Toda mía y de nadie más »z.m« - #PGP2023

44. Chapter Fourty-Four

Gia repiquetea su pie sobre el suelo, nerviosa. A la par mastica la uña de su pulgar con suavidad. Se encuentra con la espalda recostada sobre los casilleros detrás de ella, esperando impaciente, sola y ansiosa. Mira hacia todos lados pero no encuentra lo que está buscando, más bien a quien está buscando.

Voltea la vista hacia la derecha cuando escucha unas voces masculinas cerca, pero no termina de distinguir de quiénes son. En ese instante una mano toca su brazo izquierdo, llamando su atención, haciéndola voltear rápidamente, bajando su mano y dejando de golpear su tacón contra el suelo.

—Niall... —murmura ella con media sonrisa, nerviosa, al ver al rubio con el ceño fruncido, mirándola a los ojos.

—Gia... ¿qué haces junto a mi casillero? ¿Me esperabas o algo así? —pregunta con desconfianza.

—Algo así —contesta asintiendo con la cabeza—. ¿Cómo estás? —curiosea, aún no lista para tener una conversación no superficial con él.

—Emm... bien, eso creo —contesta inseguro, sin aflojar su entrecejo—. ¿Para qué me buscabas? No creo que sólo para saber cómo me encuentro —espeta directamente, sin rodeos. Gia suspira, tratando de calmar el nudo que se ha formado en su boca del estómago.

—Estaba preocupada por ti —admite desviando la mirada. Niall eleva ambas cejas, sorprendido.

—¿Ah, sí? ¿Por qué?

—Pues... no has dado señales de vida desde... —apaga la voz y vuelve a mirarlo—, desde el almuerzo la semana pasada... —Pone un mechón de pelo detrás de su oreja y vuelve a suspirar—. Sé que nuestra conversación no terminó muy bien —hace una mueca al escuchar a Niall bufar por lo bajo—, pero quería saber cómo estabas. Volví a asistir a las clases del taller, ¿sabes?, y el Sr. Donnovan me dijo que ibas a perder el semestre si seguías sin aparecer —explica con tono suave.

—Me da igual —responde revoleando los ojos. Ella niega con la cabeza apretando los ojos.

—Niall, por favor... —Él la interrumpe.

—No pronuncies mi nombre, Gia, no con ese tono. —Ella lo mira atentamente, confundida. Él suspira y pasa una mano por su pelo, desviando la mirada—. No quiero continuar con la tutoría, ni ir al taller, no puedo verte... —apaga la voz y vuelve a mirarla, notando la mirada de ella, llena de confusión y dolor por lo que acaba de decir—. Lo siento, no lo tomes a mal, pero no puedo tenerte de frente y escucharte hablar sin tener ganas de abrazarte y besarte. —Ella abre los ojos sorprendida y por un momento deja de respirar, preguntándose si fue correcto buscarlo para hablar.

—Yo... —tartamudea, traga saliva y continúa—: No quiero que pierdas el semestre por mi culpa, por favor. Dejaré de ir, si así lo deseas, yo puedo aprobar dando solo el examen. Pero no me perdonaría que te atrases en la carrera solo por una estupidez mía —dice rápidamente para que él no pueda negarse.

—No lo sé, Gia...

—Niall, por favor... —dice interrumpiéndolo—, la jodí, la jodí mucho, ¿de acuerdo? No he dejado de quererte, sin embargo, y sigo preocupándome por ti...

—No me digas eso —pide él, dando un paso hacia ella.

—Pero es la verdad —contesta, dando un paso hacia atrás—. Lamento no haber sido sincera contigo desde el principio, fui caprichosa, irresponsable y egoísta. Dejé que lo nuestro avance aún conociendo la posibilidad de que jamás llegaría a ningún lado. —Suspira al ver cómo Niall lleva su mirada a sus zapatillas, luego de gruñir por lo bajo—. Aún así comencé a sentir cosas por ti y no soporto la idea de que me odies o me evites, porque soy una egoísta y además una jodida masoquista, ¿bien?