╰ • ★★ 𝐏𝐋𝐄𝐀𝐒𝐄, 𝐇𝐄𝐋𝐏 𝐌𝐄 ★★ • ╯

Capítulo 16

"Esto es peor que una traición, es una falta de respeto hacia mi poderosisima escuela".

Yeosang soltó una risita por el tono dramático y exagerado de su hyung. Seonghwa se llevó una mano al corazón, mirando con indignación la camiseta que llevaba el rubio.
Después de todo terminó asistiendo al partido y ahora se encontraba sentado en las gradas con sus amigos, Wooyoung sonreía satisfecho de haber sido escuchado por el rubio.

"Hyung ya basta, esa camiseta se la dio su novio para que la usara". Explicó el menor de los tres; Yeosang se sonrojó, aun no era novio de San pero aun así no se molestó en negarlo.

A lo lejos, en la cancha se encontraba cierto pelinegro, estirando y calentando pues en unos minutos comenzaría el juego.

"Y recuerden, lo importante es divertirse... Aunque si ganamos estaría mucho mejor". Bromeó Jongho, el capitán de su equipo, para aligerar los nervios de algunos de su compañeros.

Todos asintieron y siguieron preparándose, Jongho fue hasta donde San y se sentó a su lado.

"Necesito preguntarte algo".

"¿Qué pasa?". Terminó de atar los cordones de sus tenis y miró al pelirrojo.

"¿Por qué el capitán del otro equipo no deja de mirarte? No me digas que es tu novio". Bromeó.

San lo miró confundido antes de mirar hacia el equipo de enfrente, reparando en la pesada mirada de Yunho.

"¿Mi novio? Si claro". Respondió con una amarga y sarcástica sonrisa. "Digamos que yo no soy de su agrado, ni él del mío".

Jongho comenzó a reír, desviando la mirada hacia el público centrándose en dos chicos bastante bonitos.

"Wow, hyung mira eso". El más bajo señaló con la mirada hacia las gradas. "Te dejo al pelinegro y me quedo con el rubio".

El mencionado miró en la dirección en la que veía su amigo y abrió mucho sus ojos, comenzando a sentir su rostro caliente y emocionado de ver a su precioso vecino ahí en el público con la camiseta que le había dado el día anterior.

"¿Acaso ya viste qué es lo que lleva puesto ese rubio?". Preguntó con reproche y celoso por la insinuación de Jongho.

Éste último volvió a mirar al chico rubio y su sonrisa se borró e hizo un puchero al leer el nombre de la camiseta que llevaba.

"¿Él es el famoso Yeosang? Es hermoso, pero que mal gusto tiene". Dijo burlón, recibiendo un leve golpe de San.

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El partido comenzó y el publico se volvió mucho más ruidoso de lo que ya era, Yeosang gruñó, él odiaba todo ese ambiente.

"Hey abuelo". Wooyoung le dio un ligero codazo. "Quita esa cara y solo concéntrate en tu príncipe azul".

Kang le regresó el golpe a su amigo antes de hacerle caso y buscar con la mirada a su vecino, no fue tan difícil encontrarlo pues casi siempre era el que tenía la pelota. Yeosang comprendió que San no bromeaba cuando había alardeado sobre su buena capacidad para jugar, su equipo iba ganando y eso era una sorpresa para todos ya que el equipo de Yunho era muy bueno.

"Wooyoung hay que buscar una cubeta para Yeosang antes de que siga babeando el piso". El comentario de Seonghwa lo regresó a la realidad, haciéndolo sonrojar y chillar avergonzado, escuchando las risas de la pareja.

"Hyung cierra la boca".

El medio tiempo llegó y todos se sentaron a descansar de la euforia, el celular del rubio comenzó a sonar, anunciando una llamada de San.

"Te ves precioso". Eso lo hizo sonrojar y buscarlo con la mirada.

"¿Solo para eso llamaste?". Gruñó avergonzado y con su corazón latiendo rápido.

"Sip... No podía aguantar más, necesitaba decirtelo".

"Bueno, para tu información ya lo sé". Escuchó la risa del menor.

"Gracias por venir, ahora estoy lleno de energía con solo verte".

"Suficiente adiós". Con su rostro rojo por la vergüenza, colgó el teléfono y a lo lejos vio sonreír al dueño de sus sentimientos. "Idiota...". Susurró con una boba sonrisa.

Todo esto era observado por Yunho, las miradas que esos dos intercambiaban solo lo enfurecían más porque el hecho de que su equipo fuera perdiendo no le ayudaba tampoco a su temperamento.

"Oye amigo, deja de ver a mi compañero, se va a gastar". Un pelirrojo mucho más bajo que él, se le puso enfrente, éste lo miraba con una sonrisa llena de burla.

El más alto se sonrojó al haber sido descubierto por el capitán del equipo contrario.

"No es de tu incumbencia, enano".

Pasó por su lado, chocando su hombro con el de Jongho, quien solo soltó una risita, mordiendo su labio mientras veía alejarse a ese guapo chico.

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Seonghwa se dejó caer en su asiento, deprimido después de que su equipo perdiera el partido por dos puntos. Wooyoung lo abrazó para consolarlo mientras que Yeosang se despedía de ambos.

"No puedo creer que me dejarás aquí sufriendo mientras te vas a festejar con tu príncipe azul".

Los dos menores rodaron los ojos por lo dramático que su mayor llegaba a ser. Kang sonrió y bajó de las gradas para ir a los vestidores, donde había quedado de encontrarse con San.

"Cuando yo te invitaba a los partidos nunca ibas...". La voz de Yunho a sus espaldas lo hizo sobresaltarse. "Pero mírate ahora, incluso usas su camiseta".

Yeosang apretó sus labios en una línea recta, antes de suspirar y hablar.

"Lo siento...".

"¿Qué es lo que sientes?". Reprochó el mayor.

"No haber sido un buen novio contigo... Y porque... Con San todo es diferente".

"Dijiste que no tenías nada con él y a los pocos días de terminar fuiste corriendo a sus brazos". La voz de Yunho sonaba lastimada y eso lo hizo sentir culpable.

"Eso... Eso no fue así, tu ya estabas actuando mal desde antes de que terminaramos-".

"Y él te consoló, ¿no?". Preguntó con sarcasmo; y antes de que el menor pudiera responder, otra voz se hizo presente.

"Yeosang hyung". Ambos voltearon a ver a San, quien caminó hasta el rubio, parándose a su lado. "¿Nos vamos?".

Choi estaba haciendo su mayor esfuerzo para ignorar al castaño frente a ellos.

"Él está hablando conmigo, idiota". Se dirigió el pelinegro.

"Más bien, solo lo estás molestando". Respondió San, antes de entrelazar su mano con la del mayor. "Vamonos hyung".

Yeosang miró por última vez a Yunho y se dejó llevar por su vecino hasta estar bastante lejos de su ex novio.

"¿Estás bien?". San tomó sus mejillas e hizo que lo mirara, los ojos del menor lo veían con preocupación.

"Lo estoy". Por fin sonrió y colocó sus manos sobre las del pelinegro, manteniendolas ahí. "¿Me das un abrazo?".

No tuvo que volver a repetirlo ya que San no dudó en rodearlo con sus brazos, cortando toda distancia entre ambos. Yeosang sonrió y también lo abrazó, por suerte el menor ya se encontraba duchado y cambiado, por lo que se permitió hundir su rostro en el cuello ajeno.

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