❝Todos los días llegas con una herida nueva, ¿qué sucede Luffy?❞
❝Nada, no sucede nada❞
┋⇢ Historia iniciada 2/7/2023
┋⇢ Historia terminada __/__/__
┋⇢ Ship: Luzo.
┋⇢ Actualizaciones: Cuando sea Xd.
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Entró a su habitación con un vaso de agua y un plato con unas pequeñas tiras de manzana, lo colocó en su escritorio para después encender la pequeña lámpara que estaba al lado.
Tenía que terminar una tarea y era urgente.
Le dio un pequeño mordisco a un pedazo de manzana mientras miraba sus apuntes y los compara con los libros, no quería quedarse hasta tarde pero de igual forma no estaba ni su padre ni su hermana, lo que significaba..
Tenía la casa sola.
Este hecho no lo alegraba, lo perturbaba y en la mayoría de los casos, le aterraba.
Tenia el presentimiento de que alguien lo observaba y aquello le provocaba escalofríos. Antes de subir a su habitación checó cada puerta y ventana, asegurándose de que estuvieran bien cerradas, no importaba si eran del segundo piso. La noche en si era joven, no había pasado mucho desde que anocheció por lo que era normal ver adolescentes caminando por la acera del vecindario o escuchar como algunos vecinos colocaban música, no tan alta para molestar a los demás.
Abrió las cortinas, sin ganas de que su lámpara sea la única que ilumine su cuarto.
Se puso a hacer nuevamente sus deberes, consciente de que aún le faltaba mucho. Mientras el tiempo avanzaba, el pequeño plato con manzanas se iba acabando, junto al vaso de agua hasta no quedar líquido y ningún contenido en el plato.
Al ver que su tarea estaba bien hecha, a pesar de que estaba casi durmiéndose, se levantó de la silla dispuesto a llevar el vaso y el plato a donde deberían estar, en la cocina.
Si bien no llegaba sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, aquella sensación no le gustó, para nada, pronto se sintió observado. No tardó en dejar aquello en la cocina he irse corriendo a su habitación, como si algo o alguien lo estuviera perciguiendo.
Al momento de cerrar la puerta, nuevamente pudo respirar.
Quizo cerrar las cortinas pero algo lo dejó de piedra. Había un hombre afuera de su casa viendo en dirección a su ventana. Esta vez cerró las cortinas, sin importarle nada, trancó su puerta y se aventó a su cama, queriendo olvidar aquello que vio.
Trade o temprano el sueño llegó, despejando la mente del peli verde y regalandole unos lindos sueños.
(...)
Una figura de vidrio se reventó contra el suelo, provocando un escándalo en la habitación. El joven se despertó de un salto, asustado por el repentino ruido, al posar su vista hacia un costado pudo observar a un adolescente agachado mientras recogía cada pedazo, llavaba una mochila en su espalada, tenía un uniforme y su cabello estaba alborotado.