Liseth:
Al despertar, estaba de pie con mis manos encadenadas arriba de mi cabeza a un tubo además de tener una mordaza en mi boca.
Todo el almacén se veía bastante oscuro, no tengo idea de que hora es, solo sé que me quema y duele cada parte del cuerpo.
Las fuerzas para mantenerme en pie son bastante nulas, si no fuera por no hacer que el agarre de mis manos me lastime juro que dependería solo de ellas para sostenerme.
Pasaron unos minutos antes de escuchar el ruido de un motor apagarse e inmediatamente todo mi cuerpo sintió absoluto pánico.
No debió venir, van a matarlo
No hay rastro de los demás alrededor, pero sé que están vigilando cada paso que da.
El ruso entró al sitio completamente solo y al avanzar y verme su mirada se oscureció, me escaneo de arriba abajo en varias ocasiones antes de detenerse en mis ojos, avanzó hasta mí y puso su mano en mi rostro para quitar la mordaza.
—No debiste venir, es una trampa—Negó mientras acariciaba mi labio roto y subía sus manos hasta las mías acariciándolas encima de las esposas.
—Te prometo que te sacaré de aquí—Junto sus labios a los míos para luego quedar a centímetros con nuestras frentes juntas.
—No quiero perderte—Susurre sobre estos.
—Te prometo que no lo harás—Respondió muy despacio.
—Ay pero que tiernos se ven—Fue la voz del italiano la que hizo que él se despegará de mí para mirarlos.
Alexander y el señor que es todo menos un padre, se pusieron delante del ruso además de varios hombres quienes entraron rodeándonos.
—Veo que si viniste solo—Volvió a hablar
Alexander movió su cabeza a uno de sus hombres quien avanzó hasta el ruso para verificar que no trajera armas y al comprobarlo solo asintió en dirección al italiano.
—Estoy aquí, ahora suéltala—Demandó, lo que solo hizo que el italiano sonriera y que el hombre de antes regresara hacia él dejando un golpe seco en su estómago al cual no sé inmutó.
—¿Crees que puedes decirme que hacer? —Alexander hablo y fue en ese momento en el que el señor que ayudo en mi creación se puso delante del ruso mirándolo con seriedad.
—No pareces sorprendido ante mi presencia—El ruso sonrió con ironía ante sus palabras.
—¿Debo estarlo?, Conozco todos tus movimientos a la perfección aún antes de que los hagas, ¿Esto es lo mejor que pudieron hacer Matteo y tú para deshacerse de mí?, Que patéticos—¿Deshacerse de él?, ¿Matteo tiene algo que ver con esto?
—¿Vale la pena cambiar tu vida por la de ella? —Alexander intervino está vez—Supongo que el gran líder de la mafia rusa no es tan eficiente para ese cargo, si la vida de esta perra vale más que la suya.
El ruso tenso visiblemente su cuerpo antes de hablar.
—Cuidado con como hablas de ella, es la razón por la que aún tienes la cabeza pegada al resto de tu cuerpo.
Alexander enmarcó una ceja.
—¿Crees que tienes el control?, Estás aquí solo, sin un arma y ella está encadenada detrás, perdiste ruso y quieres saber que lo vuelve más interesante—Él lo miró con neutralidad—Ella será mía y verás todo en primera fila, no se va a ir, el trato acaba de cambiar.
Sabía que esto era una jodida trampa, sabía que no me dejaría solo salir.
El ruso no pareció sorprendido con sus palabras, es más tengo la impresión de que esperaba que pasará cada cosa que está sucediendo.
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VENGANZA
RandomNo tenía claro cuánto destruye la venganza hasta el momento en que sus ojos de diferentes colores reparan en mí como una completa desconocida, mientras sostiene el arma con dirección a mi cabeza dejándome ver lo decidido que está. -Te advertí que no...