SARAH

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   Pasamos el día entero preparando la casa de Seokjin para la fiesta que daría en la noche

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   Pasamos el día entero preparando la casa de Seokjin para la fiesta que daría en la noche. Namjoon se encontraba mucho mejor pero sus costillas aún no se habían recuperado del todo por lo que no podría hacer ningún esfuerzo. Él se encargaría de las bebidas.
   Fiorella se encontraba decorando el jardín. Seokjin había ido en la camioneta de su padre en busca del alcohol. Todo parecía bien encaminado.

   Decidí que iría a la fiesta con Fiorella. Seokjin de seguro tendría mucho por hacer mientras la gente llegaba.
   Desde el día en que Seokjin me había comentado lo de su fiesta, me había ocupado de encontrar un buen vestido. Escogí uno simple, negro y al cuerpo. No era lo que solía usar, no era algo con lo que me sentía cómoda, pero esta noche quería sorprenderlo. Salir de mi zona de confort y animarme a usar algo que siempre he querido lucir y no me había atrevido.

   Seokjin había comenzado un proceso de amor propio en mí. Ya no me disgustaba tanto verme al espejo. Comenzaba a hacer cosas por mí misma y darle la razón cuando me decía que yo era una mujer valiosa.

   Me coloqué el vestido y me paré frente a mi reflejo. Sonreí por primera vez al verme lucir algo así. Los kilos de más. Mis piernas anchas. Mis brazos con algunas estrías. Nada me molestaba, al contrarío comenzaba a aceptarlo y amarlo. Era parte de mí. Era el cuerpo que me permitía vivir y respirar.

   Bajé en cuanto escuché la bocina del auto de Fiorella. Corrí por las escaleras hasta que mi madre me detuvo en la puerta.

   — ¿A dónde vas?
   —A una fiesta.
   — ¿Así? —me echó un vistazo disgustada.
   —Sí, mamá. Así. Me veo increíble —sonreí orgullosa.
   —Hija, te saltan los rollos. Los chicos se van a burlar de tí —noté la preocupación en su rostro. El miedo me abrazó—. Cariño, sabes que lo digo por tu bien.
   —Estoy bien, mamá —mentí. ¿En serio lo estaba? Ya no me sentía tan segura—. Adiós.
Corrí. Hui, antes de que pudiera seguir alimentando la inseguridad dentro de mí.
   Tomé aire antes de que una lágrima pudiera escaparse y fingí mi mejor sonrisa. Fiorella me abrió la puerta desde adentro.

   — ¿Lista para el cumpleaños de tu novio?
   —Seokjin no es mi...
   —Amiga, lo será dentro de poco. Lo sabemos —aceleró su auto—. Por cierto, te ves increíble.

   La casa ya estaba llena. Me robé todas las miradas y ojala hubieran sido por admiración y no por un impacto al verme usar algo tan ajustado y corto.
   Intenté bajar aún más la falda del vestido. Veía como murmuraban a mis espaldas. La ansiedad comenzó a crecer en mí.

   Corrí hacía uno de los baños de abajo y cerré la puerta detrás de mí. Me apoyé en el lavabo intentando calmar mi respiración. Mi pulso acelerado y los temblores de mi cuerpo.

   Al salir me choqué con alguien más alto que yo. Levanté la vista y lo vi. Su sonrisa se borró en cuanto vio mi rostro y mi estado.

   — ¿Qué sucede?
   —Quiero irme.
   — ¿Qué? ¿Por qué?
   —Lo intenté. Lo juro, Jin, pero todos se ríen de mí.
   —Amor, te ves maravillosa. Que se vayan al carajo.
   —Jin...
   — ¡Que se vayan al carajo! —Besó mis manos—. Te ves preciosa, Sarah.

   Mi respiración se calmó. Los latidos se relajaron y volvieron a la normalidad. Sujeté con fuerza la mano de Seokjin y lo seguí a la fiesta otra vez.

   Todo el mundo bailaba y se divertía. Algunos ya habían entrado a la piscina. Otros estaban demasiado rotos por el alcohol.

   —Enseguida regreso. Iré por más hielo —Jin se alejó dejándome sola.

   Observé el lugar en busca de Fiorella pero no podía verla por ningún lado. Caminé entre la multitud intentando encontrarla. De pronto sentí algo frio derramarse con brutalidad en mi pecho. Al levantar la mirada vi a Jazmín frente a mí con su vaso vacío.

   — ¡Ay! ¡Lo lamento! ¡No te vi, Sarah! —intentó limpiar el líquido. Inútilmente.
   —No te preocupes, Jazmín...
   — ¡No! ¡He arruinado tu vestido! Déjame ayudarte.
   —No. No te preocupes, en serio. Puedo sola.

   Me alejé cubriendo mi pecho empapado. No veía a Seokjin por ningún lado. Subí las escaleras hasta tu habitación y busqué algo para ponerme. Absolutamente nada era apropiado. Tomé una de sus camisas y me la puse encima atándola con un nudo sobre mi abdomen, como si fuera una chaqueta.
   Escuché el bullicio de la gente en el jardín. Parecían celebrar algo.
   Me acerqué al balcón y vi a dos personas rodeadas por la multitud. Quizá habían comenzado algún tipo de juego, así que decidí bajar.

   Vi a Fiorella alejada de las personas. La expresión de su rostro me generaba confusión. Miraba a la multitud con preocupación.

   — ¿Fiorella? —se sobresaltó en cuanto me vio.
   — ¡Sarah!

   Su advertencia llegó tarde. Sentí el peso en mi pecho en cuanto la multitud se abrió paso para que yo pudiera ver quienes estaban en el centro. Todas las miradas puestas en mí. Algunas con una sonrisa en su rostro. Sobre todo en el rostro de Jungkook.

   Jazmín sostenía a Jin mientras se besaban. Todos aplaudieron cuando se separaron.
   El pecho comenzó a dolerme. Otra vez la ansiedad. El mareo. Las pulsaciones aceleradas. El aire que no ingresaba correctamente y parecía ahogarme.

   — ¡Sarah! —Seokjin me encontró con la mirada. Jazmín a su lado ladeaba una sonrisa orgullosa.

   Hui, otra vez, pero esta vez de la persona que amaba. De la persona que se supone que me amaba y que acababa de humillarme frente a toda la universidad.
   Lo escuché detrás de mí. También escuché a Fiorella que se adelantó para subirse a su coche.

   — ¡Sarah! ¡Por favor! —Seokjin tomó mi brazo.
   — ¡Vete a la mierda! —solté. Llevé una mano a mi pecho. Sentí el ardor.
   — ¡Por favor! ¡Fue una confusión! ¡Jazmín...ella planeó...!
   — ¡La besaste, maldita sea! ¡En frente de todos! ¡Te mostré todas mis inseguridades y aun así me humillaste!
   —Sarah, perdón. Te juro que ella me besó, yo no...
   —Ya no puedo creerte. No sabes cómo me duele que me hayas hecho algo así en frente de todos. ¡Dios! ¡Que idiota fui! ¿Cómo pude creer que alguien como tú se fijaría en mí?
   —No digas eso, Sarah. Tú sabes que para mí eres...
   — ¿Hermosa? —las lágrimas caían sin parar—. Nadie me quiso y nadie lo hará. ¡No soy hermosa! ¡Soy una idiota que quiere tener una maldito romance como en las películas y por eso cae fácil en cualquier maldita mentira como la que tú me has dicho! ¡Nadie me verá como quiero que me vean, Seokjin! ¡Ni siquiera tú, ni yo, nadie! Tenía suficiente con la humillación de mi madre, no hacía falta la tuya.
   —Sarah, perdóname.
   —No vuelvas a hablarme. Quédate con tus amigos y las chicas que si son de tu estilo. No volveré a dejarte entrar en mi vida.
   —Sarah...
   — ¡Vete, Seokjin! ¿No fue suficiente con lo que le has hecho delante de todos? —Fiorella gritó desde su auto—. ¡Si tanto la amas, déjala! ¡Le has hecho el mayor daño, así que vete!

   Subí al coche y me marché. La ansiedad seguía creciendo dentro de mí. Los pensamientos me atacaban sin cesar. Me odiaba, como nunca en mi vida lo hice, odiaba todo.

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Que horrible es cuando alguien te rompe el corazón y encima tenes inseguridades porque la mente es traicionera y nos va a llenar de pensamientos que nos lastimen aun mas... Sarah tiene un poco de mí. 
Estamos muy muy muy cerquita del final <3 

Love Yourself (Kim Seokjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora