DANCING WITH THE DEVIL | THOMAS SHELBY

10

10. CAPITULO
DIEZ

a thomas shelby ff by daemoncito wt

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Small Heath
Birmingham

—¡Es solo una araña!

—¡Entonces mátala!

—¡Estoy embarazada, mátala tú!

—¡Bueno, yo soy menor! ¡Tu deberías solucionar estos problemas!

—¡Pero es solo una araña!

—¡Entonces mátala! —gritó Noora una vez más, estaba segura que terminarían despertando a la señora Marley y a toda la calle Watery. —¡Dios mío! ¡Hay otra!

Noora no pudo creer la forma tan veloz en la que su hermana, con recién cumplidos seis meses de gestación, bajó de aquella silla y corrió por la cocineta hasta la sala y puerta principal, sin detenerse a mirar atrás.

Eso es lo que se ganaba por intentar ayudarla en la casa de Small Heath.

Noora bajó también de otra de las sillas, que recientemente habían traído desde Londres, y corrió despavorida hasta salir de la casa, su hermana ya estaba casi del otro lado de la calle, dirigiéndose a la casa de los Shelby.

Nunca se imaginó encontrarse en esa situación.

Muchísimas cosas habían cambiado en los últimos siete meses si se lo preguntaban a la menor de los Lennox.

Los negocios de Sebastian le parecían arriesgados, considerando que iban a traicionar al maldito Billy Kimber. Eleanor embarazada de un Shelby era lo más tonto que ella pudo hacer si se lo preguntaban, pero siempre estaba apoyándola. Gianna coladisima por el jefe de los Peaky Blinders era raro, y temía por el bienestar de esa posible relación.

Era una completa locura el rumbo que sus vidas habían tomado y Noora solo esperaba que todo saliera bien.

Cuando llegó al frente de la casa Shelby, junto a su hermana Eleanor, Finn abrió la puerta.

—Hola. Estoy buscando a John —le dijo Eleanor al menor de los Shelby, dándole una sonrisa. Finn asintió y las guió dentro de la casa hasta el comedor.

Parecía que había una reunión familiar y el pequeño Finn no se había molestado en avisarles.

Estaba Polly, Arthur, John y aunque ninguna lo sabía con seguridad, por lógica, pensaron que el otro hombre era el padre de los chicos. Parecía una densa reunión familiar aun así, y ellas se sintieron fuera de lugar.

Finn se pudo molestar un poco al decirles antes de entrar.

—Lo sentimos, no era nuestra intención interrumpir... —murmuró Eleanor cuando los Shelby se voltearon a verlas.

—¿Qué sucede? ¿Todo bien? —John se levantó del mueble donde se recargaba y las miró alarmado, principalmente a Eleanor.

John, por supuesto, no podía estar más contento de tener a Eleanor Lennox por la zona, incluso si ella raramente le dirigía la mirada.