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Sentía que podía respirar al fin, gracias al abogado del estúpido qué toco a su hermano, habían recibido una tarjeta con suficiente dinero para pagar el parto y otras cosas del bebé, según dijo Harvey estarían recibiendo una amable cantidad por me...

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Sentía que podía respirar al fin, gracias al abogado del estúpido qué toco a su hermano, habían recibido una tarjeta con suficiente dinero para pagar el parto y otras cosas del bebé, según dijo Harvey estarían recibiendo una amable cantidad por mes una vez naciera el bebé, así que tomo el poco ahorro qué tenia de su trabajo de mudanzas e intento pagarle a Harvey, queriendo que su deuda sea saldada, pero el hombre se negó a quitarle su poco sustento, dijo que con todo el alboroto qué hicieron los Jeferson había ganado suficiente fama, ahora casos similares le llovían.

Justo ahora tenia dos camionetas esperando, uno sacando las cosas de su apartamento, cosas a las qué les tenía aprecio por el esfuerzo que le costó conseguirlas o el último recuerdo de sus padres, habían sido unos idiotas pero era lo único que le recordaba que no todo lo que hacen para lastimar deja algo malo.

- ¿estas listo enano?- habían decidido irse en una de las camionetas, pues no tenían un auto y su moto no era la opción más segura para el menor, así que la subió al camión junto con todas sus demás cosas.

- gracias por hacer esto conmigo Jason, realmente...- se sintió nostálgico cuando la mano del menor tomo el borde de su camisa, en un intento tímido por tomar su mano.- yo no abría podido salir de esta sin ti.- cuando vio las pequeñas lágrimas solo pudo abrazarlo, mientras acariciaba su cabello.

- no me des todo el crédito, tu eres el chico más valiente de todos, lo hubieras hecho con o sin mi.- vieron como las últimas cajas eran puestas dentro del camión el pelirojo estaba ayudando con las últimas cajas cuando los vio, eran su pandilla, iban a darle un pastel de despedida al enano y cosas para el bebe, ya se habían organizado para antes de que se fueran.

- ¡oh nuestro pequeño demonio se va a ir sin despedirse!- escucho el llanto lastimero realmente fingido de la peliroja quien llevaba un pastel de frutilla.

- ¡Barbara!- el alfa no puede explicar la alegría que siente al ver al menor de su manada aceptando abrazos y caricias de su antiguo grupo, debía admitir que lo tenían algo mimado por ser el pequeño en edad, tamaño y el más arisco de todos, pero después de semanas de temblar ante cualquier toque, estremecerse ante cualquier ruido repentino, encerrarce en su habitación, su depresión...

- hiciste un gran trabajo Jason.- la peliroja ya estaba a su lado cuando menos lo espero, el menor seguía siendo llenado de regalos, mimos y abrazos.- el volvió a brillar gracias a ti.- El de ojos cerceta negó, le estaban dando demaciado crédito.

- yo solo lo acompañe, el esta volviendo a brillar por si mismo, por su cachorro.- lo vio gritar de felicidad cuando Duke salió de la nada con una caja y un gran perro, los ojos verdes lo miraron con emoción mientras abrazaba al perro gris, que se sentó y movió la cola contento.

- cuidaremos bien del negocio de Melisande, pueden irse tranquilos.- Le dio un sobre, era una tarjeta de ahorro nueva, así que la miro con confucion.- no te ilusiones, no es para ti, es para depositar las ganancias del lugar, aún es de Damián, solo guardaré lo de los salarios y la mercancía en otra a parte.- el le sonrió para guardar el sobre en su bolsillo interior de su chaqueta, no estaba tan seguro de recibir tantas tarjetas, debería contratar a alguien para que le ayude en eso.

Mi pequeña lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora