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Amenazar de muerte

Giyuu estaba en la cocina intentando cocinar lo más rápido que podía, aunque tener el cuerpo adolorido y que tu único brazo este maltratado no ayudaba mucho.

Sanemi:¡Date prisa! -grito irritado.

Giyuu:"si tanto apuro tienes aprende a cocinar".

Era un milagro que apesar de todo lo que pasaba era capaz de seguir con su espíritu luchador tantas desgracias en su vida habían ayudado mucho.

Sanemi estaba sentado en la mesa con su Nichirin a un lado, Giyuu se sentía demasiado amenazado por la penetrante mirada del albino pero no se dejaría doblegar por esas cosas.

Giyuu hacia lo mejor que podía con su brazo y cuerpo adolorido pero Sanemi le valía una mierda. El albino chasqueaba la lengua irritado por la demora.

Sanemi:"¿Tanta demora por una mierda de brazo?" -penso enojado.

El albino gruñó como si así fuera la única forma de comunicación que tenía, Giyuu bufó molesto por el sonido que hacía Sanemi.

Giyuu:"bien, haré algo fácil y nada complicado, dijo desayuno no un buffet" -penso tranquilo.

El pelinegro busco los ingredientes que necesitaba y empezó a cocinar con calma, aunque su querido "novio" ya estaba perdiendo la "paciencia" que tenía.

Sanemi:¡¡Quiero esa mierda de comida de una puta vez!! -grito enojado.

Giyuu: a-aún falta que-.

El pelinegro maldijo por lo bajo su nerviosismo, quería actuar valiente pero el tono de voz de Sanemi y el miedo de ser de nuevo golpeado era más grande que su valor a enfrentarlo.

Sanemi:¡¡¡Me vale una mierda que falta algo, de cualquier manera debe saber cómo mierda!!! -grito con venas.

Giyuu bufó molesto, si Sanemi creía que su comida era horrible ¿Para que le gritaba que lo sirviera rápido?.

El ojiazul dejo la carne a medio cocinar y sirvió el arroz con la carne, se lo llevó lentamente hacia la mesa y en abrir y cerrar de ojos Sanemi se lo arrebato.

Sanemi: al fin -dijo molesto.

El albino llevó el primer bocado a su boca y lo escupió de una vez, Sanemi se levantó y tomo su Katana para después tirarse encima de Giyuu.

Giyuu estaba nervioso por la situación, no tenía forma de poder escapar esta vez y la mirada de Sanemi solo había gamas de matarlo.

El albino desenvainó su Nichirin y acercó la punta a su pecho, Giyuu entendió que si se movía en cualquier momento le clavaria la Katana en su corazón.

Sanemi:¡La próxima vez que te diga que cocines, cocina algo decente o sino te voy a cortar las partes de tu cuerpo y se las enviaré a tus niños y a esa mocosa de Kocho le enviaré tu cabeza con una nota que diga "esto es tu maldita culpa, te odio".

La sonrisa de Sanemi era la de un desquiciado, era peor que cualquier sonrisa de un demonio que habría visto antes, ni Akaza era así.

Sanemi:¡¿Entendido?!.

Giyuu: s-si.

El pelinegro sentía que ese día sería más largo que otros días y eso le daba miedo.

Continuará

Gracias por leer~.

Violentometro SaneGiyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora