No entendía cómo había pasado...
Aún no podía procesar lo que decía aquél papel, ni siquiera podía respirar, si no fuera por su grupo de amigos estaría revolcándose en la desesperación.
Había sido violado en una fiesta de fraternidad, y de ese terr...
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Ya con el recuerdo de que tenían un auto decidieron que Ricardo era el indicado para llevarlo, se iban juntos Tim y él y los otros dos usaban la moto de Jason ya que era más compacta para dejarla dentro del taller.
—bien, nos vemos en la noche, no hagan nada estúpido.— dijo el alfa mientras se ponía su casco, el pelirojo ya estaba esperando con la mochila en su espalda.
—¿nosotros? Casi terminas en la comisaría anoche.— se quejó el mayor de los omegas subiendo al auto, el menor ya estaba adentro, abrazando su mochila mientras dormía.
—no iba a dejar que esos cabrones se fueran limpios.— gruñó el alfa poniéndose de lado de la ventana del omega.
—lo que digas Jaybird, solo tengan cuidado en eso.— el mayor señaló la moto con recelo, pero el alfa solo sonrió mientras acelera, sin moverse del lado del auto.
—claro mamá gallina, cuidado.— solo eso bastó para que acelerará a fondo e irse dejando solo una nube de polvo.
—sabes… es una suerte que se fueran primero ya que la señora Martha habló con tu jefa para que Konner trabajará contigo.— eso definitivamente alertó Tim, trabajar con uno de esos locos de anoche, no había dormido nada por eso, tuvo que irrumpir como un niño pequeño en la habitación de los alfas para entrar a su nido y sentirse seguro.
—¿tengo que ir a trabajar? Puedo ayudar a Alfred en…— pero al ver de nuevo a la casa el beta estaba en la puerta, cerrando todo con llave por dentro mientras lo veía severo. —tal vez no…— suspiro rendido al ver la clara amenaza del beta, ese era un claro “no arruines mis planes” marca Alfred.
—no debe ser tan malo, es sobrino de la señora Kent y amamos a la señora Kent.— Trato de ser positivo todo el camino, cosa que fastidiaba a Tim, él sólo quería dormir, volver al nido de los alfas y no despertar hasta dentro de una semana.
Cuando llegaron pudieron ver a la amable señora Kent hablando con su jefa, a lado un alfa a la defensiva, que reconoció apenas verlo, él más preguntón de los 3 vendidos, como los había llamado en su cabeza.
—¡señora Kent!— Ricardo se bajó del auto para saludar, diciendo que pudieron llevarlos ya que ambos venían al mismo lugar, Tim solo entró después de saludar a su jefa, no vio a Lana por ningún lado, supuso que aún no se recuperaba de la voz de mando de alfa.
Suspiro mientras limpiaba las mesas, se alegraba de que Jason les diera su hostigoso baño de fernonas antes de irse así ese no se acercaría de no ser necesario.
—calma chico… si causa problemas por aquí va andar el sheriff, vendrá a comer a las 3.— Eso lo calmó un poco, así que siguió con sus tareas y las de Lana, aunque ahora el mesero era el alfa, quien era demasiado torpe tratando a los clientes y por ende brusco al responder a las quejas de los mismos.
Por otro lado, a Grayson le iba de maravilla, el señor Germán estaba contento con la atención que brindaba el omega, era paciente y cortés, y con ayuda de su chico veloz eran el mejor equipo de todos.
