16

1.2K 96 26
                                    

Pellizcar/arañar

El ambiente era incómodo y eso que solo estaban caminando, Kanao analizaba a Sanemi para ver si tenían alguna oportunidad encontra de él, claro que sería complicado pues Sanemi tenía aún sus 2 brazos y quién sabe lo que haría a un humano después de haber derrotado a Muzan.

Kanao:"tal vez siga entrenando o tal vez ya no lo haga, con Tengen-san sin un brazo sería complicado pero no imposible... Ojalá" -penso nerviosa.

Sanemi:"¿Que me mira tanto? ¿Por qué siento que me odia?" -penso tranquilo.

Giyuu:¿Kanao a donde quieres ir? -pregunto curioso.

Kanao salió de sus pensamientos al oír la tranquila voz de Giyuu, cierto estaba en una salida con el mayor y no debía distraerse mucho sobre su plan para ayudarlo.

Kanao: vamos a comer -dijo tranquila.

Sanemi:"¿¡Y mi opinión que!?" -penso enojado.

El albino estaba enojado de ver que SU Giyuu no le preguntaba adónde quería ir ÉL ¡¿Esa mocosa que tenía de importante?!.

Giyuu: por supuesto, hay una pequeña tienda de Dangos aquí cerca.

Ha Kanao le brillaron los ojos al oír "tienda de Dangos", Giyuu sonrió enternecido por lo tierna que la menor era, le recordaba de cierta manera a su hermana.

Kanao tomo la mano de Giyuu y empezaron a caminar rápido para poder ir a la tienda y dejar a Sanemi, él era el mal tercio en su salida.

Sanemi: maldita perra... Te mataré -murmurró enojado.

El albino corrió para alcanzarlos y no dejar que Kanao se lleve a Giyuu a otro lado lejos de él.

Sanemi:"ese idiota depresivo es mío" -penso enojado.

Kanao:"como lo sospechaba no deja que Tomioka-san se aleje de él, con el golpe que le dio y lo que Murata nos contó, según por un libro que leí eso es una relación tóxica, Tomioka-san lo debe saber pero ese animal lo debe tener amenazado" -penso seria.

Giyuu:"nunca me sentí tan feliz desde que volví a ese lugar que llamó hogar, gracias por venir hoy Kanao" -penso con una sonrisa.

Los 2 llegaron a la tienda pero en ese instante Sanemi llegó para tomar a Tomioka por los hombros de una manera algo brusca.

Kanao:"¿No le importa que esté aquí?" ¿Entramos? -pregunto con calma.

Giyuu: s-si -dijo nervioso.

Los entraron a la tienda y buscaron una mesa para sentarse, Kanao intento sentar junto a Giyuu pero Sanemi fue mucho más rápido.

Kanao:"perdón Tomioka-san" -penso entristecida.

Kanao se sentó en la otra silla enfrente de los 2 y los miraba con tranquilidad pero ocultando el análisis que hacía.

Sanemi:"este idiota no sabe lo que le va a pasar cuando volvamos a casa".

Giyuu:"quiero escapar y llevarme a Kanao conmigo para así estar lejos de él pero...¿Que tal si Shinazugawa les hace daño y pierdo a las únicas personas que me importan?" -penso preocupado.

X:¿Que van a ordenar?.

Todos salieron de sus pensamientos al oír la voz del camarero, el chico sentía una incomodidad por el ambiente tan tenso que había en esa mesa ¿Será que tuvieron una pelea familiar?.

Giyuu: unos Dangos y té para los 2 -dijo con calma.

X:"¿2? Tal vez tuvieron una pelea, no debo meterme" okey ¿Y usted que quiere?.

Sanemi: lo mismo que él y claro que Giyuu paga -dijo tranquilo.

X:"esto me recuerda a mis padres...".

El camarero recordó algo de su infancia pero decidió ignorarlo, lo único que deseaba era que la niña no sufriera lo que él sufrió por un padre abusivo, aunque ella ya a sufrido demasiadas cosas en su corta vida.

X: ya les traigo su pedido -dijo con una sonrisa.

Giyuu le sonrió amablemente al camarero haciendo enojar a Sanemi.

Kanao: es un lindo día ¿No cree Tomioka-san? -pregunto tranquila.

Giyuu: tienes razón.

Sanemi:"¿Actúas como perra delante de mí? Te irá fatal cuando lleguemos a casa" -penso serio.

Entre charlas y risas Giyuu y Kanao hablaron de cualquier cosa dejando a Sanemi de lado, no hay que decir que el albino ya estaba que hervía de rabia.

Después de unos minutos su pedido había llegado, Sanemi miraba enojado a Kanao tenía tantas ganas de matarla allí mismo y darle a entender a Giyuu que nunca se podría separar de él.

Kanao: si me disculpan, iré al baño.

Giyuu: no te preocupes.

Kanao se levantó dando una última mirada a Giyuu, no quería dejarlo solo con Sanemi pero solo serán unos pequeños minutos.

Sanemi aprovecho la ausencia de Kanao y posó su mano en la pierna de Giyuu, tenía la ventaja de tener unas uñas largas.

Giyuu:¿Q-que haces? -murmurró nervioso.

Sanemi: actúas como una perra delante mío y no me prestas atención, te daré a entender tu lugar.

Sanemi empezó a enterar las uñas un poco en la piel de Giyuu y empezó a arañarlo, el pelinegro intentaba no gritar o hacer algo para evitar llamar la atención del camarero.

Giyuu: d-detente -murmurró nervioso.

Sanemi: actúa normal y ni te ocurra actuar raro, en la casa terminamos de arreglar las cosas -dijo tranquilo.

El albino saco sus uñas que tenían un poco de sangre y piel del pelinegro, el ojiazul creía que no podría caminar por lo menos su pantalón se ve como siempre.

Kanao salía del baño pero antes de poder acercarse a su mesa el camarero la detuvo.

X: pequeña... Estas en grave peligro junto al pelinegro -murmurró serio.

Kanao:¿Como...?.

X: viví un ambiente jodidamente peligroso, vi morir a mi madre delante de mis ojos y el causante fue mi padre... Huyan lejos de él -dijo preocupado.

Kanao estaba sorprendida por lo que el mayor le había dicho, no quería imaginarse el dolor que debería haber sentido.

Kanao:"no quiero perder a Tomioka-san" gracias por contarme -murmurró con suavidad.

El mayor se separó de ella y se fue a seguir con su trabajo un poco más tranquilo que antes, Kanao se acercó a la mesa y vio la cara de dolor y el sudor que bajaba por la cara de Giyuu.

Kanao:"debemos actuar rápido, no creo que haya mucho tiempo" -penso preocupada.

Continuará

Gracias por leer~.

Violentometro SaneGiyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora