Izuku Midoriya un chico Quirkless amante de los héroes, quien al no poseer una peculiaridad fue acosado la mayor parte de su vida por el simple hecho de querer ser un héroe a pesar de no contar con una Quirk.
El no se dio por vencido a pesar de eso...
Himiko estaba más que emocionada de hacer aquella misión y estaba más que preparada para la misma, en su teléfono contaba con las direcciones de los lugares que tenía que acudir para "instalar" los dispositivos.
Mucho antes de llegar al primer callejón había cambiado de forma a una clase de mujer de negocios, pelo negro en un chongo alto, ropa de oficina, lentes delgados e incluso incremento su altura. De forma que pasaría desapercibida en las calles circundantes, momento antes de hacer su acto.
«Me pregunto cómo Izuku-kun planea hacer esto si no puede transformarse, aunque ahora que lo pienso no me ha dicho cuál es su peculiaridad, ¿tendrá que ver con el análisis peculiar?, deberé preguntarle más tarde». Llego a pensar ella mientras hacia el encargo.
Es así, que, al llegar, baja la lonchera de oficina gris que llevaba consigo, en la cual tenía guardado todo el equipo que debía colocar. Ahí dentro se encontraban una seria de microcámaras, una memoria USB que no necesitaba en aquel momento, un pequeño proyector holográfico de comando a distancia que se activa junto con la microcámara a la que se plane sincronizar, lo cual no tendría problema ya que se le fueron enumeradas previamente para que coincidieran como un solo paquete, además de que lo proyectores ya contaban con micrófono y audio; siendo el ultimo aparato que tenía que colorar y que era el dispositivo principal, un pequeño dispositivo inalámbrico de forma cilíndrica partido a la mitad, que podía generar una señal que podía conectarse a cualquier dispositivo que haya recibido previamente un código de acceso de accesibilidad de tiempo limitado, para recibir o mandar señales. Y todo aquello lo estaba, literalmente, pegando con una sustancia de secado rápido que se asemejaba al cemento una vez que se haya expuesto al aire, así que se tenía que ser rápido y preciso al momento de colocarlo.
La rubia en un momento se puso a pensar de como el peliverde podría mantenerlo funcionando una vez que la batería se acabara, pero al verlos detenidamente logro notar los pequeños paneles solares en estos y podía darse una idea de la razón de estar en el exterior.
—¿Cuánto dinero tiene para presupuestar todo esto? — se pregunta en voz alta, ya que no cree que todo aquello fuese barato, pero recuerda el negocio que este contaba y de una formar se responde ella sola.
Al terminar de colocar todo en su lugar como se le fue indicado previamente es que presta más atención al callejón en el que se encontraba. Era de paredes altas, un poco angosto en el que podrían caber máximo dos personas de complexión promedio, había dos pares de escaleras antincendios, además de no ser uno sin salida, sino que contaba con tres bifurcaciones de escape, además que se encontraba frente a un establecimiento de helados que contaba con mesas para comer ahí mismo.
Entendiendo de esa forma que había sido escogido de forma estratégica.
Podía notar que todo tenía su razón de ser y la cantidad de cada uno de los artículos que contaba no era para nada pequeña, menos la cantidad de direcciones en las que tenía que instalarla, Himiko se estaba volviendo consiente de lo laborioso del trabajo, más al saber que no era la única instando aquello.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
