asumiendo.

-Si lo hablamos, el quiere ir a Madrid allí hay bueno buffetes para hacer las prácticas, y a mí no me disgusta la idea, podría hacer allí el último año y después buscar por allí trabajo.

-Pues si, nos han hablado bastante de los buffetes de allí- comento- dicen que tenemos que saber dónde hacer las prácticas y nos explicaron un poco los sitios.

Hablamos un rato más y colgamos, el va ha hablar con su novio y yo a ver una peli mientras espero a que Nico vuelva.
Es imposible que sean las 10 y suga entrenando, siento que hay algo que me oculta.

Nico

-Yo creo que sospecha- le digo a Prats.

-No creo, aún así deberías notificarle sobre la reunión- escucho su voz a través de los altavoces del coche- el contrato expira y aunque no dudo que vuestra relación va mas allá de un papel debería saber que se acaba y que todo va ha cambiar.

-Lo sé, el día antes tengo una sorpresa para ella, ya sabes pedirle de verdad que sea mi novia y me comentó lo de la reunión.

-Vale, necesito que nos reunamos para hablar de la cesión, hablaré con tu representante y con el club para acordar un día.

-Vale, pero tiene que ser antes del 15 de junio, ese día me voy.

-Perfecto- colgamos y yo bajo del coche.

Acabo de llegar al entrenamiento, hace un mes me rompí un dedo del pie y aunque ya casi no uso las muletas tengo que venir al fisio con frecuencia.

-Que tal?- pregunta Javier mi fisio.

-Mejor- iniciamos la sesión, dura una hora y media.

Al salir voy corriendo a la floristería, cierra en una hora y necesito hacer un encargo.
Estos días el tiempo no me da para nada, siento que tengo demasiadas cosas encima y el caminar más lento de lo normal me quita tiempo.

-Hola, quería encargar un ramo de 50 rosas- le digo a la dependienta.

-Blancas o rojas?- pregunta ella mientras apunta en una libreta.

-De las dos, son para mañana y a poder ser con un mensaje.

-Claro, dime la dirección y el mensaje.

-Son para Sabadell- le digo la calle correspondiente- y en el mensaje pones, gracias por todo, ya está todo listo para la sorpresa. Nos vemos. Nico.

-Vale prefecto, algo especial un corazón, un sobre rojo?

-No, con eso llega- pago y me voy corriendo a casa.

Por el camino Alex me habla para contarme que quiere pedirle a Duna irse a vivir juntos y no sabe cómo hacerlo.
Y al final soy una vuelta más larga para llegar a casa con la llamada finalizada.

-Hola- saludo y no obtengo respuesta.

Al entrar en el salón veo a Alejandra dormida, la tele encendida en una peli. Está muy mona, despeinada, colorada por el calor provocada por la buena temperatura que hace y por la manta que lleva encima, si boca entreabierta, haciendo que emita pequeños sonidos.

-Ale- la muevo un poco para que despierte- cielo- dejo un beso en su mejilla y despierta- vamos para la cama.

Me encantaría llevarla a la habitación sin despertarla pero la muleta me lo impide.
Ella se va y yo recojo la mata y apago la televisión, se ha dejado el móvil abajo por lo que se lo voy a subir.

En el camino vibra y se enciende mostrando un mensaje.

No te preocupes por nada, ya se lo contarás. Te quiero.

No puedo ver de quién es el mensaje porque no se cuál es la contraseña, pero tiene mala pinta.
Me encantaría preguntarle quién es pero al llegar a la habitación la veo dormida encima de la cama, así que mañana le preguntaré.

Perdón por la hora, pero espero que os guste. Un saludo.