╰ • ★★ 𝐏𝐋𝐄𝐀𝐒𝐄, 𝐇𝐄𝐋𝐏 𝐌𝐄 ★★ • ╯

Capítulo 11.

Después de la pelea con Yunho, donde había terminado con éste último, había regresado a su casa para irse a encerrar directamente en su habitación y desplomarse en su cama; las palabras del castaño aun seguían taladrando en su mente 'inseguro mojigato'. ¿Eso era lo que Yunho siempre había pensado de él? ¿Salía con él aun pensando eso? ¿Se habrá reído de él con sus amigos por lo inseguro que era? Y más preguntas similares rondaban en su cabeza hasta que una en específico sobresalió de entre todas.

¡¿San piensa eso también?!

Nuevamente sus ojos se llenaron de lágrimas pero en vez de llorar, solo se envolvió en las mantas y se hizo bolita mientras cerraba los ojos para intentar dormir y desconectarse del mundo, odiaba ser inseguro y odiaba tener ansiedad.

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"Oye, no te traje aquí para que te la pasaras con esa cara larga". Reprochó Hongjoong mientras se sentaba a su lado en la barra improvisada de esa pequeña fiesta a la que su amigo lo invitó.

"Lo siento hyung, solo estaba pensando...". Respondió sin apartar la vista de su amrga bebida.

"¿En Yeosang otra vez? Pensé que habías decidido a olvidarlo".

"Si pero... Ya terminó con su novio".

"Tu no tuviste nada que ver, ¿cierto?".

"Por supuesto que no, hyung". Puchereó ofendido. "Pero hace más de tres días que no hablo con él... Lo extraño...".

"Tal vez debas ocupar tu mente en otra cosa, toma esto y vamos a bailar".

Hongjoong sirvió más alcohol en el vaso del menor y se lo entregó en la mano, luego pasó su brazo por los hombros de su amigo para comenzar a caminar hacia toda la gente en la pista de baile. Se supone que lo había invitado a esa fiesta para que se la pasaran bien, y se encargaría justo de hacer eso.

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El sonido de su celular lo despertó de su preciado sueño, maldijo con voz adormilada antes de tomar su celular y contestar.

"Diga...".

"Oh... ¿Te desperté?".

"San, son las tres de la mañana, por supuesto que me despertaste, tonto". Respondió Yeosang, parpadeando unas cuantas veces para terminar de despertar.

"Lo siento...".

"¿Pasó algo?".

San sonrió por el dulce tono de voz que el mayor ocupaba con él.

"No... Solo quería escuchar tu voz...".

"Tu voz suena rara, ¿tomaste?".

"Un poco". Sonrió avergonzado, a pesar de que el contrario no lo veía. "Podrías... ¿Podrías asomarte por la ventana?".

El rubio prefirió no preguntar más y solo hacerle caso, se levantó de su cama y caminó hasta su ventana; corrió un poco la cortina para llevarse la sorpresa de encontrarlo justo afuera de su casa, observándolo desde abajo con una ligera sonrisa.

"¿Qué haces, San?". Preguntó aun a través del celular.

"Es increíble que en todo momento luzcas así de hermoso". Yeosang se quedó callado, nervioso por el comentario de su menor. "Hace mucho que no te veía... Y te extrañaba mucho".

"Estás muy borracho, San".

"Tal vez... Por favor no abras la ventana, hace frío". Le advirtió cuando se dio cuenta de las intenciones del contrario.

"Entonces entra a tu casa ya, hace frío". Reprendió, sacándole una sonrisa a Choi.

"Lo haré, pero en verdad quería verte".

"Bobo, podrías haber venido por la tarde-". El menor lo interrumpió de la nada.

"Te quiero".

"¿Qué?".

"Te quiero... Te quiero mucho, Yeosang".

El ritmo de los latidos de su corazón aumentó con esas simples palabras, San estaba hablando con total honestidad, lo cual solo lograba emocionarlo más pero también lo ponía nervioso. Esa sensación en su pecho que había sentido antes, hizo acto de presencia, haciéndolo sentir agobiado y sin saber cómo reaccionar.

"Yo también, ahora entra a tu casa y duerme".

Y sin más colgó, lo miró por última vez antes de cerrar nuevamente su cortina, con el corazón latiendole a mil por segundo.

"Joder, ¿qué demonios fue eso Kang Yeosang?".

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