CAPITULO II

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CAPITULO II


 


***



Ven conmigo... sabes que solo conmigo estas segura, yo te protegeré. Mis brazos son tu mundo. Deja que te sostenga...


-¿por qué quieres hacerme daño?


-¿Daño? ... oh no, yo solo deseo hacerte mía.


-¿por qué me apuñalas?


-Layha, tu eres mi eterno amor. Por eso te quiero conmigo... ¿entiendes? Prometo que será un dolor fugaz, luego te rodeare con mis brazos y solo sentirás el calor de mi cuerpo y los latidos que provocas en mí.


Ven... ven conmigo Layha... Layha...



***



-Nooo! –un grito ahogado me saco que aquel confuso sueño o pesadilla más bien. Estoy algo desorientada. Como es que alguien a quien no recuerdo puede atormentarme así, ¿que quiere el de mí? ¿Por qué vaga en mis sueños?



Es sábado...


Olvide desconectar mi ruidosa alarma de nuevo, estrujo mis llorosos ojos al apagar la alarma y voy a la cocina por un vaso con agua, al pasar por la habitación de Leslie me doy cuenta de que está acompañada. Sus gemidos me estremecen. ¿Cómo puede alguien tener sexo a las 6:00 a.m.? Ahora que lo pienso, hace mucho que ella no traía a alguien a casa... bueno quizás pueda al fin conocer el misterioso adonis que la hace alborotar. A toda prisa me escondo en mi habitación, al parecer ya se despiden. Dejo mi puerta entre abierta para no perderme su radiante rostro de vergüenza cuando note que la descubrí.



-shh!... sal en silencio, es sábado no notara nada siempre despierta tarde –girándose la perilla de su puerta al hablar. Y aquí viene el apuesto galán...



-Eres riquísima nena, prometo regresar pronto por esos pechos –recita su acompañante, quien hace que tape mi boca con ambas manos mientras mis ojos sobre salen de mi rostro al ver su apariencia y darme cuenta de que es ¡una chica!, ¡Una mujer! Oh rayos, ¿que es esto?



-Dame unos últimos besos... mmm, delicioso igual que cada rincón de tu cuerpo. Te llamo más tarde sirena. –se retira de casa, dejándola con una sonrisa tonta en la cara resguardándose de nuevo en su cuarto, y dejándome aterrada por la nueva faceta descubierta de mi compañera de piso, termino de cerrar la puerta en silencio y tomar mi vaso con agua para recuperar mi aliento y ordenar mis pensamientos.

PEQUEÑA SAPA    Lis TejadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora