VENGANZA

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—Hablamos luego, debo irme—Colgué la llamada antes de que Evan arruinara todo y mire a Andréi sin entender su actitud.

—¿De donde conoces a ese idiota?

Su mandíbula esta por completo tensa ademas del resto de su cuerpo.

¿Evan?

—¿Por qué debo de darte explicaciones? —Conteste aun sin entender su reacción.

No le gusto mi respuesta, pero pues a mi no me gusta que me controlen.

—Pareces cercana a Él—Siguió ignorando mi pregunta.

—Y si es asi cual es el problema Andréi, es un amigo que conocí hace un tiempo y me ha ayudado mucho últimamente—Bufo

—¿Un amigo? —Sonrió con cierta ironía—¿Sabes lo que hizo tu amigo acaso?

Fruncí mis cejas.

—Vio como golpeaban a Steffany hasta el punto de casi matarla y no hizo absolutamente nada por ella.

Abrí mi boca sorprendida y las palabras que Steff me dijo hace unos días atrás volvieron a mi cabeza.

Dijo que la razón por la que todos odiaban a Christian era porque la golpeo hasta casi matarla, pero nunca menciono nada más, incluso no profundizo en el tema por lo que noté que le incomodaba hablar sobre ello y no insistí.

—ÉL es esa clase de persona que de bueno no tiene ni la primera letra, ¿Por qué crees que su hija no tiene madre?

Quiero pensar que lo que insinúa no es lo que yo creo porque él me agrada en serio.

—No se porque hablan Liseth, ni mucho menos que es lo que te dirá sobre mi padre, pero quiero que te mantengas lejos de ese tipo, porque si lo llego a ver no dudare en asesinarlo—Dejo su amenaza al aire antes de levantarse al baño.

La razón por la que Evan me estaba llamando era porque le pedí que averiguara como estaba el ruso atraves de Steffany.

Pero lo que me dijo Andréi me desconcertó en lo absoluto, aunque es una situacion que hablare directamente con él y si es como mi hermano dice lo mantendré lejos de mí.

Volví a tomar el móvil viendo un mensaje de él quien decía que nos viéramos en Rusia en dos días en una especie de plaza al parecer, solo deje un mensaje diciendo que ahí estaría y bloquee mi móvil sumergiéndome en mis pensamientos.

Las diferentes emociones por volver a Rusia provocan demasiada incertidumbre, quiero verlo, quiero ir corriendo y decirle que espero un hijo suyo, decirle que no quise hacerle daño, que ni si quiera seguí con mi venganza una vez que lo conocí porque se metió en lo mas profundo de mi ser.

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Llegamos hace un rato y vamos en el auto de Andréi. Despues de tantas horas de vuelo solo quiero ir a dormir, las náuseas estan acabando con mi cordura.

Es el lugar por donde me lleva lo que vuelve extraño todo para mi haciendo que una extraña sensación se aloje en mi estómago.

—Dijiste que iríamos a tu casa—Comente viendo el obvio camino hacia casa del ruso.

Me miro un momento antes de regresar su vista al frente.

—Tengo que recoger unas cosas importantes para llevar al trabajo, es rápido nos iremos enseguida y papa no sale de la oficina por lo que no lo verás—Asentí sin estar del todo convencida.

Aparco frente a la casa y dijo que lo acompañé hasta la sala ya que no era una buena idea quedarme en el auto sola, asi que lo hice.

Entramos en la casa la cual parece vacía, Andréi subió por unas cosas y yo me quede parada en medio de la sala, esperándolo.