⸙ Capítulo 6 ⸙ - Intruso

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Todo se estaba saliendo de control.

En menos de lo esperado, Enid comenzó a caminar hacia adelante, provocando que la ojinegra retrocediera sin apartar sus labios de la rubia y sus manos de su cuello, hasta que se topo con la cama. Enid la recostó con suavidad, saboreando cada pequeña parte de los labios de su amada.

Wednesday no sabía con exactitud que es lo que hacía, o lo que sentía por esta chica. Todo era tan jodidamente extraño, pero le gustaba sentirse así.

Un ligero ronroneo de placer y posesión surgió de la garganta de Enid, provocando que Wednesday se estremeciera debajo de ella. Las manos de la rubia se colaron debajo su blusa, poniéndole la piel de gallina...

Señorita Sinclair, tenemos un... ¡Mierda!— el repentino sonido de la puerta abriéndose y una voz masculina, hizo que Wednesday apartara con brusquedad a Enid de encima suyo, la chica cayendo del otro lado de la cama con un gruñido de frustración —¡No vi nada! Enserio... lo siento Enid. Y-yo no sabia que...

Y a pesar de lo avergonzada que Wednesday se encontraba, pudo distinguir la voz y el rostro del chico. Era el castaño que había estado en ese cuarto... Vaya mierda, era él.

Y la expresión que puso al ver a Wednesday, sólo lo confirmó.

La ojinegra hizo lo más sensato en ese momento, que fue levantarse de la cama y encerrarse en el cuarto de baño.

¿Qué ocurre, Ajax?— él rostro de Enid estaba tenso, mirando con rencor al chico parado aun en la puerta.

Y estaba en todo su derecho de estar enojada, pues el olor que emanaba de Enid era prueba de haberse quedado a medias.

¿Nunca me ibas a contar que tu Mate era una chica? Creía que las cocineras eran unas viejas chismosas que se inventaron todo.

—Claro que te lo contaría, pero es que estoy tan sorprendida como tu— contraatacó —Pero sé que es ella.

Me alegra que la hayas encontrado antes de que... bueno... tu sabes— hizo una mueca de preocupación —Sólo venia a informarte que hay un intruso en nuestro territorio, y por su olor, suponemos es una Bruja...

"¿Wednesday?"

La chica casi gritó por el susto, la voz de Marilyn volviendo a hacer acto de presencia interrumpiendo su atención en la conversación de ambos chicos en la habitación.

¿Me quieres matar del susto? susurró agitada —¿Dónde mierda has estado?

"Voy en camino a tu rescate".

A Wednesday se le fue el aliento. No sabía si esas palabras deberían causarle alivio, porque en realidad fue lo contrario.

"No te preocupes, ya tengo un plan. Relajate".

La voz de Enid se escuchó al otro lado de la puerta, firme y segura.

Hazle saber a Henri, y trae a algunos de los chicos para que nos acompañen.

Ellos ya te olieron, y van para allá— murmuró entre dientes la ojinegra, la preocupación por la pequeña Bruja iba creciendo cada segundo.

"Tendré cuidado".

Eso no era suficiente. No podía quedarse encerrada esperando que no sucediera nada. Debía ayudar de alguna manera, debía hacer algo...

Y con un firme empujón, abrió la puerta, mirando con determinación a la rubia que ya se ataba nuevamente los zapatos para salir.

Iré con ustedes.

Ajax frunció el ceño en confusión, mirando a Enid expectante.

Claro que no irás— negó disgustada.

No era una pregunta...

La mirada que recibió por parte de su Mate, la hizo quedarse muda.

He dicho que no.

Su voz había cambiado, era tan demandante y profunda, sinceramente daba miedo. Miró de reojo a Ajax, y como este mantenía la mirada en el suelo sin la intención de tener contacto visual con la futura Alpha.

Entonces será mejor que vayas buscando otra habitación para mi, porque no pienso dormir en la misma cama que tú.

((*))

Las ramas se quebraban bajo sus botas, trayendole el recuerdo de la noche pasada. El ambiente era tenso, Enid iba delante suyo y al parecer seguía ignorándola después del espectáculo que le hizo. Ajax caminaba a su lado, se notaba algo inquieto y olfateaba el aire constantemente.

Los demás hombres, incluyendo a Henri, caminaban en su forma lobuna a su alrededor. El gran tamaño del Beta, y su melena gris oscura no hacia mas que intimidar a Wednesday, pues en ocasiones sentía su mirada.

Enid, ¿estas segura que no quieres transformarte? Si la Bruja nos ataca...

Se quedo en silencio cuando la rubia se detuvo y lo miró. Parecía que aun le guardaba algo de rencor por la interrupción en su habitación.

Si... respondió casi en un susurro, y sus penetrantes ojos azules se posaron en la pálida chica —Segura.

Quizá el motivo de su decisión, era por Wednesday. Pero Enid estaba enojada con ella, así que la ojinegra descartó la posibilidad.

Después de algunos metros, la rubia se detuvo bruscamente, todos se pusieron alertas de inmediato. A pesar de la oscuridad que llenaba el bosque, y el abrumador silencio llenado por los ruidos de insectos, Wednesday juraba saber que había algo, o alguien más.

Sal de ahí, no te haremos ningún daño— dijo Enid en voz alta, mirando hacia el tronco de un gran roble.

Henri gruño con fiereza hacia la pequeña figura de la Bruja que asomo la mitad de su cuerpo, llevaba un largo abrigo con la capucha puesta, y lo aparto de su cabeza al estar frente a la hija del Alpha.

Marilyn.

Wednesday se quedó muda, sin saber que hacer o como actuar ante la llegada de su cómplice.

¿Quién eres, y que haces aquí? cuestionó con firmeza Enid, parecía ser otra persona a cuando estaba con Wednesday.

Mi nombre es Marilyn Thornhill, y soy una Bruja Pura. Única en mi clase, y vengo a pedir asilo— sus ojos tenían cierto brillo hipnotizantes, realmente cautivadores.

Coerción, Wednesday estaba segura de haber leído sobre ello en uno de los libros en casa. Sólo algunas Brujas podían llegar a controlar tal poder, y esto solo era una demostración de lo que Marilyn podría llegar a hacer. Controlar a una persona.

Puedes venir— murmuró Enid, totalmente fuera de sí.

Lo siguiente que sucedió, fue como un golpe a la realidad. En un segundo Enid ya había regresado a sí misma, y en el otro, Ajax se encontraba delante de esta, mirando incrédulo a la pequeña Bruja frente a ella.

Su mirada era indescifrable, que hasta la misma Marilyn frunció el ceño confusa ante lo que pasaba.

Mate susurró el chico.

Y aunque la Bruja trato de escabullirse entre el bosque nuevamente al escuchar la palabra de sus labios, el Licántropo ya la tenía entre sus brazos: en un gesto de posesión y protección. Pero sobre todo amor.

Mía.

((*))

¿Y-Y que pasa si no me quiere? preguntó, llena de temor al pensamiento del rechazo.

Te querrá, cariño— murmuró la mujer segura, acariciando el cabello de la chica —Cuando la traigan de vuelta a casa, donde pertenece. Ella te conocerá, y te querrá... Lo prometo.

⸙ LUNA ⸙  WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora