20

1.1K 96 16
                                    

Encerrar/Aislar

Giyuu creía que tenía más huesos rotos por culpa de Sanemi que por cualquier demonio con el que haya peleado en el pasado.

El albino no terminaba de "castigarlo" por mencionar a ese hombre que tanto despreciaba, sus ojos estaban llenos de rabia y odio hacia su persona, más que en el pasado.

Sanemi:¡Disculpate de una puta vez! -grito enojado.

Sanemi le había pedido disculparse de una manera violenta desde hace 5 minutos, claro que él no movía su boca para decir esas palabras.

El albino dejo de golpearlo y se fue con pasos muy enojados, Giyuu se levantó lo mejor que pudo y se fue al baño para verse en el espejo.

Giyuu:"ni como cazador tenía estás heridas? -penso sorprendido.

El pelinegro tenía un ojo morado, el labio partido, su mejilla derecha golpeada, su único brazo con hematomas y no necesitaba ser un médico para saber que tenía las costillas rotas, tal vez algo más roto pero seguía vivo...¿Como era posible?.

El pelinegro suspiro y con todo el mejor esfuerzo que pudo se curó sus heridas, si Tsutako lo viera lo regañaria y después lo abrazaría para más tarde sanarlo con todo el amor del mundo.

Giyuu:"onee-chan...¿Estarás cuidandome junto a Sabito?" -penso curioso.

El ojiazul levantó su mirada para ver sus ojos llenos de lágrimas, algunas veces soñaba que estaba junto a su hermana acostado en su regazo como cuando era niño y tenía miedo de los relámpagos.

También recordó los diferentes momentos que pasó con Sabito, como él lo cuidaba como si fuera su hermano mayor y esa confianza que le tenía.

Y no había que olvidar sus nuevos recuerdos con los niños, sus niños que lo miraban con amor y cariño.

Esos hermosos recuerdos que lo mantenían vivo... Pero había algunos que quería olvidar para siempre.

Pasado unas 3 horas después de la golpiza que Sanemi le dio Giyuu se encontraba sentado en el piso del baño cona guardia en alto, no sabía lo que el albino fuera capaz de hacer de ahora en adelante.

Sanemi dejaba de beber su última botella de noche y fue a buscar a Giyuu con dificultad.

Sanemi: Giyuu...

El pelinegro se asustó al ver al albino ebrio ¿Le dará otra golpiza?.

Sanemi no dijo nada y lo tomo de su brazo para llevarlo a otro lado, claramente no tenía cuidado en su agarre.

Giyuu: auch -murmurró nervioso.

Sanemi se acercó al sótano y sin cuidado tiro a Giyuu adentro, sin dar ninguna explicación cerró la puerta dejando allí al pelinegro.

Giyuu trago grueso por el miedo que estaba sintiendo, sus ganas de morir estaban volviendo y peleando con sus ganas de vivir y esperanzas de que alguien lo salvará...

¿Podrá sobrevivir?

Continuará

Gracias por leer~.

Violentometro SaneGiyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora