EPILOGO

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2 AÑOS ANTES:

D'mitry:

Entrar a aquella casa y tomar los papeles fue relativamente sencillo, la seguridad aquí es asquerosa y no me sorprende el hecho de que sea casa de Matteo por ello.

Entre a una de las habitaciones escaneando todo completamente y me lleve cierta sorpresa ante la chica dormida en la cama con un pijama de muñequitos encima que podía verse ante la falta de sabana.

Me acerque un poco mas a la pelinegra ahí para detallarla. Sus facciones son perfectas, su rostro esta definido de tal manera que hace imposible el dejar de verla, transmite una luz que no habia visto nunca antes en ninguna persona, parece un ángel.

Abrió los ojos despacio y con somnolencia dejándome ver su color que hace juego con su cabello, al reparar en mi mirándola pude ver el pánico apoderarse de ella, mi rostro esta cubierto por una capucha lo que evita a toda costa que me reconozca.

No hizo el intento de gritar o de correr y aquello solo aumento la curiosidad en mí.

­—¿Quién eres? — Su voz salió cargada de curiosidad más que de miedo.

—No hoy, volveremos a vernos ángel y estaré esperando por ti.

Pude notar la confusión plasmada en su rostro y aquello solo provoco mi satisfacción, ella no lo sabe, pero desde el momento en que entre aquí me pertenece tanto como yo le pertenezco a ella.

Sali de su casa sin problema alguno, no intento seguirme, correr o hacer algo contra mi solo se quedo sentada en aquella cama perdida en sus propios pensamientos.

Al llegar al hotel Marcos ya me esperaba ahí con unas hojas en sus manos, me detuve frente a él para que hablara de una vez.

—Sale con Matteo desde hace un año, viven juntos, él la esta engañando con su hermana desde el primer minuto en que la conoció, ella no lo sabe, baila ballet en una de las mejores academias aquí y está preparándose para una competencia en Rusia en dos años, su nombre es Liseth Jones.

Su apellido fue lo que mas retumbo en mi cabeza y lo que hizo que mirara de aquella manera a Marcos.

—Si, es hija de Alexia Jones, pero ella la abandono siendo niña, no hay lazos amorosos que las aten de alguna forma, creo que la odia por dejarla.

Sonreí ante toda la extensa y preparada información.

—Quiero que gane esa competencia a Rusia y necesito que el día que gane esa competencia sea cuando se entere de su engaño, no antes y no despues, tiene que ser exactamente en dos años.

Pude ver la confusión plasmada en su rostro, pero sabia que no me iba a contradecir, nadie que tuviera raciocinio se atrevería a hacerlo.

Tenia dos años para esperar por Liseth Jones, dos años que valdrían cada segundo la pena.

Actualidad:

Reparo en las dos pelinegras sentadas sobre el césped hablando sobre como tenía que comportarse una de ellas y no puedo evitar la sonrisa ante la escena frente a mí.

—принцесса—Hable ganándome la atención de ambas y la pequeña revoltosa avanzo hasta a mi corriendo para lanzarse a mis brazos haciendo que la tome en el aire.

(Princesa)

—Папочка—Grito en mis brazos rodeando los suyos por mi cuello, vi a Liseth avanzar hasta mi con una enorme sonrisa en su rostro.

(Papá)

Al llegar a mi lugar dejo un corto beso en mis labios y Celeste puso cara de asco.

—Ewww—Saco la lengua mientras hacia una seña para que la bajara haciendo que ambos riamos.

Salió de nuestra vista corriendo por el césped persiguiendo a una pequeña mariposa que revoloteaba en el lugar, Liseth se alejo un poco de mi siguiendo a Celeste al ver que ella la llamaba y yo no podía dejar mi sonrisa.

—Lo extraño es que todo tu plan salió a la perfección, conseguiste estar con ella y a la vez deshacerte de Matteo y Alexander—Fue Marcos quien llego hasta mi lado dejando las palabras al aire mientras también se centraba en la escena frente a nosotros.

—Te dije que no podria llevar su luz—Sonrió

—Pero tu si pudiste arrastrarla a tu oscuridad, todo te salió perfecto, no hubo fallos en cada cosa que me decías.

Esta vez yo sonreí.

—No podía haber fallos despues de planear cada cosa con cuidado, debiste ver la cara de Matteo cuando se enteró que cada cosa que sucedió fue obra mía—-El negó sin quitar su sonrisa

—No planeaste que la hirieran—Suspire sin querer volver a ello.

—Me encargue de que pagaran cada cosa que le hicieron, nadie podía hacerle daño, nadie más que yo.

Se lo advertí una vez.

No subestimes a tus enemigos...

No juegues con fuego si no estas dispuesta a arder en él...

No empieces con la venganza sin antes haber cavado tu propia tumba.

Ella jugo mi juego y yo me convertí en el perfecto actor de su inesperada historia.

Protagonizando su dulce VENGANZA.

VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora