Hubo un momento en el que todo se quedó en un silencio expectante, Wednesday se encontraba de espaldas al espejo, en espera. Fue cuando logró al fin sentir las manos de Yoko tomarla por los hombros para girarla a ver el resultado.
—Demonios, me quedó espectacular— siguió diciendo la pálida, pasando los dedos entre el liso cabello de Wednesday.
Los ojos de la joven madre lucían algo sorprendidos por su propio reflejo. Un vestido blanco que llegaba hasta el suelo, tan sencillo pero que lucía tan hermoso, con mangas de encaje que se acampanaban a sus delgados brazos. Rodeando su cuello llevaba un collar de la misma tela, con destellos brillosos. Su rostro tenía unas ligeras marcas de pintura platinada, trazos tan delgados y finos que resaltaban con el color de su piel.
Era la noche del festival. Y esas marcas narraban la historia de La Diosa Luna, y solo era la mitad de la historia; pues Enid llevaba el desenlace en las marcas que le dibujarían con dorado en el dorso de sus manos.
—No puedo creer que será una niña— murmuró Yoko con un hilo de voz, más para sí misma que para Wednesday.
Ambas cruzaron sus ojos en el reflejo, Wednesday sonriéndole con ternura.
Pero Yoko comenzó a derramar pequeñas lágrimas, las cuales trató de disimular.
—Hey, no. ¿Por qué lloras, Yoko?— consoló Wednesday, girándose en sus talones hacía ella.
—Es que... ¡Carajo! Han pasado tantas cosas desde que ustedes al fin se encontraron, que lo único que quiero es que sean felices. Que puedan estar tranquilas. Y que su bebé no corra ningún peligro.
Yoko se quitó las lágrimas con rapidez, echándose aire con las manos para borrar cualquier rastro de ellas.
—Pero no hay que pensar en ello, justo hoy es un día importante— siguió balbuceando, acomodando el vestido de la otra chica como si su vida dependiese de ello —Los miembros de la manada están encantados con ver a su Luna esperando a la siguiente Alpha. Somos la primer manada con el primer linaje de mujeres Alpha. Ya hicimos historia, técnicamente. Además de que ellos deben familiarizarse con...
—¡No! Espera. Espera. Para— interrumpió Wednesday, comenzando a alarmarse —Estás dando por hecho que ella será un Alpha, ¿Qué pasará... sí es como yo? ¿Humana?
Yoko se detuvo, como si no hubiese considerado esa opción en lo absoluto.
Se enderezó de inmediato, con una expresión pensativa.
—No debemos precipitarnos— dijo con una sonrisa forzada —Además, usualmente cuando se trata de un Alpha; el embarazo siempre dura solo seis meses, ya que tienden a crecer más rápido que un humano, un Beta, o un Omega.
Wednesday estaba a pocas semanas de cumplir esos seis meses.
La idea solo terminó por asustarla aún más.
No es que el hecho de que su cachorrita fuese humana, ya que de hecho tenía más probabilidades de ser Alpha. Y sabía que Enid y ella la amarían a como diera lugar. Sin embargo, había algo más que no tenía contemplado, y era el posible rechazo que podría adoptar la manada contra su bebé si ésta llegara a ser así.
Y ella no quería eso, no quería que se sintiese rechazada por no ser como los demás.
—Debemos bajar, Enid debe estar esperándonos— apresuró Yoko, dando un ligero roce en su brazo para confortarla —No pienses en ello.
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⸙ LUNA ⸙ Wenclair
Фанфик-Mate- la escuchó murmurar, casi en un ronroneo. Por su tono de voz, apostaba a que tenía una gran sonrisa en el rostro -Mía. . . . . . Adaptación del fanfic "Luna-Camren" todos los créditos a @HiddenPoopey.