╰ • ★★ 𝐏𝐋𝐄𝐀𝐒𝐄, 𝐇𝐄𝐋𝐏 𝐌𝐄 ★★ • ╯

Capítulo 6.

Su objetivo era ir a comer algo a un restaurante, pero a San se le había ocurrido pasar primero por la plaza comercial del centro y esto no le desagradó a Yeosang por lo que no dudó en aceptar.

Algunas horas habían pasado, cuando se detuvieron en una máquina de peluches, el menor se enamoró a primera vista de ese peluche deforme que parecía ser un perro.

"Sannie aun debemos ir a comer algo". Habló Yeosang en el décimo intento del pelinegro por obtener ese feo peluche.

"Te prometo que es la última". Prometió confiado, perdiendo nuevamente.

San formó un puchero con sus labios mientras observaba la máquina tramposa. Esa expresión hizo que el corazón del mayor doliera, por lo que suspiró antes de sacar una moneda para depositarla en la máquina. Con mucha concentración tomó al muñeco con la garra y la deslizo hasta dejarlo caer en el espacio donde los recibían.

Ambos intercambiaron miradas, totalmente sorprendidos. El menor se agachó para agarrar al perro de peluche y lo abrazó con felicidad.

"No puedo creer que lo conseguiste". San le sonrió tan bonito que su pecho se sintió extraño, pero lo ignoró. "Muchas gracias Sangie hyung". Esta vez abrazó al mencionado, besando su mejilla, alborotando mucho el cosquilleo en su pecho.

"Si, si, ahora vamos a comer, muero de hambre". Cambió de tema, intentando alejarse del más alto sin tener éxito, pues San solo tomó el brazo de su hyung y lo entrelazó con él suyo, comenzando a caminar.

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"Pero no es justo Choi, yo tenía que haber pagado, yo te invité a comer".

"Pero tu me regalaste a Shiber, estamos a mano".

"¿Shiber?". San le mostró su perro de peluche. "Ah ese, me alegra que te haya gustado".

"Me encantó". Sonrió mientras seguían caminando de regreso a su casa. "Por cierto, ¿a qué se debió éste día?".

"Yunho te trató mal ayer...".

"Te dije que tu no tenías que disculparte por eso Yeosang". La expresión del pelinegro había cambiado a una más seria.

"De todos modos... No quiero que creas que Yunho es así, él es un buen chico y–".

"Yeosang eso realmente no me interesa". Interrumpió con tono brusco. "Es un poco decepcionante que solo lo hayas hecho por eso...".

"¿Por qué otra cosa lo haría?". Tal vez esa fue una mala selección de palabras.

"Porque soy tu amigo, Yeosang". Ambos se detuvieron, ya estando frente a la casa del mayor. "Supongo que en verdad tu novio es mucho más importante...".

"San, perdón... No fue mi inten-".

"No te disculpes, estoy harto de que lo hagas". Interrumpió el pelinegro. "Toma, dáselo a Yunho y dile que no hay rencores".

Colocó sin cuidado alguno entres los brazos de Yeosang el peluche de perro y caminó hasta su casa con miles de emociones a flor de piel. Entró a su casa, y subió corriendo a su habitación, ignorando los llamados de sus padres.

Se dejó caer en su cama dejando salir un gran suspiro, tal vez sonaba muy dramático decir que su pecho dolía, pero en verdad se sentía así. Aunque también se sentía como un idiota por actuar así, Yeosang no tenía ni una idea de sus sentimientos, así que él no tenía ningún derecho de enojarse con el mayor.
Su celular comenzó a sonar pero decidió ignorar la llamada al ver que se trataba del chico que ponía todo su mundo de cabeza, tal vez debería hacerle caso a su amigo Hongjoong y hacer distancia con el rubio si ni quería acabar más lastimado.

Apagó su teléfono celular y se quitó la ropa para adentrarse bajo sus sabanas, no tardando en quedarse dormido. Fue hasta el día siguiente, que un chico peliazul entró a la habitación importandole muy poco si hacía ruido o no, sin ningún tipo de cuidado jaló las mantas, despertando por fin a Choi.

"¿Qué mierda te ocurre?". Preguntó fastidiado el menor, cubriendo su rostro con una almohada.

"No fuiste a la escuela... No pienso poner atención en calculo integral a diario solo para tener que ser yo quien te explique las cosas". Se sentó a su lado en la cama con los brazos cruzados, notando ya los ojos irritados del contrario. "¿Pasó algo?".

San bufó y se reincorporó, sentándose en la cama para mirar al mayor.

"Decidí que me alejaré de Yeosang...".

"¿Me estás jodiendo?". El pelinegro negó. "Choi San no puedes decir eso, ese chico te gusta".

"Si... Pero también tiene novio y es obvio que lo quiere mucho, no puedo competir con el idiota ese".

Hongjoong se quedó callado, él quería la felicidad de su amigo, sin embargo tampoco iba a mal aconsejarlo para que se metiera en una relación.
Definitivamente tampoco servía para ser un buen consuelo, pero por suerte, conocía y quería mucho a su amigo para hacer algo al respecto.

"No has comido". Dijo antes de volver a cubrirlo con las mantas y sacó su celular para ordenar todo tipo de comida a domicilio. "Hoy será día de peliculas, solo tu y yo".

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