SEOKJIN

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   Estaba tumbado en el sofá cuando vi entrar a mi padre

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   Estaba tumbado en el sofá cuando vi entrar a mi padre. Me puse de pie tan pronto cruzó la puerta. Dibujó una sonrisa en su rostro cuando lo ayude con la valija y el bolso. Lo vi cargar una caja en el otro brazo.

   —Gracias, hijo —por su voz podía deducir que no había dormido bien durante el viaje—. Deja las valijas allí y pon esto sobre la mesa ratona por favor. Iré a ponerme ropa cómoda.

   Dejé la caja sobre la mesa. Tomé su saco y sacudí el poco polvo, lo posé sobre una de las sillas y acomodé su bolso sobre la valija. Quería evitar la curiosidad por lo que había allí dentro, pero siempre había sido inquieto en ese tema.

   Escuché la ducha y supe que papá estaba tomando un baño caliente. Me senté en el sofá, con la caja en frente. La observé atento, imaginando que cosa podría tener dentro.
   Sabía que papá no se enojaría si veía lo que había dentro, era el hombre más pacífico del universo. Pero tal vez era algo personal.
   Lo vi bajar de las escaleras y se acercó.

   —Papá —respondió con una con una mirada mientras iba camino a la cocina—. ¿Qué hay en esa caja?
   —Oh, lo olvidé. Ábrela, Jin, y ponlo sobre la chimenea. En el centro, por favor.

   Al parecer no era algo personal como creía... Si, si lo era.
   Recordé su aroma en cuanto vi el interior de la caja. Recordé su mirada y todos los fantasmas del pasado vinieron sobre mí como un tsunami.
   Las cenizas de mamá.

   Ha pasado un año, lo sé. ¿Pero cómo le explicas a tu mente que la persona con la cuál has crecido, de pronto no está? ¿Cómo le explicas que no volverás a verla? Simplemente no puedes.    La mente sigue creyendo que ahí está, que volverá. Aún tenía esa sensación de que mamá estaba en un viaje y pronto volvería a casa.
    Era ridículo, tal vez, no lo sé. No podía acostumbrarme a su ausencia. No podía no recordarla cada vez que veía a ese jarrón.

   Lo tomé con cuidado y lo puse en dónde papá me dijo. Supongo que estos días sin verlo me había traído algo de paz. O quizá había sido Sarah.
   Pensar en ella me generaba algo en el pecho. Un sentimiento de calidez, tal como mamá me hacía sentir. Tenía la misma dulzura en sus ojos. Entiendo porque papá se enamoró de una mujer como ella. Y porque yo ahora me sentía atraído por Sarah.

   —Te extraño, mamá. Tengo mucho por contarte —le susurré al jarrón.

   Caminé hacía la cocina y me senté en la isleta. Papá se preparaba un sándwich y se apoyó en el mármol quedando frente a mí.

   —Con que hubo una fiesta, ¿eh? —enarcó una ceja.
   —Fue idea de...
   —Lo sé, pude imaginarlo —negó la cabeza con una sonrisa—. Espero que no hayan roto nada. Solo pediré eso.
   —Nada se rompió, papá.
   —Bien. Cuéntame, hijo, ¿cómo va la universidad? ¿Has hecho nuevos amigos?
   —Sí, dos.
   — ¿Cómo se llaman? —papá siempre se interesaba por todo lo que sucedía en mi vida. Escuchaba atento mientras comía.
   —Fiorella y... Sarah.
   — ¿Es tan bonita como su nombre? —su mirada juguetona me ruborizó.
   —Muy.
   — ¿Cuándo conoceré a esa tal Sarah?
   —Tal vez hoy. La he invitado a ella y a Fiorella a comer.
   —Con que la conquistarás llenando su estómago. Tal como tú madre lo hizo conmigo —soltó una pequeña risa—. Esa noche la ayudé a cocinar, nada salió bien. No era muy bueno, pero reímos tanto hasta que nos miramos fijos y supe que era la indicada —podría pasarme horas escuchando la historia de mis padres. Siempre había soñado con algo igual—. Bien, ¿a qué hora vendrán? Debo ir a la empresa.
   —De hecho... no contaba con tu presencia... Pero no te preocupes, estas invitado.
   — ¿Me estas echando? —caminó hacia mí—. ¿Echas a tu padre para que no pueda conocer a mi futura nuera? ¿Echas a tu pobre viejo? —rodeó mi cuello con su brazo, muy suave pero firme y despeinó mi cabellera. Reí mientras jugaba con mi cabello, como si aún fuera un niño. Me soltó y depositó un beso en mi frente.
   —Estas invitado, papá. Pero por favor, no menciones nada. No quiero incomodarla ni que me hagas pasar un momento de vergüenza.
   —Ser padre viene acompañado de hacer pasar momentos vergonzosos a nuestros hijos. Te lo advierto —fijé mis ojos en los suyos en un intento de súplica—. Está bien, no diré nada. Te veré más tarde, ten cuidado.

   Tomé las llaves del auto y aproveché la tarde para hacer las compras. Tenía pensado pasar por Sarah cerca de las 19hs. Tal vez, podría ayudarme a cocinar.

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En mi vida he estado tan enamorada de un persona como el de Jin! 

Bueno, es un capítulo corto pero suficiente para empezar a ver un poco sobre lo que pasa dentro de la casa de Seokjin y de su vida... Y también ver que esta empezando a sentir por Sarah. ¿Les parece que el siguiente lo narré él? Lxs leo <3  


Love Yourself (Kim Seokjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora