Hacia algunas horas habíamos arribado a Alemania, habíamos llegado directamente a nuestro departamento, por lo menos por hoy quería olvidarme de cualquier tipo de responsabilidad que tuviera, quería ser solo yo, por lo que inmediatamente al llegar a casa tome una ducha, me coloqué mi pijama y me dispuse a ver una película, que para ser honesta ni siquiera sabia de que iba ya que mi mente sigue estancada en una situación en particular.
Flashback
- Bueno ya está todo listo, vámonos- dijo Enzo llegando a nuestro lado
- Creo que algunos no te ha escuchado- dije señalando a ambos pilotos dormidos a lado mío- tal parece que la fiesta de anoche estuvo buena-
- ¿Puedes?- ya sabia a qué se refería por lo que con cuidado me levanté del sillón me coloqué enfrente de ellos, abrí mi cámara y comencé a grabar
Enzo por su parte se colocó detrás de ellos y de un rápido movimiento les picó una costilla a cada uno mientras gritaba - ¡ ES HORA DE HIRNOS HOLGAZANES!- lo que hizo que ambos pilotos se levantaran rápidamente sobresaltados mirando para todos lados, sacándome una gran carcajada, eso llamo su atención de inmediato.
- Oh no lo hicieron- comentó la mexicana en un falso intento de enojarse
- Claro que lo hicimos y lo mejor de todo es que lo tengo grabado- me burle mostrándole mi teléfono
- Los odio- comentó Kvyat cruzándose de brazos y caminando a la salida
- Nos amas guapo- contesto Enzo lanzando un beso en su dirección mientras veía cómo se alejaba
- Ok, dejemos de lado las boberías que tenemos que llegar al aeropuerto-
- Por que tenemos que irnos tan temprano, es tu avión, ¿no puedes cambiar el vuelo para más tarde?- se quejo mi mejor amiga
- Nop, tenemos que respetar los horarios tanto nuestros como de la tripulación, así que andando mueve ese lindo trasero tuyo hasta la camioneta- ordene
- Mandona-
- ¿Como?
-Nada, Nada-
Estaba a punto de responder cuando alguien se acercó a nosotros.
-Evangeline, ¿Podemos hablar?- dijo aquel aleman que yo tanto conocía
- Evie, tenemos que irnos, nos están esperando- interrumpió mi mejor amigo en un intento de evitar que yo tuviera que interactuar con los rubios frente a mi.
- No creo que tengamos nada de que hablar- conteste mientras tomaba mi bolso del sillón- Así que si me permiten, tengo que irme- dije comenzando a caminar hacia la salida
- Kleiner Stern por favor- Me llamo Max atrás de mi en un intento de que lo escuchara
Y ese sobrenombre fue lo único que necesité para explotar, por que ese estupido apodo significaba tanto para mi, pero ese significado se perdió cuando decidieron excluirme, no escucharme y abandonarme durante 3 años, por lo que sin pensarlo dos veces me dirigí hacia el par de rubios.
- No se les ocurra volver a llamarme así, no tienen ningún derecho de hacerlo, por lo que les pido que si tienen algún asunto que tratar conmigo siempre y cuando tenga que ver con temas laborales se dirigían hacia mi como Evangeline, por que fuera de ese entorno ustedes y yo no tenemos nada que ver- retome mi camino sintiendo como Emilia, Enzo y Daniil venían detrás de mi.
Fin flashback.
-Evie, puedo pasar- dijo Helena detrás de la puerta, sacándome de mis pensamientos.
- pasa- respondí reincorporándose en la cama.
- ¿Quieres hablar?-
- la verdad, no -
- Te entiendo pero recuerda lo que dijo el doctor, no es bueno guardarte las cosas, tienes que hablarlas- me reto
Yo no respondí a su regaño, solo emití un leve gruñido.
Helena vivía conmigo desde que Enzo decidio que necesitaba compañia y al conocer su historia decidí protegerla de todo lo que alguna vez le hizo daño
- Evieeeeee- podía sentir el reproche en su tono.
- Es que no puedo creerlo, ahhhhh, es que ahora si quieren hablar, pero yo por que tendría que escucharlos cuando ellos no quisieron hacerlo conmigo hace tiempo- me tape la cara con una almohada mientras gritaba- Son tan hipocritas, vienen hacia mi ahora si queriendo hablar, pero todas las veces que yo to intente, todos los mensajes y llamadas que rechazaron ¿que? ¿Acaso no importan? - y sin más volvía a tapar mi cara con la almohada
- Tal vez deberías de hablar con ellos- dijo una tercera voz ingresando a mi cuarto
- ¿Qué?- cuestione incrédula
-Si, deberían hablar y demostrarles que tú no eres igual que ellos, darles una cachetada con guante blanco, como dicen por ahí, siempre y cuando les dejes bien claro que ya no son relevantes en tu vida, claro solo si tú estás lista-
- El tiene un punto-secundó la rubia a mi lado- demostrar que tú no eres como ellos y que todo este tiempo te ayudo a sanar
- Es que ese es el problema, no estoy lista, sigo enojada y aunque lo he trabajado en terapia, lo qué pasó hace años aún me afecta y tal vez fui dura con ellos pero no se que tanto afectaría en mi lo que ellos tengan que decirme, solo intento protegerme por que sinceramente no estoy preparada para otra crisis- me sinceré ante la pareja- Ademas aún los quiero, siempre lo voy hacer, todos y cada uno de ellos tiene un lugar especial en mi corazón.
- Y está bien, por eso es importante que liberes todo lo que sientes, nadie te va a presionar en tus procesos, solo queremos que te habrás más con nosotros preciosa, sabes que siempre vamos ha estar para lo que necesites-
¿Que voy hacer? Por un lado mi corazón quería correr hacia el grupo de idiotas abrazarlos hacer como si nada hubiera pasado seguir con nuestras vidas como antes, pero por otro lado estaba mi cabeza que me decía que tenía que evitarlos a toda costa, no permitir que volvieran a mi vida nunca mas, ahora había personas más importantes en mi vida a las que debía cuidar sin importar que perdiera todo en el procesó.
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Evangeline |Arthur Leclerc |
Hayran Kurgu- lo elegirás a él? - pregunto con un tono de voz que no pude distinguir - Si lo eligió a él, yo no sería capaz de abandonar a la persona que amo como tú lo hiciste conmigo-