╰ • ★★ 𝐏𝐋𝐄𝐀𝐒𝐄, 𝐇𝐄𝐋𝐏 𝐌𝐄 ★★ • ╯

Capítulo 17

A pesar de que el rubio hace unas horas le había dejado en claro que estaba bien, San se encontraba tenso y preocupado por el silencio del mayor, tal vez Yeosang no era la persona más habladora del mundo, pero esa tarde estaba muchísimo más callado de lo normal.

"Hyung... En verdad no quiero presionarte, ni mucho menos incomodarte". Tomó con delicadeza, el mentón de Kang para que lo mirara.

Ambos se encontraban sentados en el pórtico de la casa del mayor, San tenía pensado en ir a dar un paseo por algún lado, tal y como lo habían planeado. Sin embargo, todo plan se vio cancelado por el repentino humor decaído y pensativo de Yeosang, debido a eso, la mente del menor le estaba jugando una mala broma a si mismo, comenzando a preguntarse si el contrario se arrepentía o algo por el estilo de haber terminado con el idiota de Yunho.

"¿Qué pasa San?". La voz de Yeosang lo regresó a la realidad.

"Eso mismo quiero preguntarte yo a ti". El rubio por fin le prestó toda su atención mientras lo miraba confundido. "¿En qué estás pensado?... Parece que aun le das vueltas a lo de Yunho, aun cuando dijiste que estaba todo bien...".

"San-".

"No Yeo, primero quiero hacerte saber cómo me estoy sintiendo, quiero ser honesto contigo...". El mencionado se quedó callado para escucharlo. "Desde que salimos del partido no has hablado y yo me estoy volviendo loco al pensar que tal vez sigues extrañando a ese tipo...".

San agachó la mirada después de liberar su mentón y alejarse solo un poco; esto hizo que Yeosang por fin entrara en razón y se diera cuenta su error. Se sintió culpable al ver el puchero lastimero en los labios del menor.

"Espera Sannie". Volvió a acercarse al más alto para tomar sus mejillas. "Por supuesto que no ese eso, bebé". El pelinegro se sonrojó de golpe por el apodo. "Perdóname por hacerte pensar eso... Es solo que, no estaba pensando exactamente en Yunho, sino, en las palabras hirientes que me dijo cuando terminamos". Comenzó a explicar. "Haber vuelto a hablar con él revivió ese día, y esas palabras que de cierta manera si me lastimaron...".

"¿Qué palabras?". Yeosang suspiró sin querer responder. "Yeo, ¿qué te dijo ese idiota?".

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"Es un imbécil". Se apresuró a expresar San, sentado a un lado suyo en el sofá de su hogar.

El mayor soltó una risita dándole la razón al contrario antes de acurrucarse en él. Se sentía raro, era la primera vez que hablaba de eso, ni siquiera le había contado a Wooyoung cómo es que había terminado con su ex novio, porque sabía perfectamente que su amigo iría a partirle la cara a Jeong.

"Lo sé... Pero ya pasó, y tanto tu como yo debemos entender eso".

"¿Si sabes que nada de lo que dijo es cierto, verdad?". Kang se quedó callado sin poder darle la razón. "Yeo...".

"Lo sé pero...". Negó con la cabeza y suspiró. "Mejor cambiemos de tema... ¡Oh si! Tu premio...".

San lo observó con una ceja alzada desde su lugar, mientras Yeosang se ponía de pie e iba a buscar algo en su mochila y a los segundos regresar a su lado en el sofá.

"Ahora cierra los ojo". Volvió a hablar el mayor, sonriendo cuando el pelinegro cerró sus ojos. "Ábrelos".

Choi observó el brazalete frente a sus ojos, tenía el dije de una carita de gato.

"Oh...".

"Sé que no es mucho... Pero cuando vi el brazalete con el gatito me acordé de ti... Se parecen mucho". Soltó una risita con sus mejillas sonrojadas. "Aunque si no te gusta no hay ningún prob-". El menor le arrebató el brazalete y se lo puso.

"Jamás voy a quitármelo, me encanta".

"Espera eso no era todo".

"¿Ah no? ¿Qué otra cosa bonita voy a recibir de ti?". San lo miró con sus hermosos ojitos brillantes y su preciosa sonrisa que lograba derretir a Yeosang.

"Déjame ser tu novio... Por favor...". Susurró con el rostro rojo, tomando por sorpresa al menor. "¿Si?". Preguntó nervioso después de un largo rato en silencio pues el cerebro del pelinegro aun seguía haciendo corto circuito.

Sin embargo no recibió un 'SI', como tal, pero el beso que San se había apresurado a darle, le indicaba que tal vez si había aceptado.
Yeosang suspiró sobre la boca ajena, disfrutando de la suavidad de los labios del menor; con una pizca de curiosidad se atrevió a morderle el labio inferior, arrancandole un suave jadeo a San. Y tal sonido le había hecho sonrojar de sobremanera, pero también le había encantado.

Choi llevó una de sus manos al muslo del mayor para presionarlo un poco mientras se inclinaba un poco más para seguir dejando al contrario que guiase el beso. Yeosang le había dicho que lucia como un gatito, pero San estaba seguro de que si fuera un perro, estaría moviendo la cola totalmente feliz.

"¿Eso es un si?". Preguntó en un jadeo cuando se alejó del más alto para tomar aire.

"Por supuesto que si, precioso". Nuevamente cortó la distancia entre ambos para besarlo, siendo San quien controlara el beso esta vez. Aunque no midió su emoción que prácticamente saltó sobre el rubio, quedando acostado arriba de él, pero tampoco repararon mucho en eso, hasta que alguien aclarandose la garganta llamó la atención de ambos.

A San se le bajó el azúcar al ver al mismísimo señor Kang entrando a la sala, el mayor miraba con los brazos cruzados y una ceja levantada, la posición en la que los adolescentes se encontraban.

Yeosang, apesar de estar sonrojado por la vergüenza, sonrió y empujó lejos a su ahora novio, para poder ir a abrazar a su padre; el señor Kang acostumbraba a viajar mucho y casi no se la pasaba en casa, por lo que el rubio saltó a abrazarlo diciendo lo mucho que lo había extrañado. Y aunque su padre correspondió de inmediato a su abrazo, nunca dejó de mirar al pelinegro, a quien conocía desde que era un niño.

"Choi San".

"Hola señor Kang". Se apresuró a hacer una reverencia de 90°.

Yeosang observaba toda la escena con diversión, y con una sonrisa caminó hasta su vecino y tomó su mano, aunque el menor lo miró con pánico en sus ojos.

"No te preocupes papá, mi novio ya se iba, ¿cierto?".

"Si...". Aclaró su garganta, pues su voz había sonado un poco aguda. "Digo, si, usted de seguro debe estar cansado así que mejor me voy ya...". Hizo otra reverencia y caminó hasta la puerta.

"Te espero mañana en la cena para hablar". Más que invitación, sonó a una orden del mayor, cuando San pasó por su lado.

"Si señor". Respondió al instante como si de un soldado se tratase.

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🍃;; Si hay alguna falta de ortografía, luego la corrijo thanxx✨