Contigo [Newt y tú] {TERMINADA}

Capítulo 6

Alguien me despertó moviéndome suavemente.

—¡Emy, debemos irnos!

Abrí mis ojos, y vi a Newt.

Me levanté y nos bajamos del helicóptero, era de noche, seguíamos en un terreno arenoso, y enfrente de nosotros había un edificio enorme.

—¡Entrad, nosotros os cubrimos!— un guardia gritó.

Otro vino con nosotros haciéndonos correr.

—¿Cubrirnos de qué?— pregunté mirando al guardia.
—De los cranks— este respondió con total tranquilidad.

Justo cuando llegamos a la puerta, esta se abrió, y nosotros entramos.

Cogí la mano de Newt, tenía miedo, y estar cerca suyo era lo único que me hacía sentir segura.

Nos adentramos en un edifico enorme, la puerta se había cerrado justo cuando habíamos entrado, tenía como veinte cerraduras, estaba muy bien cerrada.

Un señor se comenzó a acercar a nosotros, este tenía el pelo grisáceo y castaño, ojos azules, y debía tener unos cuarenta años.

—Hola a todos, me alegra su llegada, mi nombre es Janson, soy el director de este lugar.

Nos quedamos callados, y simplemente le miramos.

—Vengan, les daremos de comer y dejaremos que se aseen.

Nos llevaron a los baños, me duché y me vestí con ropa que me dieron ellos, era un pantalón gris que me quedaba ancho, un top negro, y una sudadera gris. Un guardia me llevó a una habitación.

—Tu estarás aquí, ya que al ser mujer no puedes estar con ellos.
—No me separéis de ellos, por favor— puse mis ojos llorosos.

El guardia puso cara de pena, y me sacó del cuarto.

—Hablaremos con Janson.

Este me llevó con Janson, y le preguntó si podía estar con los demás.

—Claro, si quiere estar con sus amigos no hay ningún problema.

Me llevaron con los demás, era una habitación con literas.

—Falta una cama, así que tendrás que dormir con alguno de ellos.

El guardia se retiró, dejándome en la habitación con los demás.

—¿Cómo los has convencido?— Thomas se acercó a mí.
—Hice un poco de puchero— reí.
—¿Y con quién vas a dormir?
—Conmigo, obviamente— Newt se acercó a mí.

Los chicos hicieron un sonido.

—Parejita— Minho bromeó.
—Pues sí, ¿algún problema?— dije cruzando los brazos.

Newt me miró y tenía una sonrisa en su cara.

—¿Estáis saliendo?— Sartén se acercó con una sonrisa.
—Sí— afirmé.
—¡Felicidades tío!— Sartén abrazó a Newt.

Todos nos estaban dando las felicidades, ¿tan raro era tener novio o novia?

Unos minutos después, el guardia volvió a nuestra habitación.

—Vengan a comer por favor.

El guardia nos guió, y llegamos a un comedor, habían muchos niños en este.

Empezamos a caminar buscando una mesa.

—¡Sentaos aquí!— un niño gritó.

Nos sentamos en la mesa con él y otros tres niños más.