❝Dolor Físico❞

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Monkey D Luffy.

Sabía muy bien que lo que estaba haciendo no estaba bien.

Nunca fui una persona así pero la ira acumulada en mi pecho no se iba, no lograba detenerla con nada. Tuvieron que separarme antes de que posiblemente lo matará a golpes, sentí como lo mire con odio, es lo único que sentía.

Trate de liberarme del agarre pero no tuve éxito, al menos y es de lo único que estoy orgulloso de ese entonces.

No sé en donde estaría si no fuera por eso, milagrosamente no fueron con la policía, tuvieron piedad de mi solo por que mi padre habló con la familia de ese idiota.

Recuerdo exactamente lo que pasó en ese año, aunque no hay mucho de que contar. Es algo de lo que no quiero hablar ni recordar.

Saber o no de mi pasado es algo de lo que no les interesará, estoy seguro.

Aunque.

Si lo quieren saber, esta bien.

[...]

Caminaba con un rumbo fijo.

Mi hogar, junto a mi padre y mis hermanos, prometí llegar antes del almuerzo.

Solo era un joven de 16 años, ni siquiera cumplía la mayoría de edad.

Recuerdo que estaba apunto de doblar la esquina cuando siento un golpe en mi cabeza. Todo se volvió negro y confuso, entre ratos recuerdo que me llevaban a un lugar, no se donde era, había árboles tal vez, muchas hojas secas en el suelo, el suelo estaba sucio y había poca iluminación.

Cuando recobré la conciencia estaba en el suelo, mis ropas habían sido cambiadas, me sentía extraño, la camisa era de una tela fina y delgada, bastante delgada, podía rasgarse con el mínimo jalón, los pantalones eran pesados, como si se acabaran de mojar, no recuerdo exactamente la textura, tenía mis manos encadenadas, hacia atrás.

Sin embargo, no veía nada, todo era oscuro, me habían tapado los ojos, escucho como si abrieran una puerta.

Sentí una mano tocar mi piel, primero fue desde la cara hasta mi pecho, fue asqueroso, el como tocaba, el como exploraba cada rincón de mi cuerpo como si se tratara de un juguete.

Me exalté bastante cuando tocó mi entrepierna, era un crío de 16 años, nunca tuve un encuentro sexual ni siquiera permitia qué otros aparte de mi tocaran mi cuerpo de esa manera.

Me golpearon, fue un golpe que me dejó atontado, no pude más y caí rendido al desmayo.

Cuando me desperte sentí mi cuerpo pesado y sudoroso, lo que más me asustó fue como sentía un líquido saliendo de entre mis piernas. Mis lágrimas no se hicieron esperar y me imaginé lo peor, era evidente que tenia miedo.

Los días pasaron, no me acuerdo de cuantos pero mi cuerpo estaba débil, mis muñecas dolían y estaban maltratadas, mi cuerpo estaba lleno de moretones, rasguños y cortez, me daba asco con solo verme.

Un día, no sé quién fue pero me liberaron, corrí fuera de ese lugar inmediatamente.

No sé quién me encontró por lo que me desmayé, estaba bastante débil como para seguir corriendo, tan si quiera mantenerme en pie.

Desperté en un hospital, tenía partes de mi cuerpo vendado y me sentía un poco mejor. Recuerdo como lloré de felicidad al ver a mi familia.

[...]

Siempre recordaré la cara de esa persona.

Pero.

Gracias a él, pude abrir mis ojos al tipo de sociedad qué rodea este mundo, era muy ingenuo e inocente.

Eso fue hace tres años atrás, ya lo superé, no lo odio.

Si lo odiara no hubiera podido progresar como persona, madurar y reflexionar hacerca de todo lo que me rodea. No puedo rebajarme hasta su altura, jamás.

Ahora mismo voy directo a mi primera clase, llego tarde.

Espero poder hacer un amigo, tan si quiera tratar.